Ciudad de México.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujeres, Marea Verde Totonacapan presentó la campaña “Tejiendo Autonomía y Conectando Saberes: Tú decides, nosotras te acompañamos”, un esfuerzo colectivo para acercar información clara y accesible en el norte de la entidad federativa.
Veracruz es un territorio en donde existen y resisten las mujeres indígenas y afrodescendientes a quienes todavía se les dificulta obtener acceso a la información sobre derechos sexuales y reproductivos gracias a barreras geográficas, lingüísticas y culturales.
La campaña de Marea Verde Totonacapan busca hacer una interpretación pensada desde y para las comunidades en donde existen lenguas originadas de la región como totonaco, náhuatl de la Huasteca y tepehua, así como a la población racializada y precarizada.
La finalidad no es solo informar, sino generar un conocimiento colectivo que se comporta y difunda en las conversaciones de la vida cotidiana y cercanía entre mujeres. «No hablamos desde la academia ni desde los grandes centros urbanos. Hablamos desde la comunidad, desde el territorio y desde la colectividad. Porque la autonomía no se impone, se teje juntas y juntos» expresaron.
El acceso a derechos sexuales y reproductivos es una responsabilidad del Estado. Sin embargo, su omisión ha sido sistemática, dejando a las comunidades indígenas, afrodescendientes y rurales en una situación de desigualdad profunda. esta campaña responde a esa deuda histórica.

De acuerdo con Sonia Montaño en su artículo ‘’Los derechos reproductivos de las mujeres’, desde una mirada feminista y de derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos están vinculados a una serie de factores como la seguridad, la libertad, la integridad física, las decisiones sobre sexualidad, la maternidad y el rechazo a toda forma de coerción.
Gracias a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se discutieron y definieron temas fundamentales relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Esto como resultado de años de trabajo de los movimientos sociales y académicos que buscaron visibilizar las problemáticas de las mujeres, así como cambiar las estructuras sociales y políticas que las rodean.
Dentro de esta discusión se estableció que el tema de salud sexual era parte de los problemas fundamentales de los derechos humanos de las mujeres, esto debido a las prácticas ilegales y forzadas como la esterilización, el aborto, la utilización coercitiva de anticonceptivos, de la determinación prenatal del sexo y el infanticidio de niñas.
Sin embargo, el problema de raíz ha sido las transgresiones sexuales, aquellas acciones, comportamientos o ideas respecto a la sexualidad que van en contra de los sistemas de género o patriarcales. De esta manera, la conferencia de Beijing logró consolidar los avances alcanzados de décadas de trabajos feministas y plantear desafíos futuros en tema de igualdad de género y derechos humanos.

Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
De acuerdo con Marea Verde Totonacapan, estos son los principales derechos sexuales y reproductivos de las mujeres:
- Igualdad y no discriminación, estos derechos existen para garantizar a las mujeres una vida libre de discriminación e igualdad de oportunidades sin importar aspectos como la edad, origen, identidad de género o cualesquiera otras características personales.
- Autonomía y decisión, permiten decidir libremente sobre la vida sexual y reproductiva, el número de hijos que desean tener y cuando hacerlo. También pueden elegir con quien estar y como vivir su sexualidad siempre que exista respeto y consentimiento.
- Salud sexual, desde información precisa, completa y basada en evidencia científica sobre la sexualidad. Esto incluye conocer los aspectos básicos de la salud sexual y reproductiva como métodos anticonceptivos y enfermedades infecciosas. Y si alguna vez necesitan servicios de salud para hacer chequeos rutinarios, estos deben ser accesibles, confidenciales y libres de cualquier tipo de discriminación.
- Privacidad, esta debe ser respetada, puesto que nadie tiene derecho a husmear en la vida sexual de las mujeres, ni divulgar su información personal sin consentimiento.
- Participación, ellas deben participar en las decisiones de políticas públicas que afectan su sexualidad y reproducción desde las leyes hasta programas comunitarios.
- Derecho a decidir sobre tu cuerpo, tener el control es fundamental para la libertad. Esto incluye el acceso a anticonceptivos para poder planificar la vida familiar y el derecho a interrumpir el embarazo de manera segura.
Sobre este último, en julio de 2021, Veracruz logró la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, pero el límite gestacional es rígido y trae consigo prácticas punitivistas. Después de la despenalización, el Poder Judicial proporcionó a Cimacnoticias información en la que se identificaron 11 procesos, de los cuales cinco son por el delito de aborto, cuatro por homicidio calificado agravado y dos por homicidio calificado.
La criminalización del aborto en Veracruz ha ocasionado que, en su mayoría, las instituciones de salud no sigan métodos y protocolos correctos; halla desabasto de medicamentos abortivos; se haga revictimización y falta de empatía en el trato médico; y exista desinformación sobre la ruta de acceso a un aborto.
En casos particulares como en la región de las Altas Montañas, el servicio está centralizado en el Hospital Regional de Rio Blanco. También hay reportes que en instituciones como el IMSS e ISSSTE niegan el acceso al aborto. En los 212 municipios de Veracruz, solo hay 7 unidades a las que una mujer puede acudir para un procedimiento seguro y gratuito.

De acuerdo con las organizaciones, colectivas feministas y defensoras de derechos humanos, en más del 95% de los casos atentados por ellas, las personas usuarias prefieren optar por la autogestión del aborto en casa con medicamentos antes de acudir a clínicas y hospitales.
Esto se debe a experiencias previas de discriminación, maltrato, revictimización o estigmatización, y falta de sensibilización de los derechos sexuales y reproductivos por parte del personal médico, generando un entorno poco seguro y hostil. Además, temen que sus decisiones sean juzgadas o vulneradas en espacios institucionales.
Las barreras lingüísticas y culturales también juegan un papel importante en el rechazo, sobre todo en comunidades indígenas y afrodescendientes. Esto dificulta la obtención de información vital para las mujeres.