Ciudad de México.- Un río de colores morado, rosa y verde fluyó por avenida Paseo de la Reforma hasta llegar al Zócalo capitalino, un recorrido donde cientos de mujeres, jóvenes en su mayoría, cantaron, bailaron, gritaron y lloraron juntas.
Desde las dos de la tarde decenas de mujeres se dieron cita en el Monumento a la Revolución, en el Monumento a las Mujeres que Luchan, y en el Ángel de la Independencia para caminar juntas con la consigna de exigir una vida libre de violencia.
Así fue la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, en el centro de la Ciudad de México, una fecha que las manifestantes aprovecharon para nombrar a las desaparecidas, asesinadas, víctimas de acoso, de violación sexual y a las trabajadoras.
Mujeres con discapacidad, en sillas de ruedas o con bastones; madres con hijas pequeñas o con bebés; jóvenes con sus abuelas; mujeres con pancartas, algunas con tambores y otras con bengalas de colores, todas caminaron y corrieron juntas.
Salieron a pesar de que este 7 de marzo el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que había reportes de que las asistentes a la marcha se preparaban con marros y martillos; aún así caminaron flanquedas por filas de mujeres policías que las observaron pasar con extintores en mano.
unque hubo momentos en que las manifestantes se enfrentaron con las policías, en el zócalo capitalino –dónde la Catedral y el Zócalo fueron cercados para evitar las pintas– las mujeres hicieron pequeños círculos para narrar las violencias que han vivido mientras que otras golpearon las vallas haciendo resonar su coraje.
Al margen de la marcha estuvo José Luis Castillo Carrión, padre de Esmeralda Castillo Rincón, quien desapareció en Ciudad Juárez, en 2009m a la edad de 14 años; pero entre las mujeres también hubo madres e hijas de víctimas de feminicidio; por ejemplo Araceli Osorio madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, asesinada en 2017 frente al Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Frases y cánticos como «No me cuida la policía, me cuidan mis amigas», «que caiga con fuerza el feminicida», «no somos una, no somos cien, pinche gobierno cuéntanos bien», «abuelita vine a gritar lo que a ti te hicieron callar» quedaron flotando en el aire y marcadas en las vallas.
22/RED