Más que victimizarnos, lo que las y los periodistas debemos hacer ante los asesinatos y ataques al gremio es crear grandes redes profesionales y pelear por el derecho a la información tomando medidas de precaución para poder llevar a cabo nuestro trabajo, expresó Elia Baltazar, directora del Programa de Libre Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet).
Las y los periodistas están obligados a fortalecerse ética, profesional y personalmente, a no bajar la guardia y continuar trabajando de manera responsable para preservar el derecho que la sociedad tiene de informarse, apuntó aquí, en Chihuahua, al ofrecer la conferencia «La responsabilidad ética y social de los periodistas en el contexto de la guerra contra el narcotráfico».
Invitada por el Colegio de Periodistas del Estado de Chihuahua en el marco de las Quintas Jornadas de Comunicación «Periodismo ciudadano», la también editora del periódico Excélsior consideró que «aunque es un tema complicado y existe un sentimiento de impotencia que se comparte con todos los sectores de la sociedad, nos tenemos a nosotros; la tarea es crear grandes redes sociales como lo han hecho en Colombia, Argentina, Chile, Europa del Este y hasta en África», comentó Elia Baltazar.
Recalcó que los periodistas tienen la obligación de prepararse ética y profesionalmente para dar una batalla a largo plazo basada en la investigación y anteponiendo el interés público al interés del gremio.
«El periodismo en serio es el que toca estructuras, no el que lleva kilos de sangre a las páginas; no podemos depender de un instituto de transparencia para conocer e investigar. Nos hemos dejado consentir por el poder, por grupos empresariales y por nosotros mismos, y hemos dejado de ver las necesidades de la gente que requiere de nuestro trabajo».
Ante estudiantes de las carreras de periodismo y comunicación, periodistas e invitados especiales, Elia Baltazar hizo un llamado a las y los integrantes del gremio para que lo más importante sea siempre la ética y la responsabilidad social.
«No dejemos que el miedo se nos pegue a la piel. No renunciemos a la responsabilidad de hacer periodismo de calidad. Tenemos que perder el miedo, pero no sólo a la violencia, sino a todo lo que impide realizar nuestro trabajo de manera profesional», concluyó.
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