Inicio ellas-independenciaGertrudis Bocanegra: una historia en la Independencia de México forjada desde el hogar

Gertrudis Bocanegra: una historia en la Independencia de México forjada desde el hogar

Por Diana Hernández Gómez
Escultura de Gertrudis Bocanegra en un parque nombrado en su honor en Pátzcuaro, Michoacán. Fotografía: Wikimedia Commons.

Son varias las mujeres que participaron en el movimiento de la Independencia de México. Entre las más reconocidas están Josefa Ortiz de Domínguez, «La Corregidora», y Leona Vicario. Sin embargo, hay otras como Mariana Rodríguez del Toro y Gertrudis Bocanegra que, aunque no han alcanzado el mismo renombre en los libros de Historia, desempeñaron un papel muy importante en el proceso de emancipación de nuestro país.

En esta ocasión hablaremos sobre María Gertrudis Teodora Bocanegra Lazo Mendoza, mejor conocida como Gertrudis Bocanegra, quien apoyó el movimiento insurgente, al principio desde su hogar pero más adelante directo en el campo de batalla. Al respecto, la investigadora Claudia Espino Becerril nos recuerda que, en la Nueva España, las mujeres estaban presentes sobre todo en el ámbito doméstico. Sin embargo, tal como muestra la historia de Gertrudis Bocanegra, la lucha y la casa no son espacios separados.

De los mensajes ocultos al frente armado

María Gertrudis Bocanegra nació el 11 de abril de 1765 en Pátzcuaro, Michoacán. Según el Archivo Parroquial de Pátzcuaro, Gertrudis tenía sangre de un indio cacique, además, su padre estaba registrado como español y su madre como mestiza.

El papel de Bocanegra Lazo Mendoza en la Independencia está estrechamente enlazada con su matrimonio con el soldado Pedro Advíncula de la Vega, quien formó parte del Regimiento de la Provincia de Michoacán. Y es que, luego de casarse, Pedro Advíncula se unió al movimiento de lucha junto con un hijo de 17 años que había procreado con Gertrudis.

Padre e hijo participaron en la batalla del Puente de Calderón y más adelante se unieron al frente liderado por el insurgente Manuel Muñiz. Pero, en general, toda la familia de Bocanegra y Advíncula apoyaba abiertamente el movimiento.

Retrato de Gertrudis Bocanegra. Imagen: Museo de la Mujer

De acuerdo con la información recogida por Espino Becerril en su artículo «Mujeres en la Independencia de México», debido a esto, varios simpatizantes de la lucha independentista se reunían en la casa de Gertrudis Bocanegra por las noches para hablar sobre las noticias que llegaban desde otra parte de la República hasta Michoacán. De igual forma, ideaban la manera de enviar dinero, recursos o víveres a otros grupos.

Pero estas reuniones se daban con discreción, aparentando simples reuniones o tardes de juego. En ellas, Gertrudis se quedaba en un rincón atenta a las resoluciones a las que se llegaran. Luego elaboraba unos cigarrillos especiales por medio de los cuales comunicaba lo que estaba pasando en la región de Pátzcuaro-Tacámbaro.

Sin embargo, el papel de Gertrudis Bocanegra en la lucha de Independencia dio un giro cuando su hijo y su esposo perdieran la vida: el primero en el campo de batalla y el segundo en el Hospital Beaterio de las Carmelitas. Esto llevó a la mujer a mandar a sus otras tres hijas lejos, a Valladolid, para mantenerlas a salvo; mientras tanto, ella se quedó pero ya no en casa: salió al campo de batalla con el frente liderado por coronel de apellido Gaona, quien, según Claudia Espino, era su hijo político.

La lealtad que llevó a Gertrudis Bocanegra al fusilamiento

De acuerdo con Espino Becerril, Gertrudis Bocanegra estuvo tres años en el campo de batalla haciendo de todo: cuidando heridos, reclutando militantes y buscando recursos para poder continuar. Después de este tiempo regresó a su casa en Pátzcuaro, desde donde el coronel Gaona le pidió que organizara a las fuerzas insurgentes, reclutara más adeptos y facilitara la entrada de las tropas a la región michoacana.

Fue de esta forma que Gertrudis conoció a un exsargento realista, con quien intentaba convencer a otros realistas de que cambiaran de bando y se unieran a la lucha por la Independencia. No obstante, ese hombre que fue su aliado por algún tiempo la traicionó, supuestamente, luego de que Bocanegra lo acusara de forma indirecta por el robo de un tenedor.

Así, en 1817, Gertrudis Bocanegra Lazo Mendoza fue encarcelada y, a pesar de las amenazas contra sus hijas y de la advertencia sobre la pena de muerte, no traicionó a sus compañeros cuando las autoridades intentaron desarmar su organización. Esto la llevó frente al paredón de fusilamiento en la Plaza Mayor de Pátzcuaro, donde murió el 11 de octubre de 1817.

Según el periodista Victoriano Agüeros, mientras caminaba para afrontar su muerte, Gertrudis Bocanegra se detenía a incitar a la gente a no abandonar la pelea por un país autónomo. Finalmente, se quitó una peineta de oro y pidió a un sacerdote que se la entregaran a su hija mayor. Intentó quitarse la venda de los ojos antes de morir, pero no pudo hacerlo.

María Gertrudis Teodora Bocanegra Lazo Mendoza no vio a quienes le quitaron la vida. Sin embargo, desde afuera, muchos conocieron su historia y su papel en la Guerra de Independencia. Y muchas, ahora, recordamos su nombre para no dejar que se pierda en las páginas de la historia oficial.

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