Ciudad de México.- «Si yo fuera hombre ya te hubiera hecho albóndigas en chipotle«, dice la directora Marcela Fernández Violante en una entrevista sobre su trabajo en la película «Misterio«; filme que cambiaría el cine de suspenso y surrealismo para siempre, mismo por el que tuvo que luchar de forma incansable contra diversos productores, como Rogelio González, quien intentó desplazarla de sus funciones y agredirla en los estudios Churubusco a la vista de todos sus colegas, mayormente, hombres. La respuesta de Violante sobre hacer albóndigas a González quedó como una anécdota en la vida de la directora, pero también, como un episodio de machismo puro en la historia del cine mexicano que nos recuerda la resistencia y combate de nuestras mujeres cineastas.
Marcela Fernández Violante nació un 9 de junio de 1941 en la Ciudad de México y dedicó buena parte de su vida a la dirección de cine, a la escritura de guiones, a los movimientos rebeldes estudiantiles, a la defensa del cine mexicano y a la rebeldía de encarar un territorio donde, en aquel entonces, las mujeres no estaban contempladas: Violante ostenta una de las pocas carreras como productora mujer entre los años 60s y 70s.
Egresada de la primera generación del Centro de Estudios Cinematográficos en 1964 y de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Violante es piedra angular para hablar del cine en nuestro país, con prácticamente 60 años incursionando en este arte y revolucionándolo desde adentro contra los embates patriarcales que, de forma reiterada, pretendían doblegarla -aunque sin mucho éxito-, ante el sólido temple de Violante que peleaba y no permitía que ningún hombre le pasara por encima: «Pégame, pero al menos te sacaré los ojos«, le decía a uno de sus colegas que pretendía saltar su autoridad y agredirla.

En un breve recorrido, su primer trabajo data de 1967 y se titula Azul, pero no fue hasta 1972 cuando se embolsó el Ariel a Mejor Ópera Prima, mejor largometraje en el Festival de Cine de Guadalajara y una Diosa de Plata con «Frida Kahlo», la primera película sobre la pintora y qué mejor, que dirigida por una directora.
No sería la primera vez que Marcela Violante realizaría una oda a mujeres ilustres, para 1982 dirigió un corto en honor a Matilde Landeta, pionera del cine nacional; esta sería la primera vez que se proyectó la vida y obra de Landeta.
Entre sus trabajos, llegaría uno que cambiaría para siempre la historia del terror y ficción en nuestro país: Misterio. El filme sería toda una revolución y antesala de cualquier película surrealista posterior a esta; no hay ninguna matrix, ni tampoco Truman Show que pueda acercarse a la astucia de Violante para quebrar la realidad.
Misterio (1980), la película de surrealismo mexicano dirigido por una mujer
Basada en la novela de Vicente Leñero «Estudio Q«, «Misterio» sigue la historia de Alex -interpretado por Juan Ferreira-, un prominente actor de telenovelas que se desempeña al interior del Estudio Q.
Los días de Alex consisten en acatar las ordenes de su director, Víctor Junco hasta que un nuevo proyecto llega a su vida; una telenovela fresca que consiste en contar la cotidianidad de la vida de Alex. El protagonista se convierte en objeto de grabación las 24 horas del día; un bucle de tiempo donde se desdibuja el trazo de la realidad y la telenovela que protagoniza.

Entre el hecho de perder identidad de forma paulatina, la sospecha constante de que algo está mal y que todo a su alrededor no es más que un acto de telenovela, Misterio transcurre oscilando entre el suspenso y el desconcierto de no saber hasta qué extremo llegará la cordura de Alex.
«Misterio» nace como una crítica satírica a la telenovela de la época, a las actuaciones exageradas y a la galantería; vidas planas de personajes mal desarrollados a disposición de montones de personas que consumían en su cotidianidad estos programas, así, Violante -basada en Leñero- agrega toques que tuercen por completo estas historias y terminan por convertirlo en una pesadilla de bucles sinfín. Lo que alguna vez se llegó a aspirar, termina en horror, muerte, traición y la sensación inminente del colapso de Alex.
A pesar del extraordinario trabajo de la directora por consagrar una de las primeras películas en jugar con la realidad, Marcela Violante vivió una cruda exclusión de su trabajo, pues a pesar de que «Misterio» se llevó las palmas por su poderosa realización y se embolsó 8 Arieles, ninguno, reconoció a Violante. ¿Por qué sucedió esto? Según explica la propia directora, al terminar de filmar, viajó a la sierra Tarahumara y absolutamente nadie la colocó en los créditos del guion, a pesar, de que ella fue una de las principales escritoras y adaptadoras de la obra de Leñero; Marcela Violante no aparece en los créditos.
La injusticia del cine mexicano duró décadas, pues el trabajo extraordinario de Marcela Violante no era nombrado como uno de los estandartes más grandes en la historia de nuestro país y no fue hasta 2023, a la edad de 82 años que recibió el Ariel de Oro por su trayectoria.
«Yo vi cómo les dieron los Arieles, todo el mundo tuvo Arieles y a mí no me tocó nada, eran como 12 y yo arrasé con 8. Al día siguiente mi padre me dijo: Aprende a vivir con las injusticias, sigue adelante» (Marcela Violante)
De luchas y rebeliones: ¿Dónde ver Misterio de Marcela Violante?
«Misterio» no sólo es la opción idónea para consumir más cine mexicano realizado por mujeres históricas, sino también, es un recordatorio de la rebeldía de Violante, porque detrás de este filme, se esconde una cruda historia de machismo y de hombres que pretendían meterle el pie a la directora, insultándola, cuestionándola y obstaculizando su trabajo para la realización de este proyecto.
«El de producción nunca había trabajado con una mujer entonces me cuestionaba, ¿por qué la cámara aquí?, iba y hablaba mal de mí con los actores diciéndoles esta señora no sabe nada de nada y empezó a quitarme credibilidad hasta que un día llegué muy enojada a los Estudios Churubusco (…) el tipo se me adelantó y empezó a manejar cosas en mi lugar, entonces, le digo: ¿Qué estás haciendo aquí en mi foro? Salte de mi foro, se arranca desde entonces como toro para embestirme, yo me quedé paralizada, ¿y qué hicieron los técnicos? Se escondieron para que me diera la tranquiza que [él] quisiera».
Las únicas personas que, en aquel entonces, sostuvieron a Marcela Violante de no desistir y luchar por «Misterio«, eran las mujeres: Vestuaristas y maquillistas. Ante los hechos, la directora frenó el rodaje y exigió a Benito Alazraki hasta que sacaran a su agresor: «Órenle, péguense entre machines».
Al final, la película salió con éxito y Marcela, satisfecha con «Estudio Q» (posteriormente nombrada Misterio) la entregó a Benito Alazraki quien poco después, la citó para decirle que la había visto junto a su chofer: «No entendí nada», le dijo el director a Violante, quien inmediatamente respondió, «A la otra, la ves con tu limpiabotas. Vuelve a ver los cuadros de Picasso y a todos los autores surrealistas a ver si entiendes algo».
Marcela Violante cumple 84 años este 2025 y nombrarla en cada conversación un acto por demás, necesario; de justicia.