El Análisis Reichiano de Género es un procedimiento terapéutico estructurado a la luz de las teorías de Wilhelm Reich y es el resultado de más de 20 años de prácticas y reflexión de la terapeuta corporal Sonia María da Costa Ribeiro, brasileña avecindada en México desde los años 70, quien falleció en marzo pasado en la ciudad de Cuernavaca.
El objetivo de esta propuesta, de acuerdo con la psicóloga mexicana Myrna Torres, ex alumna de Sonia Ribeiro, es «restaurar la potencia orgásmica del individuo, sin que se confunda esto con la promoción del coito por sí mismo, sino del coito como una posibilidad de orgasmo en donde se libera la energía acumulada y se restablezca el equilibrio que acerque a la persona a la salud y, en consecuencia, a una participación social más productiva».
Reich, científico alemán ex discípulo de Sigmund Freud, fue expulsado del círculo psicoanalítico por la importancia que le dio en su trabajo a la sexualidad, por cuestionar algunos de los principios freudianos, criticar la eficacia de la técnica psicoanalítica e imprimir a la comprensión terapéutica una conciencia social.
En opinión de Torres, quien trabajó con Sonia Ribeiro de 1995 al 2000, uno de los principios más importantes de Reich fue que «el ser humano debe ser entendido como un todo, ya que mente y cuerpo, lejos de ser elementos distintos, forman una unidad energética funcional que al ser manejado por el individuo con los matices que dicta la cultura van forjando su tipo de carácter».
En el Análisis Reichiano de Género las principales categorías son mujer y hombre y el término género es utilizado en esta metodología para resaltar que ser mujer y ser hombre son dos cosas distintas y como tales merecen ser comprendidas dentro de la terapia.
«A partir de la práctica y la experiencia se ha corroborado que los diferentes papeles culturales conferidos a mujeres y hombres a menudo chocan con sus propios intereses. La pretendida superioridad masculina y la falsa debilidad femenina, la desvalorización mutua de los roles y la sexualidad degradada hacen muy difícil un encuentro real con el propio ser y con el otro sexo», expone Torres.
Cinco son los pasos que Sonia Ribeiro propuso en esta metodología, el orden puede cambiar de acuerdo al procesos terapéutico: historia de la persona; investigación del estado de capacitación, acumulación y distribución de la energía; elección de alternativas para el tratamiento; expresión social de la relación sujeto-terapeuta, y expresión social del proceso bioenergético.
Las diferencias de ser mujer o ser hombre las explica así en una ponencia que presentó en 1998 en La Habana, Cuba, y que sirve de preámbulo al libro Sonia. La práctica reichiana en México, publicado por la Universidad Voces de América, creada a iniciativa de Sonia Ribeiro, y el Centro de Estudios y Atención Pciológica (CEAPAC) en 2006.
Hombres que van a la guerra se pierden en laberintos y pelean con minotauros… Mujeres que permanecen en los gineceos, construyendo microuniversos de donde son las raíces anhelantes del héroe a quien ofrecer la otra punta del hilo que sostienen…
Hombres y mujeres con años de historia archivada en el cuerpo, a veces atados por motivos institucionales pero con un sinnúmero de dificultades para encontrarse realmente.
Para Torres, es por estas diferencias que el Análisis Reichiano de Género busca entender a las personas desde su condición sexual y promover la restauración de su potencia orgástica.
¿El fin?, «hacer del orgasmo el momento del verdadero encuentro en el que la energía, en vez de acumularse y alimentar neurosis, se libere y se ponga al servicio de los intereses del individuo, ya sea mujer u hombre, ayudándoles a desarrollar sus potencialidades y a desempeñar funciones sociales generadoras de cambios».
* Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque centrado en la Persona y Gestalt, instructora del sistema Tao Curativo México (www.taocurativomexico.com)
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