Chiapas.- Este 18 de junio, en México se celebró el Día del Padre. Como parte de las festividades, el alcalde de Huehuetán (una localidad del estado de Chiapas ubicada cerca de la frontera con Guatemala) decidió contratar a varias mujeres para que brindaran “entretenimiento” a los hombres asistentes a un evento presuntamente subsidiado con parte del presupuesto público de la entidad. Estos hechos —que ya han desatado diversas críticas entre la sociedad— no solo hablan de la forma en la que los políticos invierten el dinero: también dejan ver el grado de normalización que hay respecto a la cosificación e hipersexualización del cuerpo femenino y su comercialización como una forma de diversión.
El alcalde señalado por haber organizado este evento que se realizó el sábado 17 de junio es José Manuel Ángel Villalobos, integrante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien es alcalde del municipio desde 2021. En una invitación que circula en redes sociales aparecen los logos del Sistema Nacional del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y del gobierno de Huehuetán. De igual forma, se ve la imagen de un hombre cargando a dos niños pequeños, y abajo se lee la leyenda “no niños no mujeres”.
A pesar de esta “advertencia”, en videos que circulan a través de redes sociales se ve a niños y mujeres presentes. Mientras tanto, en un escenario, las mujeres contratadas por el gobierno de Villalobos se despojan de prendas de vestir y realizan bailes con los hombres asistentes al evento. Según relatan medios locales, esto desató la indignación de las madres de familia presentes, quienes decidieron abandonar el lugar junto con sus hijas e hijos ante la violencia simbólica del espectáculo.
La colectiva feminista 50+1 Chiapas ya se posicionó respecto a esta violencia. A través de un pronunciamiento público, el grupo de mujeres organizadas condenó enérgicamente el evento y destacó que el Día del Padre es un día creado para “resaltar la importancia de la figura paterna en la vida de las personas”. Por lo tanto —agregaron las integrantes de 50+1— “es lamentable” que el alcalde de Huehuetán haya usado esta fecha para ofrecer un espectáculo “que reproduce estereotipos de género, reduciendo a la mujer como objeto sexual”.
Con base en lo anterior, el colectivo pide a las autoridades municipales capacitarse en temas de género y así evitar caer de nuevo en acciones que atentan contra los derechos de las mujeres “y desvirtúan el papel que instituciones, como el DIF, tienen en la protección de la familia”. Precisamente, Cimacnoticias envió una solicitud de información al Ayuntamiento de Huehuetán para corroborar el uso del dinero público en la organización del evento. Si esto se confirma, significa que el presupuesto destinado a la protección de las infancias se está utilizando para exhibirlas a la violencia simbólica en contra de las mujeres.
La cosificación de la mujer y la complicidad del Estado
En su posicionamiento, 50+1 Chiapas cita el artículo 5 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). Dicho artículo establece que las autoridades están obligadas a “modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres” con el objetivo de eliminar prejuicios y prácticas basadas en estereotipos de género que supongan la inferioridad de la mujer frente a los hombres. Si a José Manuel Ángel Villalobos se le juzgara bajo este solo artículo de la CEDAW, la conclusión sería definitiva.
Con el “espectáculo” de este fin de semana, Villalobos no solo permite que se sigan reproduciendo patrones culturales relacionados con la violencia contra las mujeres, sino que además promueve estas conductas al reproducir la idea de que ellas (nosotras) destacan únicamente por sus atributos físicos y por la forma en la que éstos pueden dar placer a los hombres.
Esta codificación tiene dos efectos en la sociedad según apuntan las especialistas Claudia Isbela López, Elvia Elizabeth Gómez y Sandy Justiniano de la Universidad Tecnológica Centroamericana en San Pedro Sula, Honduras. En su artículo “Análisis de la cosificación de la mujer desde una perspectiva de género”, las investigadoras explican que, por un lado, exponer a mujeres, niñas y adolescentes a este tipo de “eventos” públicos hace que interioricen modelos estereotipados de belleza cuyos estándares se convierten en su referente de “mujer atractiva”.
El mensaje que se transmite para este público específico, además, es el de “las mujeres tienen como fin satisfacer a los hombres”, lo cual puede también convertirse en una aspiración, sobre todo para niñas y adolescentes que comienzan a forjar su personalidad. Este mensaje, por otro lado, está ligado con la reproducción de la violencia y discriminación contra las mujeres en las comunidades.
Según explican Isbela López, Elizabeth Gómez y Sandy Justiniano, reducir a la mujer a un objeto sexual da pie a que se les desacredite en cualquier otro ámbito. También, a que se ejerza violencia sexual o de cualquier otro tipo en su contra bajo la idea de que las mujeres no tienen ningún valor y no son merecedoras de respeto.
Este es el mensaje que José Manuel Ángel Villalobos lanzó a la sociedad chiapaneca este fin de semana en una entidad donde, en lo que va de 2023, diez municipios han sido escenarios de diversos feminicidios (entre ellos, el propio Huehuetán) de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Dicho organismo también ha registrado 125 violaciones en el estado y coloca a Chiapas en el quinto lugar a nivel nacional en cuanto a llamadas telefónicas de emergencia relacionadas con actos de violencia contra la mujer.
