Inicio Serendipia El amor es político y diverso: un recordatorio para una vida libre de violencia

El amor es político y diverso: un recordatorio para una vida libre de violencia

Por Diana Hernández Gómez
Ximena y Brenda, una pareja mexicana que vive temporalmente en Canadá. Brenda comparte con Cimacnoticias sus reflexiones sobre el amor como una forma de florecer y resistir. Cortesía: Brenda Maldonado Pichardo

Pareja: del latin paris, “igual”. Significa, entonces, un conjunto de dos iguales que tienen una relación entre sí.

De acuerdo con cifras del 2021 del Inegi, en México, 4 de cada 10 mujeres con pareja han sido víctimas de violencia durante su relación o en relaciones anteriores. Para la psicóloga feminista Wendy Figueroa Morales, detrás de esos casos hay construcciones violentas y patriarcales del amor que encapsulan a las mujeres y las privan de su autonomía. Sin embargo, recordar que el amor es diverso y siempre libre puede abrir las puertas a otros modelos de relación donde nos encontremos con nosotras mismas y, a partir de ese florecimiento, podamos conectar física y emocionalmente con lo(s) demás.

Uno de los temas abordados desde la teoría feminista es, precisamente, el amor como una construcción social que se ha transformado con el paso del tiempo. Estas transformaciones, sin embargo, no han sido radicales: en esencia (y dentro del gran esquema capitalista y patriarcal que habitamos) siguen respondiendo a mandatos de género donde la mujer aparece siempre como subordinada por el hombre. Porque, precisamente, estas construcciones del amor se basan solo en las parejas heterosexuales.

https://cimacnoticias.com.mx/2022/07/08/las-claves-de-marcela-lagarde-para-el-amor-libre-de-las-mujeres-su-nuevo-libro#gsc.tab=0

A esta educación heteropatriarcal le debemos los mitos del amor romántico: la media naranja, el príncipe azul o la pareja predestinada… En cada uno de ellos se confunde el amor con el control y la pertenencia. Tal como explicó Figueroa Morales a Cimacnoticias, en estas relaciones verticales o de poder, quien domina tiene derecho al placer, y quien es dominada o dominado carga con nada más que sacrificios en nombre de un amor torcidamente irreal e imposible de concretar.

Como lo hemos hecho con tantos comportamientos misóginos y machistas, las mujeres también llegamos interiorizar estas ideas, a veces de formas transparentes y otras mucho más veladas. O por lo menos eso pienso mientras escucho a Brenda.

¿Cómo se vive el amor fuera del mandato heteropatriarcal?

Brenda Maldonado Pichardo es música, hispanista y también es mi mejor amiga. Nos conocimos en la universidad, cuando la vida se parecía a un césped siempre verde donde las horas transcurrían a paso lento y tranquilo. Luego la vida nos puso en lugares diferentes: a mí me trajo al periodismo y a ella se la llevó a Canadá con Ximena, su esposa.

Hablamos mucho, aunque a veces no tan seguido, y últimamente nos pusimos a pensar sobre el amor. Brenda es bisexual y ha tenido relaciones de pareja tanto con hombres como con mujeres, pero, para ella, las relaciones con hombres han resultado mucho menos fructíferas y disfrutables que con las personas de su mismo sexo. 

En una entrevista me cuenta más, y me comparte que en gran parte esto se debe a que siente que con los hombres debe adoptar un rol más pasivo. “Creo que cuando estoy con un hombre o me relaciono con un hombre tengo que esperar cierto «cortejo», y aunque yo soy muy «activa» o «proactiva» en las relaciones, con un hombre me siento más limitada, si pudiera decirlo de algún modo”.

https://cimacnoticias.com.mx/2022/12/02/ternura-radical-una-respuesta-amorosa-y-transgresora-ante-el-sistema-patriarcal#gsc.tab=0

Esto me hace pensar en las palabras de Wendy y en que la subordinación en las relaciones puede tener muchos rostros. Quizás asumir ese rol de sumisión implica, entre muchas otras cosas, que las mujeres configuremos nuestros deseos y comportamientos con base en un juego donde solo uno es quien está a cargo de la toma de decisiones.

Ya en las relaciones, Brenda me contó que incluso en el disfrute sexual la sensación es distinta, como si el único placer que contara fuera el de ellos y, entonces, la parte femenina quedara privada del goce en ese ámbito.

Brenda también pone énfasis en otra diferencia importante: la sensación de seguridad. Es cierto que, como afirma Wendy Figueroa (quien además de ser psicóloga dirige la Red Nacional de Refugios en México), las actitudes violentas y heteropatriarcales en pareja no dependen del sexo de las personas sino de cómo han sido educadas psicoafectivamente. Aun así, para Brenda es claro que estar con otras mujeres le otorga una seguridad mucho mayor que al estar con un hombre.

“Por el hecho de pensar que mis relaciones son con mujeres ya me siento aliviada de que, al menos por parte de mi pareja, no voy a vivir una situación de violencia como las que viven otras mujeres y que terminan en feminicidios, por ejemplo. Sí, entre mujeres se dan cosas de ese tipo, ¿pero cada cuánto?, ¿qué tan seguido lo escuchas?”, dice al respecto.

Estas preguntas son sumamente importantes en un contexto como el de México, donde, desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 31 de enero de 2023, 15 mil 475 mujeres han sido asesinadas de manera violenta según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Ante tanta violencia —afirma Brenda— compartir el amor en pareja con una mujer muchas veces puede hacerte sentir más fuerte y darte valor para hablar de aquello que te incomoda o que te angustia. Puede darte más fuerza, en general, para resistir. 

“El amor entre mujeres se vuelve, sí, político” -dice- “y más estando en México, porque entre dos mujeres pensando y hablando sobre todas las situaciones que vive una mujer en la violencia con un hombre… además de que te sientes protegida, aliviada, a salvo, tienes la mente para pensar en otras cosas”. Así, este amor se convierte también en un espacio donde el temor a una agresión inminente cede ante la libertad.

Entre otras cosas, esta libertad abre la puerta a otras formas de dar, recibir y sembrar amor.

Amar más allá de nosotras pero desde nuestro ser

Un paso necesario para disminuir los índices de violencia en pareja es reeducarnos en cuanto a nuestra concepción del amor. En este sentido, desde la perspectiva y la experiencia de la psicóloga Wendy Figueroa, lo que tendría que cambiar es esa mezcla con la cual construimos nuestras relaciones. Si una relación se monta desde la libertad y la autonomía de ambas partes, entonces el amor dejará de ser sinónimo de posesión y se convertirá en un escenario para compartir nuestras individualidades.

Si bien esta reeducación debería partir de los hogares y ser parte de las tareas del Estado, lo cierto es que, actualmente —opina Figueroa—, cada vez hay más colectivas, organizaciones y espacios donde se está trabajando para resignificar el amor desde el feminismo. Pero, ¿qué significa hacer esta labor desde el movimiento?

«El amor desde el feminismo es entender lo que significan las libertades de todas las personas y cómo podemos encontrar el amor en diferentes cosas y situaciones.»

Wendy Figueroa Morales

Amar desde el feminismo implica libertad y revolución, y para mí no hay una persona más libre y revolucionaria que Brenda. Su amor al canto, el deporte, la familia, las montañas… su amor a la vida en general es tan fuerte que puede sentirse al escucharla hablar. Y, para ella, construirse de esa forma tuvo que ver necesariamente con la exploración de su amor en pareja.

En México, como muchas mujeres, Brenda se ha enfrentado a diversas situaciones de violencia. Para ella es evidente el contraste entre esta experiencia y la de vivir en el extranjero. También percibe esta misma diferencia entre sus relaciones sentimentales con las mujeres y con los hombres, quienes tienden más a reproducir conductas heteropatriarcales en pareja. Cortesía: Brenda Maldonado Pichardo

Cuando ella comenzó a experimentar su atracción hacia las mujeres no hubo muchas personas a las que pudiera acudir para recibir orientación ante aquello que le generaba confusión. “Mis referencias eran el internet y mis amigas”, dice al respecto. En su familia no se hablaba sobre relaciones en general, por lo que tocar el tema de relaciones fuera del esquema heterosexual era algo simplemente inimaginable.

Pese al miedo a posibles rechazos, cuando finalmente reconoció su atracción por las mujeres, algo en ella se transformó. “A partir de ese momento se abrió un mundo”, concluye. “Fue como si un par de puertas enormes se hubieran abierto y me dijeran «Mira y descubre esto que se avecina y que es todo para ti».

Brenda habla de este momento como un parteaguas de su vida, y esas puertas de las que habla le mostraron otra forma de conocerse y descubrirse a sí misma. En este sentido, para ella era un orgullo poder salir a la calle tomada de la mano de otra mujer, pues esa sensación era un descubrimiento nuevo y completamente auténtico que resonaba dentro de su ser.

“Creo que cuando estoy con una mujer tengo más oportunidad de ser yo misma por alguna razón. Cuando me relaciono con una mujer me parece que hay mas apertura, imaginación, hay mas maneras de conocerse e interactuar. Esa manera de relacionarme con una mujer me causa mayor satisfacción y realización.”

Brenda Maldonado Pichardo

Más allá de una idealización, reconoce que las relaciones de pareja entre mujeres no están exentas de dificultades e incluso de violencias. No obstante, desde su perspectiva, el abanico de posibilidades para salir de ellas es mucho más amplio que en una relación heteronormada. Y, en esta transfiguración del amor que ella vivió, coloca a la duda como uno de los elementos centrales del proceso.

Wendy Figueroa también habla de la duda cuando aborda la importancia de tomar conciencia de la dimensión política del amor. “Decimos que lo personal es político, pero lo personal también es colectivo. Por ende, algo que necesitamos constantemente es desmontar el amor romántico para poder vivir sin amor machista, sin violencia, sin sufrimiento”, asevera al respecto.

La especialista sabe que aún con este proceso de deconstrucción es imposible alcanzar un punto en el que el amor sea lo único que atraviese nuestras relaciones personales en la pareja, el trabajo, la familia y el resto de nuestras esferas vitales. Sin embargo, opina que dicho trayecto sí puede traer consigo respeto y tolerancia en un país donde la violencia parece desbordarse cada día más.

“Creo que si eso lo podemos entender y apropiar estaríamos transitando a otra dimensión distinta de lo que es el amor libertario”, afirma. Casi como si hubieran dialogado fuera de estas letras, Brenda complementa esta opinión: “si una como mujer se educa un poco más de lo que estamos educadas en lo normal o en lo regular o en lo esperado como sociedad, podemos tener un alcance muy grande en muchos aspectos de nuestras vidas”.

Y esa es, quizás, una de las apuestas más valiosas en un mundo terriblemente cruel: amar de formas diversas y libres. Amar de forma feminista. Amar como yo amo a mi mejor amiga y como ella ama a Ximena, a la vida y a la libertad.

También en Cimacnoticias

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido