En el juicio oral por el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) reconstruyó con los videos de vigilancia los últimos momentos de vida de la joven en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); su pareja Jorge Luis González la violentó cerca de la caseta telefónica del Instituto de Ingeniería donde murió ¿Pero qué hizo Jorge Luis el resto del día 3 de mayo de 2017 cuando se localizó el cuerpo de Lesvy?
En el segundo día del juicio por el caso de Lesvy Berlín, la señora María Elena ilustró al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) al respecto. Ella rentaba desde abril de 2017 un cuarto de su casa a Jorge Luis y a Lesvy en la colonia Santo Domingo aledaña a la UNAM. Ese 3 de mayo, María Elena estaba preparando el desayuno cuando escuchó ruidos alrededor de las 6:20 horas, se asomó por la ventana, era Jorge Luis en el zaguán.
Con una narración que acaparó la atención de los tres jueces de aspecto serio, María Elena una de las 14 testigos que comparecieron ayer 11 de septiembre, contó que preguntó a Jorge Luis si pasaba algo, él no contestó. “Estaba muy alterado, nervioso”, recordó Elena.
La señora regresó a su actividad pero al escuchar un grito de su nieta salió al traspatio de su casa donde Jorge Luis reposaba en la puerta del cuarto que alquilaban, le sugirió que le tocara a Lesvy, pero Jorge Luis le respondió que no estaba, María Elena le pidió a su hijo que le abriera el cuarto.
Nuevamente unos arañazos en la puerta del zaguán la hicieron salir, se percató que Jorge Luis dejó afuera al perro de Lesvy, además que el seguro de la puerta seguía puesto, dedujo que el joven brinco la barda de la casa.
Hasta ese momento el comportamiento de Jorge Luis no extrañó a su casera, las dudas surgieron cuando se enteró por los medios de comunicación que una mujer había sido hallada sin vida en la UNAM, todos recalcaban que tenía en la mano una cadena de un perro.
La última vez que María Elena vio con vida a Lesvy estaba acompañaba de su mascota el “tío Michael”. El hecho de ver al perro sin cadena, y en su lugar un lazo que le amarró Jorge Luis, hizo a la señora cuestionarse sobre la posibilidad que la joven que hablaba la prensa fuera Lesvy.
Las dudas de María Elena incrementaron cuando ese mismo día Jorge Luis hablaba a gritos por teléfono con una persona,“su papá” “Laura”, ubicó la testigo. Su nieto quizá por el compartimento que venían observando de Jorge, decidió grabarlo con su celular. “No puedo con esto, me estoy volviendo loco”, fue una de las frases que registraron en audio.
Estos audios fueron ofrecidos por la defensa legal de la familia de Levy Berlín como pruebas en el juicio, pero no pudieron ser escuchados por fallas técnicas en la sala de audiencia del Reclusorio Oriente donde se está llevando a cabo el proceso.
No obstante, María Elena y su hija quien también compareció en el juzgado, contaron que en la madruga del 4 de mayo de 2017 cuando Jorge Luis regresó del Ministerio Público (con una acompañante ubicada durante el juicio como Teresa Hermenegildo de Jurídicas de la UNAM) al cuestionarlo por el paradero de Lesvy, alzando los hombros les respondió secamente, “está muerta”.
La casera le dijo que se fuera.
¿JUICIO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO?
Durante la audiencia la defensa legal de acusado presionó por desmantelar la hipótesis de que Lesvy fue víctima de feminicidio por parte de Jorge, en los interrogatorios a las personas que testificaron se empeñaron en obtener información sobre el consumo de drogas, alcohol, y la relación que Lesvy tenía con su madre Araceli Osorio.
Pero el Tribunal este segundo día del juicio marcó el límite: sobre la relación entre hija y madre no se hablará, tampoco si la pareja consumía algún tipo de drogas. Esto ante el reclamo de la Procuraduría de Justicia que se falta a la dignidad de la víctima.
En tanto los jueces siguen recibiendo testimonios de la violencia que ejerció Jorge Luis contra Lesvy en los cuatro meses que duró el noviazgo. Está vez fue Laura amiga de Lesvy desde la niñez, quien señaló a los jueces que Lesvy comenzó a consumir drogas y se apartó de ella a partir de esa relación, asimismo conoció por parte de Lesvy que Jorge Luis la violentaba emocionalmente.
Laura fue buscada por Jorge Luis el 3 de mayo de 2017 a través de la cuenta de Facebook de Lesvy (Jorge tenía acceso a su redes sociales), acordó verse con él en una tienda de la colonia Santo Domingo. Jorge Luis le externó que “había valido madres todo” que “Lesvy estaba muerta”, creía que el cuerpo encontrado en la UNAM era de Lesvy.
Para corroborar los hechos ambos fueron a la base 1 de Vigilancia de la UNAM, ahí la abogada Teresa Hermenegildo los trasladó a la Coordinación Territorial de Coyoacán Número 1, para que reconocieran el cuerpo de Lesvy, la asesora jurídica de la universidad también regresó a Jorge Luis a su domicilio.
LA UNAM “NO RECUERDA NADA”
Este miércoles también testificó Jesús Teófilo Licona Ferro, coordinador operativo de vigilancia de la UNAM y quien en septiembre de 2018 fue suspendido por el rector Enrique Graue Wiechers tras el enfrentamiento porril en la universidad.
A pesar de la relevancia de su cargo y la intervención que tuvo en el levantamiento del cuerpo de Lesvy, las abogadas de la víctima Sayuri Herrera Román y Ana Yeli Pérez Garrido, agotaron todas sus preguntas con Licona, quien sólo respondió que “no se acordaba”.
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El trabajador de la UNAM sólo refirió que acordaron el lugar de la caseta telefónica. Incluso no respondió dudas sobre el protocolo que utiliza la casa de estudios en casos como el de Lesvy. Aunque la defensa de la víctima planteó que era un testigo hostil, los jueces se negaron a que hicieran preguntas que sugerían hechos por la falta de información que daba el coordinador.
Otros datos aportados en la audiencia fueron fotografías del domicilio que Lesvy y Jorge Luis habitaron. Asimismo la maestra de la estudiantina femenil de la UNAM a la que perteneció Lesvy acudió a hablar del plan de vida de la joven, de viajar a España y estudiar idiomas.
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