Inicio Sin anticonceptivos, 250 millones de personas en el mundo

Sin anticonceptivos, 250 millones de personas en el mundo

Por Linus Atarah*

La crisis financiera y económica que afrontan los países del norte derivó en severos recortes sociales, pero ello no es razón para que los gobiernos relajen el compromiso que contrajeron hace 18 años con la salud y los derechos reproductivos de las mujeres, dijeron parlamentarios reunidos en esta ciudad turca.

En la apertura de la Quinta Conferencia Internacional de Parlamentarios sobre Población y Desarrollo (CIPD), el director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin, advirtió que 250 millones de personas en el mundo no acceden a los servicios de planificación familiar.

«Es inaceptable porque cada vida vale más que el dinero del que estamos hablando», dijo a los cerca de 300 legisladores y legisladoras de 110 países reunidos en Estambul.

«No podemos aceptarlo porque cada día mueren mil mujeres en el parto y sabemos lo que tenemos que hacer y tenemos los recursos para hacerlo», remarcó. Solo se necesita valor para disponer de esos recursos y evitar la enorme cantidad de muertes evitables, añadió.

«Tenemos lo necesario para marcar la diferencia», insistió Osotimehin, refiriéndose a los avances en materia de comunicación global y medicina desde 1994, cuando se adoptó el Programa de Acción de la CIPD para incentivar a las mujeres a reclamar sus derechos reproductivos.

La conferencia de Turquía se propone revisar los avances realizados desde la primera reunión, realizada en 1994 en El Cairo.

El Programa de Acción se propuso reducir la mortalidad materna (MM) en 75 por ciento para 2015, complementando una de las metas más urgentes de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM).

La conferencia de parlamentarios se realiza periódicamente desde hace 10 años, la última fue en 2009 en Adís Abeba, capital de Etiopía.

Osotimehin destacó que se logró reducir la MM en 47 por ciento desde 1990, pero los gobiernos no hacen lo suficiente para que los servicios de salud lleguen a todas las mujeres y niñas.

«Nuestro trabajo no estará hecho hasta que no podamos llegar a esa niña que debe caminar ocho kilómetros para ir a buscar agua porque la expulsan de su casa cuando está menstruando, pues en su cultura es inaceptable permanecer en el hogar» esos días, agregó.

Miles de niñas siguen siendo entregadas en matrimonio poco después de su primer periodo menstrual a hombres que podrían ser sus abuelos. Se les niega la oportunidad de desarrollar todo su potencial, dijo Osotimehin a IPS/Cimacnoticias.

Los gobiernos no prestan atención a los servicios en salud reproductiva, que consideran «asuntos blandos» y por ello suelen ser los primeros en perderse cuando hay recortes económicos, a diferencia de las obras de infraestructura, indicó Safiye Cagar, directora de Información y Relaciones externas del UNFPA.

Pero el impacto de las obras de infraestructura será menor sino no van de la mano de la construcción de una población saludable. «Aunque los fondos son escasos, los objetivos de la CIPD no pueden sufrir los recortes presupuestales», remarcó Cagar.

«La total implementación del programa no es opcional, sino esencial, no sólo por una cuestión de Derechos Humanos, sino porque muchos otros aspectos del desarrollo económico dependen de sus logros», dijo a IPS/Cimacnoticias.

HACEN FALTA MÁS RECURSOS

Una de las conclusiones del encuentro que terminó el pasado viernes fue la de llamar a los gobiernos a destinar 10 por ciento de sus presupuestos nacionales al programa de la CIPD.

Pero Gita Sen, profesora adjunta de Población y Salud global de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, señaló que el programa de la CIPD no está terminado y quedó fragmentado.

Según ella, el programa menciona un paquete integral de salud reproductiva y sexual reforzado por un conjunto de leyes y normas para proteger y promover los derechos de las mujeres.

Pero la planificación familiar todavía no está integrada a otros asuntos como la mortalidad materna, y las necesidades de los jóvenes en salud sexual no se atienden como es debido.

El mejor ejemplo de la fragmentación es lo que pasa con la epidemia de VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Si una mujer contrae el virus puede también estar sufriendo violencia doméstica, tener problemas vinculados a la maternidad y, lo más probable, su hijo o hija necesite de mucha ayuda, explicó Sen.

«Hay que integrar las necesidades de género a los temas de las mujeres, pues probablemente no tenga tiempo ni capacidad para ir a distintos lugares a atenderse», apuntó.

En lo que respecta a las y los jóvenes, la agenda de la CIPD no logró su objetivo. Pese a la retórica, el trabajo realizado en el terreno para proteger y preservar los derechos de la juventud es prácticamente nulo, remarcó Sen.

Los parlamentarios reunidos en Estambul están decididos a desempeñar un papel importante movilizando recursos para cumplir con la agenda de la CIPD, así como fortalecer la supervisión de los parlamentos para garantizar su implementación.

Los legisladores se comprometieron en la declaración final suscrita el pasado viernes a mirar hacia delante, para asegurar que las prioridades futuras se incluyan en los objetivos y metas fijadas para después de 2015.

*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional IPS.

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