Creer que los derechos humanos de las mujeres son para siempre y que una vez que los conquistamos son intocados es un error, tal cual lo ha reconocido Kamala Harris, vice presidenta de Estados Unidos, tras el revés que dio el Tribunal Supremo de aquel país para criminalizar nuevamente el aborto, luego de medio siglo de legalización.
Esta autocrítica que hace Harris nos lleva a no perder de vista que el conservadurismo está agazapado y listo para saltar y dar su manotazo cuando nos descuidamos. Y eso nos obliga a estar alerta.
Porque este golpe conservador que se dio en Estados Unidos infla a sus pares en la región.
Y el ejemplo es lo que está sucediendo en Michoacán.
Estado gobernado por Morena, que ahora enfrenta la iniciativa de Ley propuesta por el diputado petista, Baltazar Gaona García para reforma al artículo 142 del Código Penal para el Estado de Michoacán, con la finalidad de que todo aquel que hiciere abortar a una mujer con consentimiento previo de ésta, se le imponga una pena de dos a tres años de prisión, y si el consentimiento se hubiese inducido empleando violencia física, económica o psicológica o mediante engaños. Y, ya sea, al progenitor, a la persona o personas que hayan inducido el consentimiento se les imponga, de seis a nueve años de prisión además de una multa.
Esto a días de que el mismo diputado propusiera la reforma que modificó la Ley de Desarrollo social del Estado para reconocer los derechos sociales, económicos y culturales del embrión desde el momento de la concepción.
Esto quiere decir, que, cualquier persona que conciba un embrión y radique en Michoacán podrá acudir a registrar a su embrión para becas escolares, a algún programa social o cultural, en una entidad con graves problemas de violencia social como el feminicidio, el ataque a defensoras y periodistas, el legislador petista y el congreso local andan cuidando los derechos de los no nacidos.
Como legislador, él, puede proponer lo que sea, pero me pregunto dónde está la lógica, la argumentación y las prioridades de quienes legislan; porque esta iniciativa fue aprobada el lunes pasado, por el congreso local por mayoría con 17 votos a favor y sólo seis en contra. Una iniciativa que es absurda, porque los Derechos humanos son de las personas nacidas vivas. Pero que fue apoyada por todos los partidos representados en el congreso local, PAN, PRI, VERDE, Morena, PRD, PES y PT.
Lo cual confirma que el pensamiento conservador, está en todos lados, no es exclusivo de un partido, incluso se encuentra, por desgracia, en amplios sectores de la sociedad.
Cuando creíamos que íbamos avanzando al lograr la despenalización del aborto en nueve entidades federativas, la reacción se hace presente. Lo cual es una constante a lo largo de la historia.
Y nos confirma que los derechos humanos de las mujeres que tanto nos cuestan ganar, tienen que ser blindados todo el tiempo para evitar retrocesos. Por ello lo dicho por Harris es más que atendible, pues es el recordatorio del riesgo que corren nuestros derechos, con acciones directas pero otras disfrazadas de postmodernidad.
Porque las reformas por más absurdas e inaplicables que parezcan se hacen presente, gracias a los conservadores.
Pues, socialmente todavía nos hace falta afianzar las bases ciudadanas que eleve el costo a las corrientes reaccionarias que están en todos los partidos políticos, en todos los gobiernos, en todos los sectores y en todos los países.
Estos manotazos regresivos a los derechos humanos de las mujeres, nos llevan a seguir alimentando en la sociedad la conciencia que los derechos humanos de las mujeres son derechos humanos, tal cual se reconoció en la cumbre de Viena en 1993, y deben ser protegidos y alimentados en la progresividad para evitar retrocesos.
Porque si bien en Michoacán con la propuesta de reforma al Código Penal no se está criminalizando directamente a las mujeres que decidan abortar, como lo ha mandatado la Suprema Corte de Justicia, han encontrado la vía para seguir impidiendo que las mujeres puedan acceder a aborto seguro y legal, persiguiendo ahora al personal médico pero sobre todo a las colectivas que acompañan a las mujeres a abortar.
Las mismas que hoy están apoyando a las mujeres en Estados Unidos, a quienes los conservadores les quitaron su derecho al aborto seguro y legal.
Y sabemos que estos casos suelen replicarse.
Porque la lectura equivocada que sigue prevaleciendo, es que los derechos de las mujeres, son “para un pequeño grupo”, minimizando su impacto en la sociedad y olvidando que las mujeres somos la mitad del mundo.
Por eso digo que el retroceso en Estados Unidos debe prender las luces de alerta en México y en toda la región, pues ante los avances que logramos las mujeres, la derecha busca una y otra vez detenerlos.
Recordemos como tras la despenalización del aborto en Ciudad de México, los conservadores de derecha, de las que se dicen izquierdas y la socialdemocracia partidaria se aliaron para dar los retrocesos legales para criminalizar y penalizar a las mujeres prácticamente en todo el país, donde los embriones concebidos o no, se pusieron por encima de las mujeres vivas.
Es la misma política conservadora que impidió que la promesa de la primera secretaria de gobernación se incumpliera, y no se lograra despenalizar el aborto en todo el país.
Iniciativas reaccionarias como la michoacana y estadounidense prende las alertas y más vale que las escuchemos para no dormirnos en nuestros laureles, porque eso, como hemos visto, nos puede costar 50 años de avances.
