Ciudad de México. Conceptos como “cuerpos gestantes”, “personas embarazadas”, “cuerpos menstruantes”, entre otros usados para referirse a las mujeres, son un intento de invisibilizarlas y deshumanizarlas, declaró la antropóloga feminista Marcela Lagarde y de Los Ríos, quien refirió “si hay un cambio de nuestro nombre, provendrá de nosotras mismas, no de nadie más”.
El pasado viernes 31 de julio, el Parlamento de Mujeres presentó al Congreso de la Ciudad de México una iniciativa de reforma a la Ley de Salud en materia de “parto humanizado y contra la violencia obstétrica”. Esta iniciativa se refiere a las sujetas de derecho como “personas embarazadas”.
Al respecto de esto, la antropóloga feminista Marcela Lagarde y de los Ríos expresó hoy durante la conferencia semanal de la plataforma “Nosotras Tenemos otros Datos” que las enunciaciones como “cuerpos gestantes”, “personas embarazadas”, “cuerpos menstruantes” y otros son una “intentona” de invisibilizar a las mujeres.
“Si hay un cambio de nuestro nombre provendrá de nosotras mismas. No de nadie más, sino de quienes hemos nombrado a las mujeres, y hemos sido los movimientos feministas en todo el mundo”, detalló.
Estas fórmulas, explicó la también creadora del concepto de feminicidio en México, buscan desaparecer el nombre de las mujeres como sujeto. “Esto es el atentado más grande que se está cometiendo”, detalló.
La impulsora de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia dijo que en la historia patriarcal siempre ha existido el esfuerzo de desaparecer a las mujeres. Estos conceptos serían un esfuerzo más y se suma, dijo Lagarde, a las 300 millones de mujeres desaparecidas en el mundo, según han contabilizado otras mujeres en las Naciones Unidas.
“Sabemos nosotras que cuando se dicen cuerpos sangrantes o gestantes, o todas estas metáforas en torno a los cuerpos de las mujeres, me parece que se trata de eliminar a las mujeres, a la mujer simbólica (de acuerdo con la ideología mito, leyenda, costumbre, etc) y lo femenino (no como un contenido específico de feminidad pero sí como un conjunto de atributos de personalidad, de subjetividad, de cultura que tenemos las mujeres en una gran grama, una diversidad casi personal por el hecho de ser mujeres)”, reflexionó la también militante de partidos socialistas en el pasado.
Y agregó “me parece que debemos recuperar nuestra historia feminista en torno a autonombrarnos. La identidad se construye así, en parte como una autodesignación y en parte como una heterodesignación. Por eso nos hemos tardado años por llevar a las leyes los contenidos de la condición de género de las mujeres y aquellos que queremos cambiar porque son enajenantes en la existencia de las mujeres y las niñas.
Esto, dijo, es un intento de ciertos hombres, en beneficio de todos los hombres, para dominar a las mujeres. “Llamar así a las mujeres es una equivocación y espero no tener que lamentarla (…) No todo es cuerpo en las mujeres y lo que es cuerpo es experiencia vivida, no es naturaleza”.
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