Inicio Lydia Cacho: La libertad no se gana de rodillas y en silencio

Lydia Cacho: La libertad no se gana de rodillas y en silencio

Por Leticia Puente Beresford

Lydia Cacho anda, como solemos decir en México «a salto de mata» y no precisamente porque sea una criminal. Todo lo contrario.

El delito de la periodista, escritora y valerosa defensora de derechos humanos es el publicar la verdad sobre un tema de horror, espanto, de vergüenza y degradación humana: trata de mujeres y explotación sexual infantil, mismo que ha puesto su vida en peligro.

Aún y cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha solicitado al gobierno mexicano la garantía de seguridad «por enésima ocasión», la Secretaría de Gobernación aún no responde la petición. «Mis abogados lo están demandando allá en México. «Pero la garantía de mi seguridad sigue sin respuesta» dijo Cacho a Cimacnoticias durante su visita a Nueva York el día de ayer.

Lydia Cacho presentó ayer aquí un video- lectura de su escrito «Los Demonios del Edén: Género, Violencia y Activismo en México» en el Campus de la Universidad de Columbia, evento auspiciado por The Institute of Latin American Studies (ILAS), The Barnad Center for Research on Women (BCRW) y The University of Michigan.

Su voz de denuncia- con todo y los peligros que implican en su vida diaria- continúa, y aquí Amnistía Internacional capítulo Estados Unidos, ya envió la petición de protección y seguridad para Lydia Cacho, la cual está firmada por cerca de 500 personas y está dirigida al embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, a la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa Cantellano y al secretario de Gobernación mexicano Fernando Gómez Mont.

Cacho ya lo ha expresado en otras ocasiones, sólo sigue las enseñanzas de su mamá «cuando eres testigo de algo, tu deber y responsabilidad es denunciarlo». Y sí lo hace, este año lo volvió a decir:

«Mientras en las calles miles de soldados mexicanos entran en los hogares sin órdenes de aprehensión, cientos de mujeres y hombres están encarcelados, encarceladas sin haber tenido un juicio y sin una sola evidencia, 365 periodistas han recibido intimidaciones y 142 hemos sufrido atentados y tortura.

Sólo nos quedan los instrumentos internacionales, las medidas cautelares de la CIDH y el eventual juicio en la misma Corte Interamericana.

Para seguir con vida sin huir de la patria, cuando no hay más justicia en la propia tierra, no hay mas que seguir de pie para que nos mire el mundo, para recordar a propios y ajenos que la libertad no se gana de rodillas y en silencio».

Las mujeres en todo el mundo la secundan en su lucha por la protección de mujeres y la infancia. A su lado está Teresa Ulloa de la Coalición Regional Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATW-LAC, por sus siglas en ingles). Juntas, caminan contra la trata de mujeres y niñas.

Al respecto la pregunta de la semana es ¿por qué García Márquez aceptó llevar a la pantalla Memorias de mis putas tristes justo en un momento en que el mundo está luchando contra la creciente explotación sexual comercial de niñas y adolescentes? La novela tiene un público limitado, la película en cambio terminará en televisión y será masiva.

En esta novela un viejo de 91 años que ha tenido 514 amantes le pide a una lenona que le consiga a una niña virgen para su cumpleaños. Se la entregan en el prostíbulo, drogada, para que resista la violación. El viejo le canta y se enamora.

Organizaciones internacionales contra la explotación sexual infantil y adolescente, están cuestionando que se lleve a cabo una apología fílmica de la trata de menores avalada nada menos que por el Premio Nobel y un gran cineasta danés, asociados con el gobernador de Puebla Mario Marín, mejor conocido como «el gober precioso».

En su novela el Gabo asegura que el viejo se enamora de Delgadina. Ese argumento lo hemos escuchado de cientos de pedófilos que buscaban niñas vírgenes de entre 13 y 14 años para violarlas y que pagaron porque alguien las secuestrara, comprara y vendiera.

¿Por qué Televisa se indignó con las aberraciones de Succar Kuri y Kamel Nacif y ahora pone millones de dólares para filmar una historia muy parecida? ¿Por qué Eva Garza, dueña de FEMSA invierte en una historia que convierte la explotación sexual adolescente en un acto de amor normalizado que ella ha criticado?

Esto nos recuerda el caso Polanski. El cineasta sedujo con engaños a una niña de 13 años, la violó y huyó de Estados Unidos. Ahora lo arrestan y mucha gente minimiza el delito porque «es un genio». ¿Por qué la sociedad y algunos medios utilizan raseros diferentes para la gente poderosa, sea o no intelectual?

El hecho de que el gobierno de Mario Marín invierta un millón de dólares en la película es aberrante. Marín lleva años intentando lavar su imagen con intelectuales y medios luego de las llamadas que lo evidenciaron aliándose a los pederastas.

¿Hasta dónde le queda claro al Nobel de Literatura que se asocia con el gober precioso? Creo que mientras mas famoso eres adquieres mayor responsabilidad moral y ética por tus acciones, puesto que la fama te convierte en paradigma, en modelo a seguir.

Otro premio Nobel, J.M. Coetzee, publicó un ensayo en El País, sobre esta obra de García Márquez y su relación con la pedofilia.

Coetzee reflexiona sobre la insatisfacción moral que le deja este libro de Gabo, le compara con Kawabata y el Quijote argumentando que el final de Memorias es moralmente cuestionable. La pregunta a responder es ¿tienen o no escritores y artistas una responsabilidad moral por lo reflejado en sus obras y por cómo se utilicen?

Si García Márquez elige asociarse con el político que protegió a la red de pornografía infantil es su derecho, cuestionarlo es el nuestro. No se trata de censura ni de moralina, sino de un debate real de fondo sobre el aval ideológico de la trata de niñas.

Y la noticia que se difundió por la agencia AP y la BBC en español es que el Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, dos potentes empresas y un gobernador estatal mexicano serán denunciados por apología de la prostitución infantil por el proyecto de adaptación al cine de la novela «Memorias de mis putas tristes».

Por cierto, la leí. Y me dije: ¿Por qué si tanto investigó, porque es lo que supongo hizo el premio Nobel de literatura, no lo denunció? Gabriel García Márquez narra todo el horror de ese crimen. ¿Y la duda lo intranquilizó? ¿qué pensará una mujer cuando pega botones? Porque eso hacía la niña de la cual relata, le vendieron virgen. Trabajaba de día en una fábrica pegando botones.

Lydia: seguimos de pie por nuestra libertad, aunque sea en tierras extrañas, lejos de nuestra patria.

09/LPB/LGL

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