Inicio AgendaSin importar cuánto estudien, mujeres en México ganan 34% menos que hombres: ENIGH 2024 

Sin importar cuánto estudien, mujeres en México ganan 34% menos que hombres: ENIGH 2024 

Ciudad de México.- En promedio las mujeres ganan 34.2  por ciento menos que los hombres aun cuando se encuentran en el mismo nivel académico de preparación y factores como la maternidad, la condición étnica o la discapacidad profundizan aún más la desigualdad económica que enfrentan las mujeres en México, así lo señala la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicada en este 2025.

Pese a que casi una de cada cuatro familias en México tiene a una mujer como jefa de hogar, los ingresos que perciben siguen estando por debajo de los que reciben los hombres en condiciones similares y la misma Encuest señala que en los hogares encabezados por mujeres tuvieron un ingreso corriente trimestral promedio 12.4 por ciento menor que los dirigidos por hombres.

Para dimensionar estas cifras, es importante entender qué mide esta encuesta. La ENIGH tiene como propósito conocer tres aspectos: cuánto dinero ingresa al hogar, de dónde proviene ese ingreso y cómo se administran los gastos. También se busca obtener información sobre las ocupaciones y características personales de quienes habitan la vivienda, como su edad, sexo y nivel educativo. Además, se recopilan datos sobre las condiciones de la vivienda y el equipamiento con el que cuenta, incluyendo servicios básicos como agua, luz y baño, así como aparatos como televisión o refrigerador.   

Este ejercicio se llevó a cabo del 21 de agosto al 28 de noviembre de 2024, periodo en el que se visitaron 105 mil 718 viviendas en todo el país, abarcando tanto zonas urbanas como rurales. La información recolectada permitió analizar los ingresos a nivel nacional, por entidad federativa y tipo de localidad. Los resultados revelan una profunda desigualdad: mientras en Nuevo León el ingreso alcanza el 23.1 por ciento, Chiapas se posiciona en el extremo opuesto, con menos del 6.7 por ciento. Esta diferencia evidencia que las mujeres chiapanecas enfrentan las condiciones económicas más adversas del país.

En ese contexto, el INEGI arrojó que, en los hogares de México, durante 2024, el ingreso total trimestral promedio fue de 81 mil 920 pesos. De esta cantidad el ingreso de los hombres fue de 36 mil 47 pesos, mientras que el de las mujeres fue de 23 mil  714 pesos, correspondientes al ingreso corriente total, es decir, a la cantidad de recursos monetarios y no monetarios como bienes y servicios que las familias acceden regularmente y a percepciones financieras y de capital, las cuales incluyen gastos destinados a retiro de inversiones, ahorro, tandas, cajas de ahorro; préstamos recibidos de personas ajenas al hogar o instituciones; etcétera. 

Las principales fuentes de ingreso provienen del trabajo, renta de una propiedad, transferencias por donativos, pensiones por jubilación o indemnización, becas, apoyos y otros ingresos. Esto varía dependiendo la zona ya que en la zona rural el ingreso promedio es de 48 mil cuatro, mientras que en zona urbana el ingreso se dispara con 85 mil 550 pesos. 

Ahora, en México, las mujeres con una hija o un hijo tienen un ingreso monetario trimestral promedio de 28 mil 27 pesos, lo que representa 15 mil 960 pesos menos que los hombres en la misma condición, cuyo ingreso asciende a 43 mil 987 pesos. Esta brecha persiste y se amplía en familias numerosas: las mujeres con cuatro o más hijas o hijos perciben 17 mil 236 pesos, mientras que los hombres con esa cantidad de descendencia obtienen 37 mil 558 pesos, es decir, 20 mil 322 pesos más que ellas. 

Estas cifras evidencian una profunda desigualdad económica por razón de género, sin mencionar la carga extra de cuidados que no lleva la mayoría de los hombres, pues desde los 12 años el 29.9 por ciento de las mujeres dedican tiempo de cuidado a otra persona integrante del hogar sin pago y de manera exclusiva. 

Las brechas de ingreso entre mujeres y hombre también se profundizan según el nivel de escolaridad. Mientras que un hombre con solo educación primaria percibe en promedio 19 mil 940 pesos trimestrales, una mujer con el mismo nivel educativo gana hsasta 12 mil 95 pesos, lo que representa una diferencia de 7 mil 845 pesos con impacto directo al sostener sus hogares, para quienes cien pesos hacen la diferencia día a día.

Esta desigualdad persiste incluso entre quienes han alcanzado mayores grados académicos: los hombres con posgrado obtienen ingresos por 112 mil 895 pesos, frente a los 77 mil 189 pesos que reciben las mujeres con el mismo nivel de estudios, es decir, 35 mil 706 pesos menos. A pesar de contar con la misma formación, las mujeres siguen teniendo un acceso desigual a las oportunidades y remuneraciones laborales.

Las desigualdades económicas también se agravan por motivos étnicos, los hombres indígenas que hablan una lengua originaria tienen ingresos trimestrales que oscilan entre 21 mil 146 y 26 mil 893 pesos, mientras que las mujeres en la misma condición apenas reciben entre 12 mil 479 y 17 mil 376 pesos, lo que refleja una combinación de discriminación de género y origen étnico que limita aún más sus oportunidades económicas.

Por otra parte, las mujeres que se identifican como afrodescendientes tuvieron un ingreso monetario promedio trimestral de 22 mil 801 pesos, lo que representa un 36.9 por ciento menos en comparación con los hombres afrodescendientes. Esta diferencia pone de relieve cómo el cruce entre género y racismo impacta de manera severa las posibilidades económicas de las mujeres afrodescendientes en México. 

La condición de discapacidad también marca una brecha significativa en los ingresos En 2024, el ingreso monetario promedio trimestral de las personas con discapacidad fue de 20 mil 782 pesos, mientras que quienes no tienen discapacidad percibieron en promedio 31 mil 98 pesos, una diferencia de 10 mil 316 pesos. Esta disparidad refleja las barreras estructurales que enfrentan las personas con discapacidad para acceder a empleos bien remunerados y condiciones laborales equitativas, sin embargo, estos datos no fueron presentados de forma desagregada por sexo.   

Con ingresos significativamente menores, las mujeres deben cubrir lo esencial para sus hogares, muchas veces en condiciones de múltiple vulnerabilidad. Los tres rubros con mayor gasto en los hogares fueron: alimentos, bebidas y tabaco; transporte y comunicaciones; y en tercer lugar, educación. Que la salud aparezca en el penúltimo lugar revela no solo barreras económicas, sino la urgencia de atender las desigualdades estructurales que siguen marcando la vida de las mujeres en México.

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