Este 28 de septiembre las organizaciones de mujeres de Nicaragua nuevamente salieron a la calles a protestar, primero frente a la Corte Suprema de Justicia y luego ante el Parlamento, para exigir se despenalice el aborto terapéutico en una demanda que lleva ya seis años.
En tres años se reportan 96 mujeres demandadas judicialmente por problemas relacionados al aborto. Aunque no se conoce con exactitud cuántas están en la cárcel, las estadísticas oficiales indican que esas 96 mujeres han sido denunciadas, dijo Luz Marina Torres, enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMVC).
Agregó que las mujeres en Nicaragua llevan seis años esperando que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre los recursos de inconstitucionalidad contra la reforma que prohibió en este país centroamericano el aborto en todas sus causales.
«Nos preocupa el pacto que hay entre la jerarquía de la Iglesia católica y el Estado que impide que haya respuesta a esta demanda de la restitución del aborto terapéutico», dijo Torres, quien agregó que el aborto estaba permitido por las leyes del país y se gozó de ese derecho por más de 100 años, pero hace seis años «estos hombres que tienen el poder dieron el retroceso», criticó.
La activista de la RMCV dijo que esperan la resolución de la Corte Suprema de Justicia para luego denunciar al Estado nicaragüense ante la Corte Internacional de Derechos Humanos (CoIDH) y otras instancias globales.
Las organizaciones de mujeres de Nicaragua han denunciado este caso ante la CoIDH y en todos los foros internacionales de seguimiento a los tratados y convenciones sobre los derechos femeninos.
En seis informes a nivel internacional las nicaragüenses han denunciado el caso; incluso el Examen Periódico Universal (EPU) de la ONU plantea 101 recomendaciones incumplidas por el Estado, de las cuales 60 tienen que ver con los derechos de las mujeres, recordó Luz Marina Torres.
El Movimiento Feminista de Nicaragua, que participó de la protesta frente a los poderes del Estado, consideró que el aborto es una de las causas más importante de muertes maternas en América Latina (AL) y el Caribe, y Nicaragua no es la excepción.
En este país las mujeres se pueden ver expuestas de muerte por un embarazo de riesgo, dijo María Teresa Blandón, líder del Movimiento Feminista de Nicaragua.
La penalización del aborto en AL y en Nicaragua es una norma arbitraria e injusta en contra de la vida de las mujeres, particularmente de las más pobres, dijo Blandón.
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