Ciudad de México.- La importancia de las mujeres periodistas en libertad de expresión y con conciencia de género es necesaria en los medios de comunicación y en puestos donde se decidan contenidos, a fin de que se les deje de sexualizar, infantilizar y cosificar. El feminismo ya ha hecho diversas aportaciones a la interpretación del mundo, de la sociedad actual, y se requiere avanzar en otros ámbitos desde los cuales se construya una realidad diferente.
Así lo afirmó la académica Nelly Lucero Lara Chávez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien señaló que “para visibilizar a las mujeres se plantea que mayor número de ellas con conciencia de género, feministas, se incorporen a los medios de comunicación y aporten su interpretación del mundo”.
Expuso que hay análisis que han empezado a rastrear la labor de las mujeres al interior del periodismo y se ha detectado que abordan temas que difícilmente hubieran tratado los hombres, los medios de comunicación son un espacio en el que se construyen representaciones, lugares simbólicos, el lenguaje y la forma como se emplea interviene en la construcción de la realidad, a partir de cómo se nombra y valora a los sujetos.
En ese sentido, la autora de manuales sobre lenguaje incluyente y comunicación aseguró que en estos espacios impera el patriarcado, el sexismo y el machismo. El patriarcado como un orden social genérico en el que hay una dominación a la mujer, esta no es vista como persona, sino que termina configurada “como una conejita de Playboy, una ama de casa, un sujeto de servidumbre”.
Además, se reitera la idea de que las mujeres y hombres somos abismalmente distintos, que ellas no pueden vincularse con otras y que el sexo masculino debe decidir qué pasa con la vida de las mujeres. Así, dominan contenidos en los medios de comunicación en los que se las presenta como “la esposa de”, “la novia de” y estereotipos que subrayan su belleza, comportamiento o vestimenta, expresó la doctora en Ciencias Políticas y Sociales.
Lara Chávez indicó que para romper estas dinámicas se debe buscar que se destaque la presencia de las mujeres en espacios en los dentro de los medios de comunicación donde han sido invisibilizadas, exaltarlas empoderadas y presentar a los hombres en actividades que han sido designadas exclusivas para las mujeres, como las labores de cuidado.
Desde 1970, prosiguió, las feministas empezaron a cuestionarse cómo era su vinculación con los medios de comunicación y se efectuaron diversos encuentros regionales, así como la Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, en 1995, donde surgieron metas específicas por las que trabajar como: garantizar las libertades de información y expresión de las mujeres e incrementar su participación en la propiedad, la producción y la decisión de contenidos en los medios, entre otros.
Mujeres columnistas y en artículos de opinión
A principios del siglo XX la incursión de las mujeres en la vida pública, incluyó su participación como columnistas y articulistas opinativas, no fue fácil, ya que su incursión se limitaba a escribir sobre su entorno, su casa, su familia, sin embargo, este hecho hizo que sus palabras fueran impresas, leídas y vistas por muchas mujeres, pero como muchos otros ámbitos el mundo de la información estaba restringido para ellas.
En los años 30 del siglo XX, “lo normal” era que las mujeres que querían o aspiraban a escribir en algún diario lo hicieran en las crónicas de moda y notas sociales, según señala Rosa María Valles Ruiz en Mujeres periodistas: Empoderamiento restringido, de la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales 2006. En efecto, hay excepciones, entre las que destacan Elvira Vargas que cubrió la campaña electoral de Lázaro Cárdenas, escribiendo en El Nacional y El Momento, Magdalena Mondragón “que cubrió la fuente policiaca en La Prensa y justo en el umbral de los 50, cuando contaba con 27 años dirigió “La Prensa Gráfica”. Este hecho está marcado por el empowerment, ya que coincide con los movimientos feministas y con la lucha por los derechos civiles de las mujeres.
El que algunas mujeres periodistas hayan conquistado el mundo de la información y no solo el de la moda y cubran todo tipo de información como la política, la economía, la educación, lo social, lo agrario, la criminalística, incluso los deportes como el futbol, tienen que los puestos directivos todavía no las incluyen totalmente, ni inclusión, menos paridad.
No se puede negar que el papel de las mujeres ha sido más relevante en los medios de comunicación y en la libertad de expresión, pero todavía no se logra salir completamente de las notas culturales, sociales, educativas y de espectáculos, los artículos de fondo, la columna política, o los puestos directivos aún estaban lejos.
En la década de los 60, las mujeres periodistas ingresaron con mayor oportunidad, recordemos algunas de ellas: Ana Cecilia Treviño Bambi, Guadalupe Appendini, Noemí Atamoros, Concepción Solana, Gloria Salas de Calderón, Blanca Haro, Isabel de la Mora, Alaide Foppa, Olga Harmony, Lorenza Martínez Sotomayor, Luz María T. de Hernández, Perla Schwartz, Norma Pastrana, Helen Krauze, Anilú Elías, Raquel Tibol, https://historiageneromexico.colmex.mx/collections/show/9
En los 60, Margarita García Flores (Premio Nacional de Periodismo). En El Día algunas mujeres periodistas tenían a su cargo las fuentes políticas y las económicas, además de algunos puestos de dirección. María Luisa Mendoza, Sara Lovera, Sara Moirón que fue autora de innumerables notas informativas, entrevistas y crónicas. En ese tiempo la plantilla de El Día estuvo conformada en su mayoría por mujeres tanto en la sección nacional como en la internacional. El Día creado en 1964 en las postrimerías del sexenio de Adolfo López Mateos; las “fuentes” de mayor importancia eran cubiertas por mujeres.
En la década de los 70, Paz Muñoz era la responsable de la fuente de la Presidencia de la República, Estela Vaylón cubría económicas, Eva Leonor Méndez, asistenciales, Teresa Gurza realizaba reportajes especiales y Rosa María Valles Ruiz cubría la fuente del Senado de la República en tanto que Isabel Morales era la responsable de la Cámara de Diputados. Morales fue autora de la columna “Tiempos políticos”.
Pocas mujeres periodistas habían logrado escribir columna política, que representa poder. Este tipo de poder puede relacionarse con el empoderamiento señalado anteriormente. Un caso excepcional también en El Día, Adelina Zendejas, quien casi desde el inicio del periódico escribió la columna “Ellas y la vida” con el seudónimo Yolia. Zendejas recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1988 por su trayectoria.
El caso del periódico El Día es paradigmático, si de empoderamiento de mujeres periodistas se habla. En 1980, a la muerte de Enrique Ramírez y Ramírez, director fundador del diario, es Socorro Díaz quien asume la dirección del rotativo, fue reportera, directora del suplemento “El Gallo Ilustrado”, subdirectora y directora del diario por más de una década, 1984–1996. Fue distinguida con el Premio Nacional de Periodismo en el área de divulgación cultural.
Además, Socorro Díaz tiene una trayectoria en el medio político. Fue diputada federal y senadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), presidenta de la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados y directora del ISSSTE. Contendió en dos ocasiones por la candidatura del PRI a la gubernatura de su estado natal, Colima. Al ser derrotada, abandonó el PRI y se integró al Partido de la Revolución Democrática (PRD) partido por el cual logró una diputación federal por la vía plurinominal (2003-2006).
En Excélsior se registra un caso paradigmático: Isabel Zamorano cubría Presidencia de la República en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y continua dos sexenios más (José López Portillo, 1976-1982, Miguel de la Madrid, 1982-1988) y unos años más del de Carlos Salinas de Gortari, 1988-1990).
En los 90 Carmen Lira, actual directora de La Jornada. Carmen fue reportera del diario Unomásuno de 1977 a 1984. En 2001, la periodista especializada en asuntos internacionales, Ernestina Hernández, fue designada subdirectora del Unomásuno, cargo que desempeñó hasta noviembre de 2002. El Sol de México es dirigido por Isabel Zamorano desde 2004. Zamorano es una periodista de larga trayectoria en el medio. Como ya se mencionó, es la única mujer periodista que ha cubierto la fuente de Presidencia de la República por más de tres sexenios.
Hay casos de direcciones fugaces como la de Margarita Michelena, quien en la década de los ochenta fundó y dirigió el periódico Cuestión, un diario cuyo eslogan era: “un periódico hecho sólo por mujeres”. El caso de Isabel Arvide, quien, al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, estuvo al frente del periódico Ovaciones, desafortunadamente su gestión duró solo unos días. Otro caso de dirección breve fue el de la periodista de origen español, Pilar Ferreira, quien dirigió, durante 2002, El Sol de México que se edita en la ciudad de México. Excélsior fue dirigido en 2003 por Patricia Guevara, sólo por unos cuantos meses.
En el terreno del columnismo político eran escasas las mujeres autoras de este tipo de textos: Adelina Zendejas, Susana Schendel, María Luisa Mendoza “La China Mendoza”. Irma Fuentes, Isabel Arvide, una de las pocas columnistas políticas en México. Olga Moreno fue una columnista que nunca firmó con su nombre. “Café Político” se publicó por varias décadas en El Heraldo de México, Lourdes Galaz, autora de “Página 9” en La Jornada. Otras mujeres periodistas como Nidia Marín, en Excélsior, Aurora Berdejo, en El Sol de México, y Nadia Piemonte, en El Financiero, publican columnas.
Panorama adverso para mujeres periodistas
Actualmente, el panorama para las mujeres periodistas no es el óptimo, a pesar de la legislación el aumento de homicidios, agresiones y descalificaciones públicas en los últimos años en contra de periodistas y quienes ejercen el derecho a la libertad de expresión, es prueba fehaciente de que la labor de las y los periodistas no es fácil. Un agravante mayor es la situación de impunidad en la que se mantienen los crímenes cometidos contra quienes comunican hechos y ejercen su opinión libremente.
Como en todas las esferas sociales, las mujeres se han integrado en el mundo del periodismo y la comunicación y ejercen la libertad de expresión, como reporteras de diferentes fuentes, columnistas, conductoras de noticiarios en radio y televisión, editoras de sección o directoras, y cada día se nota más su presencia.
En México el 30% de las notas de los diarios son escritas por mujeres, de ello la mayoría son culturales, sociales, educativas y de espectáculos. Las fuentes políticas y económicas eran exclusivas del género masculino y las páginas de información general estaban prácticamente vetadas para las mujeres, y ni qué decir de las secciones de policía y deportes, según reportes de la Red de periodistas Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
Actualmente están Carmen Aristegui, Lydia Cacho, Elvira Hernández Carballido, Lucía Lagunes Huerta, Norma Alicia Moreno Figueroa, (primera, de muchas, periodista mexicana asesinada en el ejercicio de sus labores periodísticas) Denisse Dresser, Denise Maerker, Miroslava Breach (asesinada), Anabel Hernández García, Katia D’Artigues Beauregard, Marcela Turati, Daniela Pastrana, Blanche Petrich, Daniela Rea Gómez, Ana Lilia Pérez, Eillen Truax, Lizbeth Ortiz Acevedo y muchas más que con su labor periodística contribuyen a la democracia y al fortalecimiento de los derechos humanos.
En el caso de las mujeres periodistas, los obstáculos y la violencia que afronta habitualmente el periodismo en la región se ven acrecentados o adoptan formas específicas como consecuencia de las desigualdades de género por el hecho de ser mujeres. Si bien las mujeres periodistas enfrentan los mismos riesgos que sus pares hombres cuando investigan y reportan sobre corrupción, crimen organizado y violaciones de derechos humanos, también enfrentan riesgos específicos por el hecho de ser mujeres y en la intersección de otras identidades como la raza y la etnia.
El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a las y los comunicadores, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber del Estado prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.
Del 1 de enero de 2013 al 31 de julio de 2016, primer trienio de Enrique Peña Nieto, CIMAC registró 248 agresiones en contra de las periodistas, en tanto que del 1 de enero de 2019 al 31 de julio de 2022, primer trienio de López Obrador, hubo 767 casos. Lo anterior representa un incremento de 519 casos, es decir, un 209.27 por ciento.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM) informó que desde el año 2020 al 2023, 33 mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos en México fueron víctimas de feminicidio y 23 tentativas de asesinatos y de acuerdo al Registro Nacional de la Red de México, señala que mil 547 mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos de este país han sufrido hasta 6 mil 870 agresiones diversas.
“En los últimos cinco años la libertad de prensa y las condiciones laborales de las mujeres periodistas ha sufrido, evidentemente, un deterioro. Salimos de una pandemia que vino a profundizar la precariedad laboral y salarial, el cierre de medios y despidos masivos de periodistas, los conflictos armados, la delincuencia organizada, la llegada al poder de grupos conservadores y ultraderechistas que están deteriorando la libertad de expresión”, señaló Rosa María Rodríguez Quintanilla, co Coordinadora de la Red Internacional de Mujeres Periodistas con Visión de Género (RIPVG), capítulo México.
La libertad de expresión es un derecho humano esencial en cualquier régimen democrático, por lo que su ejercicio pleno y libre demanda genera condiciones adecuadas para que mujeres periodistas puedan hacer su uso de palabra en condiciones de seguridad, pero según ONU Mujeres las periodistas están más expuestas a la violencia, principalmente por ser mujeres con voz pública y el fin en cuanto a la libertad de expresión es uno: silenciarlas.
Women journalists building the exercise for freedom of expression
By Rita Magaña Torres
The importance of women journalists in freedom of expression and with gender awareness is necessary in the media and in positions where content is decided, in order to stop sexualizing, infantilizing and objectifying them. Feminism has already made several contributions to the interpretation of the world, of today’s society, and it is necessary to advance in other areas from which to build a different reality.
This was stated by academic Nelly Lucero Lara Chávez, from the Faculty of Political and Social Sciences, who pointed out that «in order to make women visible, it is proposed that a greater number of women with gender perspective who are feminists join the media and contribute with their interpretation of the world».
She explained that there are analyses that have begun to track the work of women in journalism and it has been detected that they address issues that would hardly have been addressed by men, the media is a space in which representations are built. Symbolic places, language and how it is used intervene in the construction of reality, starting from how subjects are named and valued.
In this sense, the author of manuals on inclusive language and communication assured that patriarchy, sexism and machismo prevail in these spaces. Patriarchy as a generic social order in which women are dominated and are not seen as a person, but end up configured «as a Playboy bunny, a housewife, a subject of servitude».
In addition, the idea that women and men are abysmally different, that women cannot relate to others and that the male sex should decide what happens with women’s lives is reiterated. Thus, media content in which women are presented as «the wife of», «the girlfriend of» and stereotypes that emphasize their beauty, behavior or dress dominate the media, said the doctor in Political and Social Sciences.
Lara Chávez indicated that in order to break these dynamics, the presence of women should be highlighted in spaces within the media where they have been invisibilized, to exalt them as empowered women and to present men in activities that have been designated exclusively for women, such as caregiving tasks.
Since 1970, feminists began to question their relationship with the media and several regional meetings were held, as well as the World Women’s Conference in Beijing in 1995, where specific goals emerged for which to work, such as guaranteeing women’s freedom of information and expression and increasing their participation in the ownership, production and decision making of media content, among others.
Women columnists and op-ed writers
At the beginning of the 20th century, the incursion of women into public life, including their participation as columnists and opinion writers, was not easy, since their incursion was limited to writing about their environment, their home, their family, however, this fact meant that their words were printed, read and seen by many women, but as in many other areas, the world of information was restricted to them.
In the 1930s, «the norm» was that women who wanted or aspired to write in a newspaper did so in the fashion and social chronicles sections, according to Rosa María Valles Ruiz in Mujeres periodistas: Empoderamiento restringido, from the Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales 2006. Indeed, there are exceptions like Elvira Vargas, who covered the electoral campaign of Lázaro Cárdenas, writing in El Nacional and El Momento, or like Magdalena Mondragón «who covered the police source in La Prensa and just on the threshold of the 50’s, when she was 27 years old, she directed «La Prensa Gráfica». This fact is marked by empowerment, since it coincides with the feminist movements and the struggle for women’s civil rights.
The fact that some women journalists have conquered the world of information and not only that of fashion but instead cover all kinds of information such as politics, economy, education, socials, agrarian, forensics, even sports such as soccer, has to do with the fact that managerial positions still do not include them completely, nor inclusion, let alone parity.
It cannot be denied that the role of women has been more relevant in the media and in the freedom of expression, but it is still not completely out of the cultural, social, educational and entertainment notes, the feature articles, the political column, or management positions were still far away.
In the 60’s, women journalists had more opportunities to enter the media, let’s remember some of them: Ana Cecilia Treviño Bambi, Guadalupe Appendini, Noemí Atamoros, Concepción Solana, Gloria Salas de Calderón, Blanca Haro, Isabel de la Mora, Alaide Foppa, Olga Harmony, Lorenza Martínez Sotomayor, Luz María T. de Hernández, Perla Schwartz, Norma Pastrana, Helen Krauze, Anilú Elías, Raquel Tibol, https://historiageneromexico.colmex.mx/collections/show/9.
During the 1960s, Margarita García Flores (National Journalism Award). In El Día, some women journalists were in charge of political and economic sources, as well as some management positions. María Luisa Mendoza, Sara Lovera, Sara Moirón who was the author of innumerable informative notes, interviews and chronicles. At that time the staff of El Día was mostly made up of women both in the national and international sections. El Día was created in 1964 at the end of Adolfo López Mateos’ administration; the most important «sources» were covered by women.
In the 1970s, Paz Muñoz was responsible for the coverage of the Presidency of the Republic, Estela Vaylón covered economic issues, Eva Leonor Méndez covered welfare issues, Teresa Gurza covered special reports and Rosa María Valles Ruiz covered the Senate of the Republic, while Isabel Morales was responsible for the Chamber of Deputies. Morales was the author of the column «Tiempos políticos» (Political Times).
Few women journalists had managed to write a political column, which represents power. This type of power can be related to the empowerment noted above. An exceptional case, also in El Día, is the one of Adelina Zendejas, who almost from the beginning of the newspaper wrote the column «Ellas y la vida» under the pseudonym Yolia. Zendejas received the National Journalism Award in 1988 for her career.
The case of the newspaper El Día is paradigmatic when it comes to the empowerment of women journalists. In 1980, after the death of Enrique Ramírez y Ramírez, founding director of the newspaper, Socorro Díaz took over the management of the newspaper. She was a reporter, director of the supplement «El Gallo Ilustrado», deputy director and director of the newspaper for more than a decade, 1984-1996. She was distinguished with the National Journalism Award in the area of cultural dissemination.
In addition, Socorro Díaz has a career in politics. She was federal deputy and senator for PRI, president of the Permanent Commission of the Chamber of Deputies and director of ISSSTE. She contended twice for the PRI candidacy for the governorship of her native state, Colima. When she was defeated, she left PRI and joined PRD, the party for which she won a plurinominal federal deputation (2003-2006).
A paradigmatic case is registered in Excélsior: Isabel Zamorano covered the Presidency of the Republic during the six-year term of Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) and continued for two more six-year terms (José López Portillo, 1976-1982, Miguel de la Madrid, 1982-1988) and a few more years of Carlos Salinas de Gortari’s term (1988-1990).
In the 1990s Carmen Lira, current director of La Jornada was a reporter for the newspaper Unomásuno from 1977 to 1984. In 2001, Ernestina Hernández, a journalist specializing in international affairs, was appointed deputy editor of Unomásuno, a position she held until November 2002. El Sol de México has been directed by Isabel Zamorano since 2004. Zamorano is a journalist with a long career in the media. As mentioned above, she is the only woman journalist who has covered the Presidency of the Republic for more than six years.
There are cases of fleeting directorships such as that of Margarita Michelena, who in the eighties founded and directed the newspaper Cuestión, a newspaper whose slogan was: «a newspaper made only by women». The case of Isabel Arvide, who, at the beginning of Ernesto Zedillo’s six-year term, was at the head of the newspaper Ovaciones, unfortunately her tenure lasted only a few days. Another case of brief management was that of Pilar Ferreira, a journalist of Spanish origin, who directed, during 2002, El Sol de México, which is published in Mexico City. Excélsior was directed in 2003 by Patricia Guevara, only for a few months.
In the field of political columnism, there were few women authors of this type of texts: Adelina Zendejas, Susana Schendel, María Luisa Mendoza «La China Mendoza». Irma Fuentes, Isabel Arvide, one of the few political columnists in Mexico. Olga Moreno was a columnist who never signed her name. «Café Político» was published for several decades in El Heraldo de México, Lourdes Galaz, author of «Página 9» in La Jornada. Other women journalists such as Nidia Marín, in Excélsior, Aurora Berdejo, in El Sol de México, and Nadia Piemonte, in El Financiero, published columns.
Panorama adverso para mujeres periodistas
Currently, the panorama for women journalists is not optimal, despite the legislation, the increase in murders, aggressions and public disqualifications in recent years against journalists and those who exercise the right to freedom of expression, is irrefutable proof that the work of journalists is not easy. A further aggravating factor is the situation of impunity in which crimes committed against those who communicate facts and freely exercise their opinion remain unpunished.
As in all social spheres, women have joined the world of journalism and communication and exercise freedom of expression, as reporters for different sources, columnists, radio and television news anchors, section editors or directors, and their presence is becoming more noticeable every day.
In Mexico, 30% of the articles in newspapers are written by women, most of which are cultural, social, educational and entertainment. Political and economic sources were exclusive to men and the general information pages were practically vetoed for women, not to mention the police and sports sections. All this according to reports from the Women’s Communication and Information Journalists Network (CIMAC).
Presently there are Carmen Aristegui, Lydia Cacho, Elvira Hernández Carballido, Lucía Lagunes Huerta, Norma Alicia Moreno Figueroa, (the first of many Mexican journalists murdered in the course of her journalistic work) Denisse Dresser, Denise Maerker, Miroslava Breach (murdered), Anabel Hernández García, Katia D’Artigues Beauregard, Marcela Turati, Daniela Pastrana, Blanche Petrich, Daniela Rea Gómez, Ana Lilia Pérez, Eillen Truax, Lizbeth Ortiz Acevedo among many others whose journalistic work contributes to democracy and the strengthening of human rights.
In the case of women journalists, the obstacles and violence that journalism in the region usually faces are increased or take on specific forms as a result of gender inequalities due to the fact that they are women. While women journalists face the same risks as their male counterparts when investigating and reporting on corruption, organized crime and human rights violations, they also face specific risks as women and at the intersection of other identities such as race and ethnicity.
The murder, kidnapping, intimidation and harassment against communicators violate the fundamental rights of individuals and severely restrict freedom of expression. It is the duty of the State to prevent and investigate these acts, punish the perpetrators and ensure adequate reparation for the victims.
Between January 1, 2013 and July 31, 2016, Enrique Peña Nieto’s first three-year term, CIMAC recorded 248 aggressions against journalists, while from January 1, 2019 to July 31, 2022, López Obrador’s first three-year term, there were 767 cases. This represents an increase of 519 cases, or 209.27 percent.
The National Network of Women Human Rights Defenders in Mexico (RNDDHM) reported that from 2020 to 2023, 33 women journalists and human rights defenders in Mexico were victims of femicide and 23 attempted murders and according to the National Registry of the Network of Mexico, it points out that 1,547 women journalists and human rights defenders in this country have suffered up to 6,870 different aggressions.
«In the last five years, freedom of the press and the working conditions of women journalists have obviously deteriorated. We have emerged from a pandemic that has deepened labor and salary precariousness, the closure of media outlets and massive layoffs of journalists, armed conflicts, organized crime, the arrival to power of conservative and ultra-right-wing groups that are deteriorating freedom of expression,» said Rosa María Rodríguez Quintanilla, co-coordinator of the International Network of Women Journalists with a Gender Perspective (RIPVG), Mexico chapter.
Freedom of expression is an essential human right in any democratic regime, so its full and free exercise generates adequate conditions for women journalists to be able to speak in safety, but according to UN Women, women journalists are more exposed to violence, mainly because they are women with a public voice and the goal in terms of freedom of expression is one: to silence them.