Ciudad de México.– Dentro del marco del Día Internacional de la Endometriosis se llevó a cabo el foro “La realidad emocional de vivir con endometriosis”, realizado en el Senado de la República, en el que se destacó la importancia de visibilizar, sensibilizar y concientizar sobre esta enfermedad, que afecta a más del 10% de las mujeres y conlleva importantes consecuencias psicoemocionales, es decir, a más de 6 millones.
Esto de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en 2023, en México residían cerca de 67 millones de mujeres, que representaron 51.7 % de la población total.
Los síntomas que padecen son debilitantes y las mujeres con endometriosis corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, incluida las cesáreas, por ejemplo, en México, 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva padece endometriosis en algún momento de su vida y el 80 por ciento de quienes desarrollan dolor crónico en la pelvis al menstruar.
En el mundo, 200 millones de mujeres han sido diagnosticadas con esta enfermedad en todo el mundo, cuyos cuerpos han sido debilitados por los sangrados abundantes que van arrebatando su vitalidad.
Incluso, las mujeres que viven con endometriosis son desestimadas e invalidadas, ante esa realidad, especialistas se reunieron en el Senado de la República donde hablaron de la importancia de visibilizar el padecimiento, acabar con el mito de menstruación dolorosa, vencer barreras que obstaculizan un diagnóstico temprano y para alcanzar una vida de calidad a quienes viven con ella.
De acuerdo con la asociación Endometriosis México, en nuestro país, los diagnósticos de endometriosis suelen llegar con nueve años de retraso. Además, hay pocos especialistas que conocen sobre el padecimiento y que saben darle el tratamiento adecuado. Esto deja a la deriva a miles de mujeres que, quizá, han sufrido por esta causa durante años sin siquiera sospecharlo.
Eva Marina Alva, presidenta de la Asociación Iberoamericana de Endometriosis, inauguró la mesa redonda junto con un grupo de especialistas para abordar el tema “El efecto psicoemocional de vivir con endometriosis”. Durante la discusión, se resaltó la necesidad de visibilizar el impacto emocional de esta patología, un aspecto que suele ser ignorado y desatendido.
Las mujeres que padecen endometriosis enfrentan cambios emocionales como enojo, tristeza, estrés, depresión, ansiedad y sentimientos de soledad. Estos síntomas se agravan en un contexto donde el desconocimiento de la enfermedad y la falta de empatía social dificultan su bienestar.
Verónica Delgado Parra, médica psiquiatra, señaló que las personas con endometriosis tienen un 40% más de probabilidad de desarrollar depresión y ansiedad, lo que afecta significativamente su calidad de vida. Por ello, destacó la necesidad de un enfoque integral desde el diagnóstico, en el que se contemple la intervención de especialistas en salud mental.
“Es fundamental que las mujeres con endometriosis tengan espacios de acompañamiento que les ayuden a reducir el estrés y el dolor”, enfatizó.
El acceso a apoyo psicológico es clave para pacientes y sus entornos, ya que permite desarrollar herramientas para sobrellevar la enfermedad y el sentimiento de culpa que muchas veces la acompaña. Ana Verde, maestra en psicología, subrayó la importancia de la terapia como un medio para regular las emociones y fortalecer la comunicación con la red de apoyo.
Por su parte, Esmeralda Conrique, también maestra en psicología, explicó que, aunque las estrategias de autocuidado son fundamentales, no todas las mujeres pueden acceder a ellas debido a su contexto social y económico. Por ello, insistió en que las soluciones deben ir más allá del nivel individual y extenderse a lo colectivo.
“El autocuidado es un acto político, pues no todas las mujeres tienen los mismos recursos, oportunidades o redes de apoyo. Es crucial que las estrategias se adapten a cada contexto particular”, sostuvo.
Liz Juárez compartió su experiencia con la enfermedad, diagnosticada en 2016. A lo largo de su tratamiento, fue sometida a dos cirugías por ginecólogos sin experiencia en endometriosis, lo que le provocó infertilidad y síntomas de menopausia prematura a los 31 años. En 2022, una tercera cirugía mejoró su calidad de vida, pero sigue lidiando con las secuelas emocionales.
“El daño mental y emocional que provoca la endometriosis es tan real como sus efectos físicos. La próxima vez que tu hija, tu hermana o tu esposa te diga que su periodo menstrual es muy doloroso, ¿le vas a creer? ¿Qué harás para ayudarla?”, cuestionó.
El foro concluyó con una exhibición artística sobre la endometriosis, en la que a través de pinturas se buscó sensibilizar sobre la complejidad emocional de vivir con la enfermedad. Las obras serán subastadas y parte de los fondos recaudados se destinarán a esta causa.


¿Qué es la endometriosis y cómo identificarla?
Jennifer Mier, doctora en el Instituto Politécnico Nacional e investigadora especialista en endometriosis, explicó que la endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica y sistémica en la que un tejido similar al endometrio crece en diferentes partes del cuerpo. Afecta a 200 millones de mujeres en el mundo y puede presentarse en cualquier etapa de la vida, incluso antes de la edad reproductiva.
A grandes rasgos, la Secretaría de Salud define la endometriosis como un padecimiento que se presenta cuando el endometrio (una capa de tejido que recubre nuestro útero) se descama y empieza a crecer en otros órganos de nuestro cuerpo. De esta forma, dicho tejido puede alcanzar nuestros ovarios, los tubos uterinos, los intestinos, el recto e incluso llegar a las zonas superiores e instalarse en pulmones y hasta el cerebro.
Este problema suele presentarse en mujeres de entre 11 y 55 años de edad, y es más frecuente entre aquellas jóvenes de cerca de 35 años que no han tenido ningún embarazo. También hay otros factores de riesgo que pueden desatar este padecimiento, tales como la obesidad, el consumo de tabaco y una alimentación descuidada.
A pesar de ello, todavía no se ha identificado una causa certera de por qué algunas mujeres desarrollan endometriosis. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que, si no se atiende a tiempo, este problema puede derivar en lesiones en los ovarios, infertilidad, quistes y tumores en diferentes partes del cuerpo que ponen en riesgo la salud de quienes lo padecen.
Existen tres tipos principales:
• Endometriosis peritoneal: afecta la superficie de los órganos.
• Endometriomas: se localiza en los ovarios.
• Infiltrativa profunda: se enraíza en los órganos.
Aunque antes se creía que solo afectaba al útero, hoy se sabe que puede presentarse en distintas partes del cuerpo.
Los síntomas varían en cada paciente y pueden estar acompañados de comorbilidades. Sin embargo, los más comunes incluyen:
• Dismenorrea: dolor menstrual intenso.
• Dispareunia: dolor durante las relaciones sexuales.
• Disuria: dolor al orinar.
• Disquecia: dolor al defecar.
• Dolor pélvico crónico.
• Infertilidad.
La causa de la endometriosis es multifactorial, lo que dificulta su cura. Sin embargo, los métodos de diagnóstico han avanzado: actualmente, un ultrasonido o resonancia magnética realizados por especialistas pueden detectar las zonas afectadas, junto con una evaluación detallada del historial clínico.
El tratamiento debe ser integral, con la intervención de médicos especialistas, fármacos, nutrición adecuada y apoyo psicológico y psiquiátrico para abordar las múltiples dimensiones de la enfermedad. Sin embargo, la falta de visibilización ha limitado el acceso a una atención pública adecuada, lo que sigue representando un obstáculo para muchas mujeres.