Inicio Columna Recordar a las y los desaparecidos y sus familias

Recordar a las y los desaparecidos y sus familias

Por Lucía Melgar Palacios

Este martes 30 de agosto, las familias organizadas que buscan a sus desaparecidas y desparecidos llevaron a cabo una jornada de actividades en conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Con esta acción, dieron un ejemplo al gobierno sobre la persistencia de la memoria y acción colectiva en defensa de la dignidad humana; así, hicieron también un llamado a la sociedad: no solo a recordar a las más de 104 mil personas desaparecidas en México, sino a solidarizarse con ellas y exigir esclarecimiento y castigo y, sobre todo, el cese de esta práctica atroz que devasta a familias y comunidades.

La lucha de las colectivas en busca de las y los desaparecidos no requiere de fechas señaladas; cobra, sin embargo, particular agudeza al hacerse visible en calles y plazas. Nos interpela desde la Glorieta de las y los Desaparecidos, exhibe los rostros de personas cuyo destino se ignora y saca a la luz la mancha de ignominia que las autoridades ocultan o minimizan y que a menudo la sociedad tiende a “olvidar”. Sin duda, cargar a diario con la sombra de la desaparición parece insostenible, pero eso hacen las familias y comunidades mutiladas por este delito.

Según la definición del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, la desaparición forzada se da cuando “se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúen en nombre del gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o asentimiento y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley”.

Habrá quien argumente que no todas las desapariciones en México corresponden a esta figura. Sin embargo, dada la colusión de autoridades estatales y locales con grupos criminales —como ha evidenciado el caso de Ayotzinapa—, es imposible minimizar la responsabilidad del Estado en las miles de desapariciones de personas, nacionales o migrantes.

La negligencia gubernamental ante las denuncias de familiares, por otro lado, las hace cómplices por omisión (al menos) de un crimen mayor y de la consecuente desprotección de personas y comunidades. También contribuye a la reproducción de esta atrocidad, obstrucción de la justicia, falta de castigo a los responsables e indiferencia estatal ante los reclamos de familiares que, con escasos recursos, buscan a sus seres queridos y se exponen a amenazas criminales.

De esta manera, mientras que las diversas autoridades suman —con imprecisiones— las cifras de desapariciones, las familias luchan casi solas por la verdad y justicia, con la esperanza de encontrar vivos o muertos a sus seres amados.  El daño psicológico que conllevan la pérdida y la incertidumbre, el desgaste en la espera y búsqueda perduran, muchas veces, ante la ausencia de un cuerpo y la imposibilidad de otorgar un último reconocimiento a la persona querida y, así, culminar el duelo.

Dado el daño emocional, económico, personal y colectivo de las desapariciones, es tanto más admirable la lucha de las madres y colectivas que año con año, día tras día, buscan verdad y justicia; y de las organizaciones y personas que se han solidarizado con su causa.

La persistencia de quienes, pese a las autoridades capitalinas, transformaron la ex “Glorieta de la Palma” en sitio de memoria y reclamo; la celebración del Primer Encuentro Regional de Familiares de Personas Desaparecidas con representantes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, llevada a cabo el fin de semana pasado en Guatemala; la creación de la aplicación digital “SocorroBot”, que se dio a conocer en esta ocasión y permitirá saber qué hacer en caso de una desaparición; o el sitio adondevanlosdesaparecidos.org , que es a la vez un portal informativo y un sitio de memoria; todas estas son muestras de la efectividad de una acción colectiva que ha ido tejiendo redes e inspirado solidaridad efectiva.

Esta lucha por la dignidad y la vida llama a la solidaridad, a reconocer en la sociedad civil y sus acciones constructivas un agente vivo de cambio. Siembra esperanza desde y contra la desesperanza.

Nota: el contacto del «SocorroBot» es: 55 9295 2174 (Ojalá nunca necesites usarlo).

También en Cimacnoticias

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido