Derecho a la protesta está en riesgo: mujeres del 68

Pese a percibir mayor resguardo policiaco y otras formas de represión contra las manifestaciones durante la última década, mujeres que integran el Comité 68 (que encabezó hoy la marcha conmemorativa por la matanza estudiantil del 2 de octubre), aseguraron que las jóvenes están generando los espacios y los medios para no acallar sus demandas estudiantiles y sociales.
 
En un acto para recordar a las y los estudiantes que fueron acribillados y desaparecidos frente a la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, algunas mujeres que en 1968 ocuparon cargos de liderazgo al interior del Consejo Nacional de Huelga (CNH), dijeron que las condiciones de inseguridad y represión contra las jóvenes manifestantes continúan.
 
Elena Marcia Gutiérrez, quien representó a la Facultad de Odontología de la UNAM en el CNH en 1968, explicó que hay un cambio sustancial en la marcha que celebran desde hace 46 años, porque ahora hay una creciente participación femenina, ya que en el Consejo inicial sólo participaron 10 mujeres, lo que se debe a la lucha que han sostenido estos años por ingresar y permanecer en las universidades.
 
Caminando ahora entre contingentes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la UNAM, del movimiento de estudiantes excluidos de la educación superior, sindicatos y maestros, Gutiérrez recalcó que en estas cuatro décadas las demandas por las libertades democráticas siguen vigentes y criticó que la represión siga siendo uno de los principales obstáculos para las y los manifestantes.
 
También lamentó que aunque parezca que hay más libertad, en realidad las mallas de metal de casi tres metros que se desplegaron a lo largo de las calles por donde pasó la marcha de esta tarde y el amplio despliegue policial demuestran que se está ante un retroceso en el derecho a la protesta.
 
En la manifestación, en la que según la Secretaría de Seguridad Pública del DF participaron 3 mil 702 uniformados y 309 vehículos, patrullas, motocicletas y ambulancias para resguardar la seguridad, la activista también mostró su solidaridad a las y los estudiantes del IPN, quienes (según reconoció) tienen otros instrumentos para luchar en forma pacífica e incluyente.
 
Adriana Corona, quien representó a la Prepa 6 en el CNH, recordó que una de las mayores ganancias del movimiento del 68 fue la del derecho a manifestarse, el cual ahora está en riesgo.
 
Celebró que cada vez más mujeres, con proyectos de vida propios, se integren a las manifestaciones porque colocan los derechos femeninos en todas las demandas, y recordó que en 1968 ellas tenían que simular que iban a fiestas para participar en las reuniones del CNH.
 
Por ejemplo, en esta marcha en la que participaron alrededor de 8 mil manifestantes, hubo decenas de mujeres portando estandartes, gritando consigas como “Estudiantes juntas seguimos en la lucha”, algunas más con el cabello pintado, otras con ropa colorida, y hasta quienes decidieron protestar haciendo actos artísticos o tocando un instrumento musical.  
 
Myrehokleia González, quien llevó la bandera tricolor que encabezó la marcha, crítico que grupos de choque al interior de los movimientos resten prestigio a las movilizaciones, pero aseguró que es de suma importancia que las y los jóvenes recuerden los sucesos del 2 de octubre, cobren conciencia de ello y los vinculen a su realidad.
 
Como bien reconocieron las activistas, cientos de jóvenes estudiantes marcharon bajo la lluvia no sólo para conmemorar a las y los caídos del 2 de octubre, sino también para exigir que los reglamentos de las universidades no demeriten su preparación profesional, y les resten oportunidades de desarrollo para el futuro.
 
En el templete ubicado en el Zócalo capitalino –a donde llegó la marcha– sólo se observó la presencia de una mujer activista.
 
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