Ciudad de México.- Durante mucho tiempo, el sistema patriarcal hizo creer a las mujeres que el placer sexual está intrínsecamente ligado con su capacidad para procrear, restringiendo así su autonomía de vivir y disfrutar plenamente de su sexualidad. Si tú aún no conoces cuáles son tus derechos sexuales y reproductivos, la Red Nacional de Refugios (RNR) te lo explica con la ‘Cartilla verde de las mujeres’.
De acuerdo con Sonia Montaño en su artículo ‘’Los derechos reproductivos de la mujer’, desde una mirada feminista y de derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos están vinculados a una serie de factores como la seguridad, la libertad, la integridad física, las decisiones sobre sexualidad, la maternidad y el rechazo a toda forma de coerción.
Gracias a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se discutieron y definieron temas fundamentales relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Esto como resultado de años de trabajo de los movimientos sociales y académicos que buscaron visibilizar las problemáticas de las mujeres, así como cambiar las estructuras sociales y políticas que las rodean.
Dentro de esta discusión se estableció que el tema de salud sexual era parte de los problemas fundamentales de los derechos humanos de las mujeres, esto debido a las prácticas ilegales y forzadas como la esterilización, el aborto, la utilización coercitiva de anticonceptivos, de la determinación prenatal del sexo y el infanticidio de niñas.
Sin embargo, el problema de raíz ha sido las transgresiones sexuales, aquellas acciones, comportamientos o ideas respecto a la sexualidad que van en contra de los sistemas de género o patriarcales. De esta manera, la conferencia de Beijing logró consolidar los avances alcanzados de décadas de trabajos feministas y plantear desafíos futuros en tema de igualdad de género y derechos humanos.
Derechos sexuales y reproductivos
Siguiendo lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, la cual no es la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad”. La Asociación Mexicana para la Salud Sexual establece que la salud es un derecho fundamental, por lo que la salud sexual es un derecho humano básico. Por ello, deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por la sociedad; y las mujeres deben acceder a servicios de salud y atención médica.
Asimismo, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en el Cairo, Egipto, se estableció que los derechos reproductivos “se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello”.
Siguiendo la ‘Cartilla verde de las mujeres’ de la RNR, los derechos sexuales y reproductivos se sintetiza los derechos en los siguientes puntos:
- Decidir de forma libre y responsable sobre el cuerpo y sexualidad.
- Ejercer y disfrutar plenamente la vida sexual.
- Vivir libre de cualquier tipo de violencias.
- Tener igualdad de oportunidades y un trato digno.
- Vivir libre de toda discriminación.
- Recibir educación sexual libre de prejuicios.
- Participar en las políticas públicas sobre sexualidad.
- Recibir información completa, científica y laica.

Mi cuerpo, mi decisión
Por otro lado, quienes decidan llevar a término su embarazo tienen derecho a tener una maternidad segura y libre de todo riesgo durante el proceso reproductivo. Es decir, desde la intención reproductiva, concepción, gestación, parto, puriparto. Por el contrario, las personas que deciden interrumpir el embarazo deben acceder a servicios médicos que les permitan hacerlo.
En México, el aborto se despenalizó desde semptiembre de 2023 por vía judicial en el Código Penal Federal. Por ello, todas las mujeres y personas con capacidad de gestar podrán acceder a cualquier institución federal como el IMSS, ISSSTE Y PEMEX para obtener el servicio de aborto. Además, el personal de salud que lo realice no podrá ser criminalizado.
En caso de situaciones de violencia sexual, la RNR recomienda dos alternativas como plan emergente a esta situación. El primero consiste en la Profilaxis Post Exposición (PPE), un antirretroviral para disminuir el riesgo de infección por VIH, el cual se sugiere tomar las primeras 72 horas después de la exposición de riesgo y durante los siguientes 28 días de forma interrumpida.
El segundo es un anticonceptivo de emergencia, la cual es la administración de hormonas -contenidas en píldoras anticonceptivas a mayores dosis- en las primeras 72 horas del evento de riesgo. Pueden evitar el embarazo a través de detener la liberación de óvulos o la fecundación. Sin embargo, este método no debe ser usado como uno de planificación familiar y tampoco previene infecciones de transmisión sexual ni VIH.

Menstruación digna
Siguiendo el Manual sobre Salud Menstrual de la UNICEF, la salud menstrual es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades con relación al ciclo menstrual. Este se desarrolla a lo largo de la vida, desde antes de la menarquía hasta después de la menopausia.
También involucra factores como igualdad de género; educación menstrual; acceso a información oportuna basada en evidencia científica; acceso a agua, saneamiento e higiene; atención médica competente y empática; autonomía corporal; y el ejercicio pleno de los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres. No obstante, se debe considerar el contexto histórico, sociocultural, económico, político y personal del que depende la salud menstrual.
Por ello, la RNR establece que garantizar el acceso y abasto de los insumos contribuye a revertir la desigualdad histórica en la que viven niñas, adolescentes y mujeres. Hablar de la menstruación es un derecho y permite resignificar y vivirla sin tabúes y facilita identificar las discriminaciones y desigualdades que impactan en la vida de las mujeres.
“Hablar de la menstruación sirve para el reconocimiento de la cuerpa, para saber que la sangre anuncia cambios” -Red Nacional de Refugios.

Plenipausia
La Plenipausa es un término que surge como una reinterpretación positiva de la menopausia en donde hay una oportunidad para el crecimiento personal, la libertad y la plenitud. La menopausia se asocia comúnmente con síntomas físicos y emocionales del cese de la menstruación como sofocos, insomnio y cambios de humor. Por lo tanto, la plenipausia busca ir más allá y centrarse en aspectos que pueden enriquecer a las mujeres.
Aunque no es un concepto científico, se ha adoptado por movimientos como el feminismo para resignificar la experiencia de las mujeres en esta fase de su vida. Se plantea entonces como una contraposición a las narrativas donde posicionan a las mujeres en “declive” por la pérdida de la fertilidad dando así el “fin de la juventud”. Sin embargo, al llegar a la plenipausia hay una plenitud para que las mujeres puedan dedicarse a ellas mismas.

Autocuidado
El autocuidado desde una mirada feminista es cuando las mujeres se priorizan, escuchan y eligen su bienestar, siempre sin pasar encima de nadie, desafiando el sistema patriarcal. Es una de las herramientas más poderosas que las mujeres pueden ejercer en su cotidianidad, ya que parte del amor propio y del aprendizaje de la compasión.
Además, abre la posibilidad de colocar a las mujeres en el centro de su propia vida, sin sentir culpa, remordimiento o castigo por hacerlo. De acuerdo con la fundación Friedrich Ebert Stiftung, existe una opresión internalizada que responde a lógicas del poder patriarcal y capitalista, que transgreden la salud mental y emocional. La idea de la inmediatez, la incertidumbre, la explotación, el trabajo no remunerado, el cuidado y la idea feminizada del sacrificio por otras personas, obstaculizan el derecho al autocuidado.
Para la RNR, el autocuidado también impacta en el cuidado colectivo, pues es una práctica que debe disfrutarse y valorarse, donde se atraviesan procesos complejos de reafirmación y deconstrucción, objetivos y colectivos, pero liberatorios. Debido a esto, la RNR te recuerda que tienes derecho a:
- Expresar tus ideas y deseos con respeto.
- No permitir ningún tipo de violencia.
- Decir NO.
- Elegir libremente sobre tu cuerpo.
- Decidir si deseas ser madre, cuándo y cuántas hijas o hijos deseas tener.
- Ser libre, autónoma e independiente.
- Una sexualidad autogestiva y desde el placer.
- Tratar y ser tratada con respeto y buenos tratos.
- Exigir el uso del condón.
- Verte, escucharte, reconocer y sentirte.