Ciudad de México.- Durante el conversatorio “Por nuestra vida, irnos. Mujeres desplazadas”, la coordinadora del programa “Libertad de Expresión y Género” de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Adriana Ramírez Vanegas, destacó la necesidad de resolver el vacío existente en los planes de reintegración social y laboral para periodistas desplazadas ante las violencias que experimentan en México.
La plática se llevó a cabo el tercer día de la Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de la Expresión de las Mujeres y contó con la participación de las periodistas Natividad Ambrocio, Reyna Ramírez Hernández y Patricia Mayorga, quienes compartieron sus propias historias de desplazamiento forzado, marcadas por las amenazas y ataques por parte del crimen organizado y funcionarios de gobierno, pero también por las grandes ausencias del Estado que, se supone, está obligado a proteger sus derechos.
De acuerdo con el Índice de Paz México (IPM), en 2021, 44 mil 905 personas salieron de México a causa de las diferentes violencias que atraviesan al país. De estas víctimas del desplazamiento forzado, mil 455 son periodistas y, aunque una parte del gremio logra volver a su lugar de origen, hay un vacío importante en cuanto a planes que les ayuden a reintegrarse plenamente a su vida social y laboral.
Ramírez Vanegas dijo que entre las deficiencias del ámbito gubernamental se encuentra la falta de una ley que considere los procedimientos jurídicos de actuación ante el desplazamiento forzado en México; por otro lado, remarca que aunque existen mecanismos de protección para periodistas, estos no son suficientes antes, durante ni después de los procesos de desplazamiento.
Para subsanar estos vacíos estatales, CIMAC está trabajando en un manual para la elaboración de Planes de Retornos Integrales para Mujeres Periodistas en México y sus familias, el cual se publicará en los próximos días; con este manual, la organización pretende fortalecer la búsqueda de condiciones dignas para quienes han sido víctimas de desplazamientos forzados.
El desplazamiento: abandonar la vida y el trabajo
Reyna Ramírez Hernández es originaria de Sonora, trabajó para Grupo Reforma y actualmente es una reportera independiente. Ha sido víctima de desplazamiento forzado en dos ocasiones: una en 2010, por problemas con la administración del entonces gobernador Guillermo Paredes; y otra, en 2017, tras un ataque armado en una mina de Caborca.
“Ser periodista desplazado no es absolutamente nada fácil y menos si eres mujer. Los procesos pueden llevar años, primero en aceptarlo, después en llorarlo (…) Cuando uno sale obligado de su lugar de origen, hay una negación terrible de no quererte ir porque, aparte de toda tu vida, tu trabajo está ahí”, destacó.
Pero este proceso no solo atraviesa a las periodistas en lo individual. La periodista y fundadora de la Red Libre Periodismo, Patricia Mayorga, tuvo que dejar el estado de Chihuahua en 2017 tras el asesinato de su colega Miroslava Breach; aunque regresó hace dos años, su estancia se ha vuelto un ir y venir constante que ha transformado no solo su práctica periodística, sino también las dinámicas de vida de su hija, incluso sus planes a futuro.
“¿Es posible retornar?”, una respuesta que le corresponde al Estado
México cuenta con mecanismos para la protección de Derechos Humanos para las y los periodistas; sin embargo, de acuerdo con Adriana Ramírez Vanegas, el acceso a la justicia es raro en el sistema legal mexicano, además de la falta de estrategias efectivas para quienes vuelven tras un desplazamiento forzado.
De acuerdo con ella, tanto los planes que existen como los mecanismos de protección contra la violencia deberían incluir aspectos de seguridad mental y emocional para las y los periodistas, particularmente para las mujeres, pues actualmente se centran únicamente en el ámbito de la seguridad física. Esto es sumamente importante si se toma en cuenta que, de acuerdo con la periodista Patricia Mayorga, incluso dentro de su propia esfera, las periodistas tienen que enfrentarse a otros tipos de violencias.
Foto: César Martínez López
Las violencias experimentadas por las periodistas van desde el acoso y el hostigamiento por parte de colegas, así como una lucha constante por generar credibilidad y combatir campañas de desprestigio. Ante este panorama, las periodistas coincidieron en que los programas de reintegración deben atender los distintos niveles de protección, tanto el retorno seguro de las periodistas a sus entornos sociales y la seguridad en ámbitos laborales con desigualdades marcadas.
La Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de la Expresión de las Mujeres continuará por dos días más. El 19 de mayo se realizará el conversatorio “Hasta encontrarlas. Mujeres periodistas desaparecidas”, con la participación de la periodista Itxaro Arteta, Dalia Souza de Zona Docs, Balbina Flores de Reporteros Sin Fronteras y Patricia Monreal de Revolución 3.0.
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