Cuando las naciones se encuentran en guerra, el bien social más anhelado es la paz, pero la paz al igual que la guerra es un bien que se construye día a día. Esto fue lo que descubrió Svetlana Broz durante el conflicto étnico de los Balcanes, que reconfiguró la geografía de Europa en la década de los noventa al hacer que desapareciera Yugoslavia.
En medio de la guerra Svetlana Broz encontró un camino a la paz, al recopilar testimonios de las personas que, afectadas por el conflicto bélico, optaron por la humanidad y no por el nacionalismo al apoyar a personas que el mundo político señalaba como sus enemigos.
Cardióloga de profesión, Svetlana se enlistó para atender a las personas heridas en el enfrentamiento civil de la exYugoslavia (hoy Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Kosovo, Montenegro y Macedonia).
Una vez en el frente de batalla, descubrió «el coraje ciudadano», es decir, el valor de las personas que se oponen al odio, a la humillación, la tortura y el asesinato de gente inocente.
Entonces, su objetivo de llevar salud cambió por el de recabar las historias de la gente que salvó la vida, y a quienes otros identificaban como enemigos.
Para lograrlo tuvo que pasar por encima de las atrocidades de la guerra, de la voz de los políticos que le decían día tras día que debían luchar por su patria; desoyendo lo anterior, pudo reconocer en las y los enemigos a las personas con las que convivía a diario, a las que saludaba sin cuestionar su raza o su credo.
Es así que en 1999 vio la luz «Gente Buena en un Mal Tiempo» y que forma parte de un camino de paz en una región que ha estado enfrentada a lo largo de los años.
Este esfuerzo por dar a conocer el camino de la paz en Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Kosovo, Montenegro y Macedonia se ha convertido para Svetlana en el motor de su vida. En 2001, fundó la Organización No Gubernamental «Gariwo» (Gardens of the Righteous Worldwide, o Red Mundial de Jardines Justos), que busca rendir homenaje a eso que Svetlana denomina el coraje ciudadano.
Para dar poder a esta fuerza individual y transformarla en colectiva, la ONG Gariwo ofrece educación civil y espacios para la reconciliación multiétnica en Bosnia-Herzegovina; y más allá de sus fronteras, un primer «Jardín Justo» se inauguró ya en Italia.
Y eso, a la par de las conferencias (más de 700 entre 2005 y 2007) que ha dictado es el camino a la paz, en donde reconocer la diferencia y respetarla crea identidad, en donde trabajar por encontrar las coincidencias antes que las diferencias crea comunidad.
Entre 1970 y 1975 Svetlana se ganó la vida como periodista independiente, lo que le facilitó encontrar un hilo conductor para llevar el testimonio de 90 personas que vivieron el conflicto al camino de la paz en un libro, donde el mundo puede aprender a crear la paz y no la guerra.
En 1980 Svetlana obtuvo el título de doctora, al graduarse en la Escuela de Medicina de la Universidad de Belgrado. Luego, realizó estudios para, en 1999, graduarse como médico especialista en Cardiología en la Academia Médica Militar.
En 1992, durante el estallido de la guerra en Bosnia y Herzegovina, se ofreció como cardióloga para ir al frente de batalla. Es así que su destino como constructora para la paz lo encuentra en 1993, al compartir las historias de coraje ciudadano.
Svetrlana nació en Belgrado en 1955; actualmente continúa trabajando por la paz, y le hereda a la humanidad el coraje ciudadano y la construcción ésta.
* Fotógrafa y periodista feminista. Integrante de la Red Nacional de Periodistas y Coordinadora del Redes de Periodistas de CIMAC.
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