Ciudad de México.- En 2023, alrededor de 260 mil mujeres en el mundo murieron por muerte materna, lo que equivale a un deceso cada dos minutos, según el informe de las Naciones Unidas. Esta situación que se agrava gracias a los recientes recortes de financiación humanitaria obligando a los países a reducir la atención a la salud materna, neonatal e infantil, apuntó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe de la ONU también apuntó que, cada vez se ha reducido el número de muertes maternas siendo que cinco regiones (África Subsahariana, África septentrional y Asia occidental, Australia y Nueva Zelandia, Asia oriental y sudoriental y Oceanía) lograron reducirla a 40% gracias a acceso de los servicios de salud. Sin embargo, desde 2016 se ha notado una desaceleración que provocó el panorama de muerte materna en 2023.
Y es que, en muchas partes del mundo se han presentado recortes de financiación humanitaria que han provocado afectaciones a la atención de la salud de las mujeres. Se han cerrado establecimientos, despedido a trabajadores de salud, interrumpido cadenas de suministros y medicamentos para hemorragias, preeclampsia y paludismo, causas directas de la muerte materna.
Un ejemplo del retroceso de apoyos humanitarios fue la reciente suspensión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) bajo la administración de Donald Trump para opacar las ideologías de género. El retiro de los fondos de USAID no solo representan la reducción de la cooperación internacional, sino un impacto en diversos sectores sobre todo aquellos relacionados con derechos humanos, seguridad, asistencia humanitaria y estabilidad política en varios países.
Uno de los sectores más golpeados es el de salud sexual y reproductiva. Datos del Instituto Good Sherpherd explicaron que, en tan solo dos semanas de suspensión de fondos alrededor de 2 millones de mujeres y niñas quedaron sin acceso a los anticonceptivos y por cada semana que pase se añadirá un millón más.
«Si no se toman medidas urgentes, las mujeres embarazadas de muchos países enfrentarán graves consecuencias, sobre todo las que se encuentran en situaciones de crisis humanitaria donde la mortalidad materna ya es alarmantemente alta» -Organización Mundial de la Salud (OMS).
Panorama de mortalidad materna en el mundo
Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud, el 92% de las muertes maternas en 2023 sucedieron en países de ingresos bajos y mediano bajo. Regiones como África Subsahariana y Asía meridional representaron el 87% de las muertes maternas, esta ultimo territorio logró una disminución del 40% entre 2000 y 2023.
No obstante, en este mismo periodo, la mayor disminución de muerte materna se logró en Asia central y meridional con una reducción del 83%, Europa oriental con 75% y Asia meridional con el 71%, siendo este un gran avance.
Esto significa que, entre las cinco regiones (África Subsahariana, África septentrional y Asia occidental, Australia y Nueva Zelandia, Asia oriental y sudoriental y Oceanía), lograron disminuir el riesgo de mortalidad materna a más de la mitad.
Sin embargo, las diferencias entre países sobre la muerte materna apuntan a las desigualdades en el acceso a servicios de salud y la brecha entre clases: en los países de ingreso bajo se detectaron 346 muertes por cada 100 mil nacidos, frente a 10 muertes por cada 100 mil nacidos en países de ingreso alto en 2023.
A esto se suma que de los 37 países están en conflicto o fragilidad institucional provienen 61% de las muertes maternas mundiales y solo el 25% de los nacidos vivos. Se registró que en zonas de conflicto hubo 504 muertes por cada 100 mil nacidos, en entornos frágiles 368 y en entornos que no son de conflicto o frágiles 99.
«El riesgo de muerte materna a lo largo de la vida es mayor en el caso de las mujeres que viven en países de ingreso bajo. Se entiende por riesgo de muerte materna a lo largo de la vida la probabilidad de que una mujer de 15 años acabe muriendo por una causa relacionada con la salud materna» -Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la ONU, la muerte materna es el fallecimiento de una mujer durante el embarazo, parto o en los 42 días posteriores a la terminación del embarazo relacionado con la gestación y excluyendo causas accidentales o incidentales. Se trata de un problema de salud pública y de derechos humanos que afecta principalmente a mujeres de países en desarrollo, comunidades rurales y en situación de pobreza.
Las principales complicaciones, causantes de aproximadamente el 75% de todas las muertes maternas, según la OMS son: hemorragias severas, infecciones, presión arterial alta (preeclampsia y eclampsia), abortos inseguros y complicaciones en el parto, muchas de ellas pueden prevenirse con una atención médica adecuada, sin embargo, no todas las mujeres logran acceder a servicios médicos a tiempo como atención prenatal, asistencia especializada, cuidados postparto, servicios de salud sexual y reproductiva, y servicio de aborto.
Combatir la muerte materna forma parte de mejorar la salud de las mujeres como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en donde los países deben realizar esfuerzos para disminuir la mortalidad materna para el 2030, ya que una de las metas es «reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100 000 nacimientos».
Una problemática que es evitable
Además, la OMS ha señalado que «la mayoría de las muertes maternas son evitables, ya que las soluciones de atención de salud para prevenir o tratar las complicaciones son bien conocidas», es decir, atendiendo embarazos no deseados a través del acceso a anticonceptivos y con servicios de aborto gratuito y seguros.
Asimismo, señala que todas las mujeres necesitan tener acceso a los cuidados de alta calidad durante su embarazo, el parto y el puerperio, ya que la salud materna y la neonatal están relacionadas. De esta manera, deben ser atendidas por profesionales de la salud calificados en la atención y tratamientos para el bienestar de la madre y del recién nacido.
Y con esto, ¿por qué las mujeres siguen sin recibir la atención necesaria para evitar la muerte materna? La OMS apunta que, en las zonas remotas, como África Subsahariana y Asia meridional, hay menos probabilidad de recibir atención de salud adecuada. Por ejemplo, el 99% de los nacimientos en países de ingresos altos son atendidos por personal médico, situación que se repite con el 73% de nacimientos en países de bajo ingreso y el 84% en países de mediano ingreso.
Otros factores a tomar en cuenta, según la OMS son: fallas en el sistema se salud (mala calidad de atención, insuficiente personal médico, escases de suministros, poca rendición de cuentas del sistema de salud); el ingreso y acceso a la educación; factores sociodemográficos (raza y etnia); normas y desigualdades de género que no priorizan los derechos sexuales y reproductivos; y factores externos como la crisis climática y humanitaria.
Mientras que la salud de las mujeres siga siendo relegada a un segundo plano, el retroceso de la muerte materna en el mundo será un avance lento quedando así una deuda pendiente con las mujeres.