Ciudad de México.- Ante la falta de estadísticas desagregadas en México que reflejen la realidad de la violencia de género evidenciada por la Investigación sobre la interrelación y los vínculos entre la violencia sexual y la muerte de niñas y adolescentes en la región de América Latina y el Caribe (2010 -2019), organizaciones exigieron datos accesibles y recalcaron la urgencia de impulsar políticas públicas que prevengan y erradiquen todo tipo de abuso contra las mujeres.
De acuerdo con la investigación, realizada en coordinación con el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), durante la última década la violencia sexual contra niñas y adolescentes se ha consolidado en la región como un tipo de agresión estructural que provoca otro tipo de violencias como feminicidio, desaparición, suicidio y muerte materna.
Entre las principales dificultades o barreras identificadas que impiden que este tipo de violencia ceda, Cladem identificó que en los países analizados –Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay– persisten prácticas nocivas que estigmatizan a las víctimas de violencia sexual, lo que provoca una normalización de estos delitos y que muchas de las denuncias no culminen en procesos justos y restaurativos.
En el informe también se resaltó la presencia de débiles modelos y protocolos de atención integral territorial especializada en violencia de género y, en particular, en la atención de niñas y adolescentes. La investigación destacó que en dichos países impera la inexistencia de bases de datos consolidadas y de largo alcance para determinar el aumento de estas agresiones y su letalidad en comparación con la década pasada.
En ese sentido, durante la presentación de la investigación realizada este martes, la subdirectora en análisis de políticas públicas para prevenir la violencia de género de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Karen Ramírez Moguel Pérez, reconoció que en México falta construir y legislar en favor de las niñas, adolescentes y mujeres, por lo que aseguró que de ahora en adelante la Comisión se hará “responsable de contribuir” en este ámbito.
“Desde la Comisión consideramos que esta clase de estudios contribuyen no solo a la política pública del país, también a la visión de cómo generamos estrategias de cambio. Nos atañe el tema del registro porque hace tiempo adquirimos el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (BANAVIM), hay mucho que hacer. Desde Conavim, seguiremos contribuyendo apegadas a lo que normativamente nos corresponde y contribuiremos con las organizaciones para que estos datos sean accesibles”, expresó Karen Ramírez.
Acerca de la Investigación sobre la interrelación y los vínculos entre la violencia sexual y la muerte de niñas y adolescentes en la región de América Latina y el Caribe (2010 -2019), la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada Mendoza, opinó que dicho informe revela que el contexto de violencia se asemeja en distintos países, mostrando que varios de ellos retrocedieron en los derechos de las mujeres; aunado a esto, la socióloga y activista denunció que la inexistencia de información estadística sigue siendo una “lucha eterna”.
“Es necesario plantearnos por qué la violencia contra las mujeres ha aumentado a pesar de que los gobiernos han creado diversas acciones. Nos enfrentamos a que en el problema de la violencia inciden factores y debemos conocerlos, porque hay patrones que persisten, están naturalizados, y otros son elementos nuevos. Es importante hacer el vínculo entre la violencia sexual, feminicidio, desaparición, suicidio, interrupción del embarazo y muerte materna”, aseveró María de la Luz Estrada.
Por ello, la integrante de Cladem Jalisco, Guadalupe Ramos Ponce, remarcó la importancia de que la investigación sea considerada como una herramienta de la que se apropien las instituciones: “Esto nos sirve para que se generen políticas públicas porque es lo que hace falta, que se prevengan y erradiquen las violencias. Es la esperanza: que en algún momento este mundo sea un mundo mejor para niñas y mujeres”, concluyó la abogada.
