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Ritual de acercamiento, previo a un masaje

Por Hena Carolina Velázquez Vargas*

Antes de iniciar cualquier masaje, para establecer una relación de confianza mutua, es necesario un acercamiento entre la persona que lo da y la que lo recibe.

Basándose en el principio taoísta del yin y el yang, en el manual práctico «Manos en el arte de sanar» (México, 2009) se exponen las bases para establecer un proceso donde el estado de disponibilidad y receptividad de la o el terapeuta es indispensable, y «para poder transmitir la intención adecuada», antes que nada se debe tener un conocimiento profundo de las zonas en las que va a actuar.

«Se está trabajando con la energía de la persona y la terapeuta está moviendo también su propia energía, por medio de sus manos proyecta una intención determinada, una sensación definida o un efecto deseado», explican las autoras del manual, Emma Herrera y Cristina Vargas.

Las manos tienen distintas energías. La derecha es yang y actúa equilibrando el yin, la izquierda es yin y actúa equilibrando el yang.

Así, «la mano izquierda tiene que estar informada de todo lo que hace la mano derecha yang; una manera de informarlas es ponerlas en contacto frotando ambas manos o golpeando una sobre la otra en distintas posiciones», se indica.

/Cuando las manos ya están informadas, se recomienda cerrar la derecha y extender el dedo pulgar, abrir la izquierda y juntar ambas, «englobando la izquierda a la derecha en su acción; de esta manera tan simple, la terapeuta se convierte a través de sus manos en un Tao con un centro yin y un centro yang».

El siguiente paso es recordar los objetivos de un masaje, desde la perspectiva de la filosofía oriental: concretar el centro sabiendo que hay dos (yin/yang); fusionar esos dos centros en uno solo; llevar a la persona que se le hace el masaje a la unidad, y armonizar su Tao.

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Es importante, también, saber ubicar los centros de energía en el cuerpo. El centro yang está en el centro de la cabeza, es ahí –punto Ba hui, «de las cien reuniones», 20 TM– donde terminan o comienzan todos los canales yang. El centro yin empieza o termina en el tórax –resonador Tang zhong, «centro de la sinceridad», 17 RM— o en el centro del pecho.

Ya que se tienen localizados los dos centros se busca fundirlos, ¿cómo?, en el punto que se localiza en el ombligo –Shenque «puerta del palacio emocional», 8 RM—, que también se conoce como punto del ánimo o del espíritu.

Este acercamiento forma parte de un ritual, previo al masaje, de ocho pasos que debe seguir la o el terapeuta; en el manual «Manos en el arte de sanar» se describe de la siguiente manera:

Pídale a la persona que se acueste boca arriba, sin cruzar pies y manos y que se relaje. Colóquese al lado derecho a la altura del centro de su ombligo para armonizar y equilibrar su Tao./Abra los brazos en señal de petición, con las palmas de las manos dispuestas hacia el cielo.Ponga las manos con las palmas hacia arriba, junte los dedos pulgar e índice de cada mano formando un círculo y dejando los otros tres dedos extendidos. Presente las manos al cielo haciendo una ofrenda.Haga una reverencia a la persona en señal de respeto, inclinando la cabeza, así comienza a desarrollar el yin y el yang./Lleve la energía a su centro. Con la mano derecha jale la energía yin de sus piernas hasta llevarla a su centro que está en el pecho. Con la mano izquierda jale la energía yang del tronco a su centro que está en la coronilla.Nivel celeste, representa al cielo, a lo emocional, para trabajarlo una sus manos formando el Tao como se indicó anteriormente, sin tocar al paciente, a una altura de 10 o 15 centímetros. Descienda partiendo del centro yang (coronilla, centro de la cabeza) hacia el centro yin (centro del pecho) para terminar en el ombligo o Shenque formando un triángulo con sus manos, con los dedos dirigidos hacia el pecho, enseguida júntelas y ábralas hacia el universo./Nivel humano. Realícelo de la misma forma moviendo las manos más cerca, casi rozando, continúe de la misma forma que el nivel celeste.Nivel terrestre. Nuevamente repita todo el ritual pero ahora tocando a la persona partiendo del centro yang (Bahui), presionando con el pulgar un instante y recorriendo hacia el centro yin y presionando con el dedo pulgar un instante (centro del pecho). Continúe hasta llegar al ombligo, enseguida forme una pirámide con sus manos, júntelas, recoja y elévelas al cielo.

Por último, una vez que se armonice inicie al masaje terapéutico que se haya elegido.

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Periodista mexicana, narradora oral, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora del Sistema Tao Curativo.
09/CV/LG

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