Cada ocho de Marzo en todo el mundo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Este día se instituyó a propuesta de la insigne comunista alemana Clara Zetkin, quien en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, intervino para proclamar los derechos de la mujer y la plena igualdad de ésta con el hombre; así como su incorporación a la vida política.
Clara fue una de las precursoras del feminismo, incansable en su lucha a favor de la paz en el mundo. Las mujeres de hoy debemos mucho a su valor, inteligencia y valentía.
Clara nació en la ciudad de Windereau, Alemania en 1857. Desde joven se dedicó a combatir y a luchar contra la opresión.
Estudió para maestra en Leipzig y ahí conoció a su futuro marido, Osip Zetkin.
Cuando Clara tenía 24 años, se unió al Partido Social Demócrata, que después sería prohibido por el gobernante Otto Von Bismarck. Fue exiliada a Suiza durante ocho años por pertenecer a este partido; regresó a Alemania en 1890.
En 1892 cuando contaba con 35 años, decidió dedicarse a la sección femenina del partido Social Demócrata e inicia un diario llamado La Igualdad, constituido totalmente por mujeres y considerado el primer órgano de mujeres socialistas en Alemania, ese medio se mantuvo en circulación por 25 años.
Perfectamente madura y entusiasta, a sus 50 años de edad, Clara ayuda a organizar la Primera Conferencia Internacional de Mujeres y en 1910 fue cuando propuso en la conferencia de Copenhague que el día 8 de Marzo se instituyera el Día Internacional de la Mujer. La propuesta fue ampliamente aprobada.
A partir de 1914, Clara junto con su amiga Rosa Luxemburg emprendieron actividades para detener la primera Guerra Mundial que ese año estalló. Alemania fue uno de los principales países involucrados. Por este motivo fue encarcelada varias veces.
En 1918 Zetkin pasó a formar parte del primer Comité Central del Partido Comunista; lo representó desde 1920 hasta 1932. En 1919 Clara y Rosa contribuyeron a formar el Partido Comunista Alemán; desde entonces lucharon contra el Partido Nacional Socialista, formado por los nazis.
En 1920, cuando contaba con 63 años de edad, fue elegida diputada; mantuvo su puesto hasta 1933 en el Reichstag, donde sus intervenciones siempre fueron admiradas, en especial cuando en 1932 se opuso rotundamente a la criminal ideología de Adolf Hitler.
Clara se exilió en Rusia en 1933, cuando Hitler toma el poder. Más tarde en ese país es nombrada presidenta de la Junta Internacional de Mujeres, puesto que desempeñó hasta su muerte.
El 20 de junio de 1933 Clara murió a los 76 años de edad en la URSS, la patria de su amigo Lenin. Su muerte constituyó un duro golpe para el movimiento revolucionario y feminista mundial.
*Periodista feminista y fotógrafa, integrante de la Red Nacional de Periodistas.
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