Tuxtla Gutiérrez, Chis. Las mujeres periodistas de Chiapas salieron este 8 de marzo no sólo a cubrir la movilización por el Día Internacional de la Mujer, sino a unirse a ella.
Vestidas con una playera morada con una leyenda que decía “Vivas e informando nos queremos”, las periodistas marcharon junto con cientos de mujeres más este martes por la tarde en Tuxtla Gutiérrez.
En el pronunciamiento que dieron a conocer a propósito de la fecha, denunciaron que durante esta administración federal se han documentado 661 agresiones en contra de mujeres periodistas, tres de ellas fueron feminicidio.
“Hoy nos unimos a la marcha del 8 de marzo para exigir justicia por el caso de nuestras compañeras asesinadas en el país; pero también por los dos compañeros periodistas asesinados en Chiapas y que sus familias siguen exigiendo justicia y nosotras nos sumamos a ello” expresaron las comunicadoras.
En el documento también hablaron de las condiciones en las que ejercen su oficio y pidieron a los diferentes niveles y poderes de gobierno políticas públicas con perspectiva de género para garantizar la libertad de expresión en el país.
Pronunciamiento de mujeres periodistas de Chiapas
«Lo hicimos de nuevo. Una vez más las mujeres periodistas y comunicadoras de Chiapas decimos con nuestra participación activa en esta marcha que no sólo documentamos e informamos sobre las violaciones a los derechos humanos en contra de las mujeres también somos esas mujeres. Nuestro oficio no nos hace renunciar a nuestro derecho de movilizarnos, de ser parte de esta historia».
En México, la Red Nacional de Periodistas ha documentado en lo que va de esta administración federal 661 agresiones en contra de mujeres periodistas, tres de ellas fueron feminicidio. Norma Sarabia Garduza, asesinada el 11 de junio de 2019 en Huamanguillo, Tabasco; María Elena Ferral Hernández, asesinada el 30 de marzo de 2020 en Papantla, Veracruz y María de Lourdes Maldonado López, asesinada el 23 de enero de 2022 en Tijuana, Baja California. En los dos últimos casos, como se sabe, María Elena y Lourdes habían hecho del conocimiento de distintas autoridades estatales y federales amenazas y situaciones de riesgo, sin que se lograra prevenir sus muertes.
Las agresiones en contra de las comunicadoras tienen una clara carga de género: hostigamiento y acoso sexual, difamación, ataques con cargas sexistas, desplazamiento forzado.
«Aunado a estas violencias, también la mayoría de las mujeres periodistas padecemos de violencia laboral porque contrario a lo que se dice desde el discurso oficial estamos muy lejos de tener sueldos millonarios».
«Es cada vez más frecuente carecer de un contrato por escrito que establezca la relación laboral con las empresas, las prestaciones sociales son nulas y se trabaja sin acceso a servicios de salud, vivienda, o guarderías y eso también es violencia, de la que poco se habla.
Son muchas las compañeras que han tenido que dejar el periodismo porque no existen las condiciones para maternar ejerciendo este oficio. No tenemos acceso a guarderías, es un trabajo de riesgo, las amenazas por nuestro trabajo muchas veces se extiende a nuestras familias, las jornadas laborales son irregulares y sin horarios.
Hoy nos unimos a la marcha del 8 de marzo para exigir justicia por el caso de nuestras compañeras asesinadas en el país; pero también por los dos compañeros periodistas asesinados en Chiapas y que sus familias siguen exigiendo justicia y nosotras nos sumamos a ello.
Pedimos a los diferentes niveles y poderes de gobierno políticas públicas con perspectiva de género para garantizar la seguridad de quienes ejercemos el periodismo. Demandamos a las y los empresarios de los medios de comunicación a generar las condiciones para que podamos ejercer nuestra labor, que cumplan la Ley del Trabajo. Que existan protocolos de atención a la violencia de género en las redacciones de los medios, que se prevengan y atiendan los casos de hostigamiento y acoso sexual.
Exigimos que nuestro trabajo de informar no sea criminalizado desde los poderes de gobierno. Nosotras nos debemos a la ciudadanía, no nos debemos a ningún gobierno en turno. Nosotras si tenemos un lado y sí tenemos una posición, pero esa es estar a favor de los derechos humanos.
Nuestro trabajo como periodistas y comunicadoras está relacionado con el derecho a saber de la ciudadanía. Las periodistas estamos poniendo en la agenda pública los temas relacionados con los derechos humanos de las mujeres, queremos seguirlo haciendo; pero necesitamos que ustedes nos abracen, que ustedes también se sumen a nuestro reclamo de demandar mejores condiciones para desempeñar nuestro trabajo, queremos que esta demanda de querer a las mujeres periodistas libres e informando sea una petición de todas porque unidas somos más fuertes».
*Este artículo fue retomado del portal AquíNoticias
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