Por Josette Miranda
Ciudad de México.- En el marco de “Por nuestra vida, irnos. Mujeres periodistas desplazadas”, el tercer conversatorio de la Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres, periodistas y víctimas de desplazamiento forzado coincidieron en la necesidad de apoyarse y tejer redes de acompañamiento ante las consecuencias del desplazamiento forzado.
La plática contó con la participación de Natividad Ambrocio, periodista de Iguala, Guerrero; Patricia Mayorga, periodista independiente de Chihuahua; Reyna Ramírez Hernández, reportera independiente en Sonora; y Adriana Ramírez Vanegas, coordinadora del programa “Libertad de Expresión y Género” en Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
Las mujeres ante el desplazamiento
En México, el ejercicio periodístico es uno de peligro. En el caso de las mujeres, el riesgo de ser vulneradas es doble, pues se enfrentan también a un Estado que las obliga a desplazarse y dejar su cotidianidad en un intento por salvar su vida, afirmó Mónica Garza, moderadora del conversatorio.
Adriana Ramírez resaltó que, si bien, el origen del desplazamiento forzado es producto de la violencia estructural y patriarcal, este no solo impacta a las reporteras en el ámbito individual, sino también a sus comunidades. De acuerdo con ella, los derechos de las audiencias son violentados también cuando las periodistas son silenciadas y las personas no pueden tener acceso a información crítica.
Al respecto, Patricia Mayorga y Reyna Ramírez coincidieron en que el desplazamiento forzado ha vuelto difícil tocar temas sensibles que antes cubrían. Reyna Ramírez, desplazada por el gobierno panista en Chihuahua durante 2010, compartió: “Yo ya no toco el tema de narcotráfico”.
Por otro lado, la periodista Natividad Ambrocio señaló que la inacción por parte de la justicia causa que las periodistas víctimas de distintas violencias se vean obligadas a dejar sus lugares de origen. En este sentido, afirmó que en México no existen garantías para el ejercicio del periodismo y los mecanismos para la protección a periodistas son ineficientes.
El Estado no me cuida, nos cuidamos entre nosotras
Las panelistas coincidieron en que, ante la ineficacia gubernamental, se ha vuelto imperativo construir redes de apoyo entre las periodistas desplazadas, pues son esenciales para sentirse protegidas y ser capaces de continuar ejerciendo su profesión, aun fuera de su lugar de origen.
“Hemos sido desplazadas, violentadas, amenazadas. Estamos vivas, podemos decirlo, podemos contarlo, hay quienes no; estamos vivas y cada día estamos tejiendo esta red de periodistas, esta red de compañeras de manera que podamos unirnos para trabajar juntas, dividir proyectos para sacarlos a la luz y que no solo sea perjudicial y se ataque a una”. Natividad Ambrocio
En este sentido, las participantes enfatizaron que el Estado debería ser capaz de garantizar el acceso a la justicia y la reparación de daños tanto de las periodistas como de sus familias, pues es necesario para que puedan retomar sus proyectos de vida de manera digna e íntegra.
La Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres continúa. El jueves 19 de mayo se llevará a cabo el conversatorio “Hasta encontrarlas. Mujeres periodistas desaparecidas”, donde participarán Itxaro Arteta, reportera; Dalia Souza de Zona Docs; Balbina Flores, periodista en Reporteros Sin Fronteras, y Patricia Monreal de Revolución 3.0.