A lo largo del año, en México se registraron cifras históricas y alarmantes de violencia contra las mujeres. Haciendo un balance general, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a noviembre de 2022 se reportaron 858 feminicidios y más de 5 mil muertes violentas de mujeres. Asimismo, la violencia familiar y la violencia sexual dejaron números alarmantes que muestran la falta de atención del Estado ante este problema.
De acuerdo con los datos del SESNSP, además de los 858 feminicidios registrados a nivel nacional, en México hubo 2 mil 592 mujeres víctimas de homicidios dolosos y otras 3 mil 513 víctimas de homicidios culposos entre enero y noviembre. Es importante tomar en cuenta estas otras cifras porque, tal como ha denunciado la organización Nosotras tenemos otros datos, suele haber errores de clasificación debido a la falta de perspectiva de género en las instancias de gobierno.
En este sentido, no es extraño que mientras estados como Campeche alcanzan registros no vistos desde hace 15 años en feminicidios, el mismo SESNSP muestre una cantidad de homicidios culposos contra mujeres que supera las cifras de hace siete años.
El pasado mes de noviembre, el caso de Ariadna Fernanda dejó ver esta falta de perspectiva y de empatía por parte de las fiscalías locales. Y es que, tras darse a conocer la localización sin vida de la joven, el fiscal general Uriel Carmona Gándara declaró que había muerto debido a una congestión alcohólica. La versión fue respaldada públicamente por personal de la fiscalía a su cargo, la cual se negó a investigar el caso como feminicidio.
Pero el caso de Ariadna no es el único. Las muertes de otras mujeres como Luz Raquel, Debanhi Escobar y Abigail tampoco fueron atendidas con los protocolos adecuados y, por si fuera poco, a algunas de ellas las hicieron culpables de sus propios decesos.
Violencia familiar y sexual continúan aumentando
Otras violencias también presentaron cifras alarmantes este 2022. Según los datos del SESNPS, este año se registraron 251 mil 159 presuntos delitos de violencia familiar. Además, el mes de mayo fue el más violento para las mujeres en este ámbito en los últimos ocho años con 27 mil 104 casos.
En entidades como Oaxaca, la violencia familiar se está convirtiendo en la evidente antesala para la violencia feminicida. De los 120 feminicidios registrados en dicho estado, el 31 por ciento (es decir, 39 de ellos) sucedieron en el hogar, lo cual parece indicar que las mujeres conviven con sus agresores antes de que éstos decidan arrebatarles la vida.
La violencia familiar fue uno de los tipos de violencia que aumentaron durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19. Esto se refleja también en las cifras de 2020 y 2021, cuando la violencia en los hogares acumuló cerca de 220 mil y 253 mil casos respectivamente. Y, aunque este año no ha habido medidas de confinamiento, el hecho de que las cifras no alcancen los números prepandémicos indican que el problema sigue sin atenderse como es debido.
Algo similar ocurre con los casos de violencia sexual. Este 2022, las violaciones también alcanzaron números que no se veían desde hace siete años con un total de 21 mil 615 casos. El mes de mayo, además, fue el que presentó más incidencias de este delito en los últimos siete años de acuerdo con el SESNSP.
La cantidad de llamadas de emergencia por incidentes de abuso sexual también reflejan esta crisis en materia de violencia contra las mujeres. Las gráficas del SESNSP dejan ver que las llamadas al 911 por este delito de índole sexual se han duplicado respecto a las cifras de 2016. Lo mismo ocurre con los casos de hostigamiento sexual: en 2016 hubo 3 mil 179 llamadas de emergencia ante esta violencia; para 2022, la cifra es de 10 mil 506.
Gobiernos locales y federales han emprendido campañas y políticas públicas para intentar frenar la violencia contra las mujeres. La línea *765 y la campaña millonaria “Seamos hombres distintos” son solo algunos ejemplos. Sin embargo, las cifras oficiales (que, además, siempre tienen un margen de subregistros) dejan ver que estas acciones están lejos de ser efectivas.
