Organizaciones internacionales alertaron que algunos gobiernos adherentes a la Comisión de la Mujer de Naciones Unidas (CSW, por sus siglas en inglés), invocaron «valores morales» para negar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
En un comunicado, la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) y la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID, por sus siglas en inglés), criticaron que en la 56 sesión de la CSW que se realizó del 27 de febrero al 9 de marzo pasado en Nueva York se trataran de imponer valores morales.
Advirtieron que algunos Estados utilizaron las normas morales sociales y religiosas, y los valores patriarcales, para justificar violaciones a los derechos de las mujeres y solapar la violencia de género, la violación conyugal, los crímenes de honor y la mutilación genital femenina.
Las organizaciones también criticaron que en una entidad de la ONU se promuevan los valores tradicionales para avalar la «dote» o pago por la novia, los matrimonios forzados y precoces, y las «violaciones correctivas» de lesbianas, bisexuales, personas transexuales e intersexuales.
Señalaron que en las conclusiones del encuentro internacional, en el que participó el Instituto Nacional de las Mujeres de México, los gobiernos intentaron avalar que en las conclusiones se priorizaran los valores tradicionales a expensas de los derechos y libertades fundamentales de las mujeres.
Al respecto, la MMM se sumó a la iniciativa promovida por organizaciones internacionales y se pronunció por no reabrir las negociaciones sobre los acuerdos internacionales sobre derechos de las mujeres, e hizo un llamado a los gobiernos a demostrar sus compromisos con esta población.
Las organizaciones recordaron que todos los Estados miembros de la ONU han aceptado que «los Derechos Humanos de las mujeres y de las niñas son una parte inalienable, integral e indivisible de los Derechos Humanos universales», tal como fueron adoptados en 1993 por la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos en Viena.
Por ello dijeron que los gobiernos no deben usar argumentos religiosos, culturales o sobre las tradiciones que nieguen los Derechos Humanos y libertades fundamentales de cualquier persona.
Precisaron que en la 14 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2011, se mencionó que «nadie puede invocar la diversidad cultural como pretexto para vulnerar los Derechos Humanos garantizados por el derecho internacional o limitar su alcance».
Explicaron que de acuerdo con expertos en el tema, no todas las prácticas culturales concuerdan con la legislación internacional de los Derechos Humanos (DH), y mencionaron que se debe modificar o descartar toda práctica ejercida en nombre de la cultura que impida las libertades humanas.
Dijeron que los gobiernos deben considerar que la CSW es el principal órgano normativo global dedicado exclusivamente a la igualdad de género y el avance de las mujeres, con el único objetivo de promover los derechos femeninos en los ámbitos político, económico, civil, social y educativo.
El mandato de esta entidad es asegurar la implementación plena de los acuerdos internacionales existentes sobre los DH de las mujeres y la igualdad de género, tal como están consagrados en los tratados internacionales.
«Costumbres, tradición o consideraciones religiosas no deben ser toleradas para justificar la discriminación y la violencia contra las mujeres y niñas cometidas por autoridades estatales o agentes no estatales», insistieron.
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