Organizaciones campesinas hondureñas miembros de la Vía Campesina Internacional mantienen tomadas las instalaciones del Instituto Nacional Agrario (INA) desde que el pasado 28 de junio se perpetrara el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, además de participar en las múltiples acciones que realiza el Frente de resistencia, porque, apuntan los dirigentes, las y los campesinos son los más afectados con el deterioro que ha sufrido la democracia hondureña.
En entrevista con la agencia Minga informativa de movimientos sociales, Concepción Betanco, Secretaria General de la Confederación Hondureña de Mujeres Campesinas (CHMC) explica que tomaron la sede del INA porque «todo lo que está en esta institución es nuestro, sobre todo la documentación que ahí se encuentra.»
La primera semana después del golpe, el Instituto fue inicialmente tomado por trabajadores de su sindicato, pero días más tarde, afirma Betanco, organizaciones campesinas «decidimos apoyarlos porque pensamos que ellos, como empleados, podían ser despedidos y, entonces, hasta ahí llegarían en la lucha, mientras que a los campesinos no nos van a sacar, porque esta institución nos pertenece y lo poquito de reforma agraria que tenemos en el país ha sido gracias al INA.»
El gobierno de Manuel Zelaya aprobó un decreto (el 18-2008), que beneficia a las y los campesinos, en tanto se titularían las tierras a favor de muchos grupos de agricultores que tenían dos o más años de estarlas ocupando, pero sin tener papeles. El INA había empezado a entregar los primeros títulos de propiedad, cuando sobrevino el golpe de Estado.
Por las acciones a favor de los y las campesinas es que estamos a favor de que regrese Manuel Zelaya y se recobre la institucionalidad, agrega.
Aunque el ministro que nombró Roberto Micheletti nos llamó para que dialogáramos con él, advirtiendo que si manteníamos tomado el INA por más tiempo éste podía ser cerrado definitivamente, nos negamos a entrevistarnos con él porque para cerrar una institución creada mediante decreto ejecutivo, como ésta, tendrían que violar la Constitución de la república, refiere la activista.
Reconoce que las organizaciones campesinas siempre tuvieron diálogo con el presidente Zelaya, con quien lograron acuerdos importantes en beneficio del campesinado. Por eso, en esta coyuntura política, el movimiento campesino juega un papel protagónico en la resistencia contra el golpe de Estado.
Lo anterior se da mientras, desde el pasado 18 de agosto, empiezan a llevarse a cabo las audiencias para determinar la responsabilidad de los 24 militantes del Frente de resistencia contra el golpe de Estado acusados de delitos como robo, participación en marchas ilícitas, incendio y sedición.
09/LG