Hermosillo, Son. Rostros tristes, miradas de indignación se asomaban por encima de los cubreboca con que iban ataviadas mujeres, niñas y niños en la marcha para pedir justicia para Rosalía Jazmín Duarte Canevett, por las calles de Empalme, Sonora.
Decenas de globos blancos esperaban para ser recogidos por esas manos, que, decididas, alzaban también alguna pancarta con consignas en contra de la violencia hacia las mujeres y feminicidio.
Esos globos, que junto con botellas de agua, esperaban a quienes iban a marchar, como cortesía de una empresa gasolinera que se ubica frente al punto de encuentro para salir a manifestarse por las principales calles de Empalme.
Pocas personas, pero con mucha indignación participaron. Miedo a los agresores armados, que cada día son más en el sector de Guaymas y Empalme. Ese corredor hoy trastocado por una violencia exacerbada tanto en lo general como en particular contra las mujeres por delitos de género.
Ambas ciudades separadas solo por un puente que corre con mar a los lados, en años recientes han sido escenario de feminicidio, masacres incluso de niñas y niños, descubrimiento de fosas clandestinas donde se han encontrado restos de personas reportadas como desaparecidas, privaciones ilegales de la libertad individuales o en grupo, entre otros.
El panorama ha cimbrado a la sociedad. Las mujeres tienen miedo de salir a la calle.
“No solo es por Rosalía Jazmín”, es por todas, decían. Pero es el feminicidio de la joven estudiante del Tecnológico de Sonora lo que las sacó a las calles este sábado para manifestar su descontento.
Rosalía, quien dos semanas antes había sido golpeada brutalmente y víctima de robo, según publicó en sus redes sociales, advirtiendo a las mujeres de que había qué cuidarse porque las cosas estaban muy graves.
Con ese antecedente, el día que la asesinaron ella salió fuera de su casa a instalar un puesto familiar de comida, y ahí fue acribillada por hasta ahora desconocidos, y su corta vida terminó.
Las personas que marcharon recordaron a otras víctimas de feminicidio tanto de Empalme, como de Guaymas, Cajeme, Hermosillo, Sonora y México.
El Estado cuenta con tres municipios que forman parte de los cien con más casos de feminicidio en el país. Pero en meses y años pasados han sido más municipios los que aparecen en los primeros lugares.
Es por ello que Guaymas y Empalme se encuentran entre los seis municipios para los que se solicitó la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) el 26 de junio de 2019, junto con Nogales, Cajeme, Hermosillo y San Luis Río Colorado.
A la fecha no existe una resolución sobre esa solicitud. 9 meses se tardó el Grupo de trabajo para emitir el primer reporte sobre la investigación que hicieron con base en la solicitud de las peticionarias, “Justicia Pro Persona, A. C.”, y el “Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio”.
Sin embargo, el gobierno del estado de Sonora no ha dado ninguna señal que haga pensar que está trabajando para brindar a las mujeres la tranquilidad de que no serán violentadas ni en lo público, ni en lo privado. Al contrario, los delitos contra las mujeres por razones de género van en aumento. La privación ilegal de la libertad se ha convertido en una práctica cotidiana que se refleja en las cada vez más frecuentes cédulas de búsqueda que emiten los colectivos de rastreadoras y buscadoras.
Las redes sociales poco a poco se han inundado de avisos de búsqueda de personas desaparecidas, muchas de ellas mujeres. Familiares hacen campañas para recordar que aún no se ha encontrado a determinada persona y van contando los días que no está con ellos.
Rosalía Jazmín ha sido víctima de la negligencia del Estado pues éste no fue capaz de protegerla a pesar de que fue atacada gravemente solo dos semanas antes de que la asesinaran.
Ahí en Empalme, en el sitio emblemático y representativo de su ciudad de vida, la Plaza del Tinaco, las personas que acudieron a la marcha se citaron para expresar que estaban ahí por ella y por todas las que han sido privadas de la vida, algunas impunemente.
Creada a la par que la fundación de Empalme en 1907, la Plaza del Tinaco es símbolo de la ciudad. Es además un punto de encuentro, y de actividades de recreación, por lo que seguro Rosalía Jazmín estuvo ahí muchas veces.
Las cruces rosas que representan el feminicidio estuvieron presentes como en tantas marchas en México. Las que estaban personalizadas recordaban a Ingrid de 23 años, de la Ciudad de México, asesinada en febrero de 2020.
Otra representaba a Maribel, de 30 años de edad, de Guaymas, asesinada en octubre de 2018. Otra más recordaba a Martha Anahí, de 19 años, asesinada ahí, en Empalme, Sonora en septiembre de 2008.
También de Empalme, Sonora, quedó representada en una cruz de madera, Rosa María de 25 años, asesinada en septiembre de 2018.
Todas ellas fueron honradas, recordadas y al igual que otras como Raquel Padilla Ramos, asesinada en Hermosillo en noviembre de 2019, sus nombres mencionados en los pases de lista que se hacían durante la marcha, para obtener la respuesta: ¡No debió morir!
Nogales, Hermosillo y San Luis Río Colorado figuran entre los municipios con mayor presencia de feminicidio. Al 31 de julio el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó 13 casos de feminicidio y 39 homicidios dolosos contra mujeres.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia del estado de Sonora actualiza al 3 de septiembre de 2020, que existen 13 carpetas de investigación abiertas por feminicidio, con 14 víctimas, y 44 homicidios dolosos contra mujeres.
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