Ciudad de México.- El feminismo negro de la defensora, profesora, investigadora y filósofa afrodescendiente Ángela Davis quien ha sido fundamental en la lucha contra la segregación étnica y derechos civiles en los Estados Unidos y derechos penitenciarios sigue haciendo reflexionar en temas que involucran género y étnia por lo que fue discutida la abolición carcelaria que propone.
Davis vivió en carne propia la persecución por su activismo, recordemos que durante la mitad del siglo XX el Buró Federal de Investigaciones (Federal Bureau of Investigation, por sus siglas en inglés) la persiguió y la consideró como una de las mujeres más buscadas en el mundo, hasta que logró detenerla y encarcelarla por más de un año, situación que la colocó en el foco mundial porque se exigía en diversos países su liberación.
El pensamiento profundo de la autora afroamericana Angela Davis, ha servido como un elemento central para comprender la realidad alarmante que se vive en el sistema punitivo. Ante ello, la autora propone la abolición carcelaria, como una forma radical de cuestionar las estructuras que sostienen la violencia institucional, el racismo sistémico y el patriarcado.
Dentro del feminismo negro, Davis articuló una mirada interseccional en su libro “Mujeres, Raza y Clase” dónde conecta género, raza y clase; sin embargo, el conversatorio retoma otras ideas planteadas en diversos libros dedicados al abolicionismo carcelario como “¿Son obsoletas las prisiones?» para evidenciar cómo las mujeres negras y racializadas, son criminalizadas de forma desproporcionada y viven experiencias carcelarias marcadas por el abandono, el castigo y la deshumanización.
Esta realidad no es exclusiva del contexto estadounidense, como ella Davis cuando habla desde su experiencia como mujer afroamericana, pero el profesor Franklin menciona que ella brinda una perspectiva universalista donde el feminismo es para todos y aplica en todo.
Su crítica parte del entendimiento de que las cárceles no resuelven el conflicto social ni generan justicia, sino que funcionan como mecanismos de exclusión profundamente racializados y clasistas. Tal como lo explica el especialista Franklin Gil, profesor asociado de la escuela de Estudios de Género, de la Universidad Nacional de Colombia:
“Las cárceles han fungido como un papel importante para perpetuar el racismo y clasismo, pues solo las personas blancas y con privilegios, gozan de las ventajas que proporciona el estado y los marcos jurídicos. Se cree que solo las personas malas están en las cárceles, pero si miramos a profundidad, existe mucha injusticia ante quien no puede defenderse y pagar la libertad.”
La reconocida autora Ángela Davis actualmente tiene 81 años, nació en Birmingham, Alabama, en 1944. Se ha revelado como una escritora, investigadora, profesora y defensora de los derechos humanos reconocida mundialmente, ha luchado desde muchos antes del actual panorama de Palestina.
Es de las feministas pioneras del feminismo interseccional, pese a ello, en su momento ella negaba ser una mujer feminista, se consideraba una mujer negra revolucionaria, así lo dijo en un discurso del 2017, pues en aquel entonces el feminismo blanco era el discurso predominante y mientras las mujeres blancas protestaban por derechos, las mujeres negras eran esclavizadas y discriminadas.
El Centro de Investigación y Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma (CIEG UNAM) abrió este espacio de diálogo en “Conversaciones con Angela Davis en América Latina y el Caribe” donde participaron profesores de la Universidad Nacional de Colombia, Ochy Curiel y Franklin Gil especialistas en el tema del feminismo negro quienes revelaron la deuda actual en cuanto abolicionismo carcelario, pues el feminismo negro y la justicia son luchas indivisibles, así como la interseccionalidad y la diáspora, afirmaron.
Una de la participantes en el conversatorio fue Ochy Curiel del Grupo Latinoamericano de Estudios, Formación y Acción Feminista (GLEFAS), una activista de República Dominicana especialista en feminismo latinoamericano y caribeño, su voz ha sido fundamental en el feminismo antiracista y decolonial de América Latina.
Curiel invitó a pensar en el feminismo fuera de lo blanco porque eso implica incomodar las narrativas dominantes y desbordar las fronteras del pensamiento blanco-occidental. Desde esta mirada, la justicia no puede centrarse en lo punitivo y el feminismo debe ser una herramienta para imaginar mundos más allá del castigo.
Por su parte el especialista Franklin Gil, retoma esta idea al señalar que el análisis de la violencia debe considerar también la relación con el Estado. Para las personas negras, por ejemplo, la intervención estatal puede representar una amenaza en lugar de una protección. En muchos casos, acudir a las autoridades puede ser contraproducente, lo que evidencia que las experiencias de violencia y discriminación racial varíen según el contexto. Señaló que incluso en el feminismo negro, es invisibilizada la diáspora negra.
Durante este conversatorio pudieron hacer mención de otra autoras además de Angela Davis, como Léila Gonzales, una antropóloga afrodescendiente que fue de las primeras mujeres en hablar de interseccionalidad, mujeres, raza y clase en la región. Sin embargo, la posibilidad de traducción permite que mujeres como Angela Davis tengan mayor eco y reproducción de sus textos, señaló la profesora colombiana Ochy Curiel.
“Es necesario un esfuerzo adicional para conocer otras fuentes y reencontrar a esas autoras que pensaron estos temas muchísimo antes y se perdieron en el camino” Franklin Gil
Según la biografía de su libro “Mujeres, Raza y Clases” su compromiso con la lucha por los derechos de las personas encarceladas se remonta a su participación en la campaña para liberar a los tres hombres negros del caso conocido como Soledad Brothers, que provocó que ella misma fuera arrestada y encarcelada.
Actualmente, continúa defendiendo la abolición de la prisión y ha desarrollado una poderosa crítica al racismo que impregna el sistema penal y que tal como lo señala la profesora Ochy Curiel, Angela Davis denuncia la responsabilidad de las empresas trasnacionales que convierte las cárceles en un negocio millonario por eso hay una urgente necesidad de debatir en la región otras alternativas de justicia comunitaria.
“Es un personaje clave no solo por su pensamiento profundo, sino por su activismo” Ochy Curiel Pichardo
Ocho décadas de resistencia antirracista
La biografía de Angela Davis está marcada por sucesivos retos a lo largo de su trayectoria. Nacida en Alabama en 1944, desde su niñez enfrentó la segregación étnica en Estados Unidos.
Creció en el barrio conocido como ´Dynamite Hill´ (Colina Dinamita), el nombre de éste venía dado por el elevado número de casas de personas afroamericanas que habían sufrido ataques del Ku Klux Klan.
Dynamite Hill fue, además, el escenario de un episodio que afectó personalmente a Davis, ya que, a consecuencia de un bombardeo a una iglesia en 1963 como parte de un ataque racista, cuatro de sus amigas fueron asesinadas. Este hecho fue para ella la expresión de ´la rutina cotidiana, a menudo monótona, de la opresión racista´.
Davis acude a la Universidad de Brandeis, luego viaja a Europa para ampliar sus estudios, pero en especial sus horizontes. Después volvió a los Estados Unidos para concluir un doctorado en la Universidad de California.
Luego de incorporarse al Partido Comunista comenzó una persecución política en contra de ella, incluso la señalan como una de las criminales más buscadas de los Estados Unidos y una vez que fue detenida, las redes que la habían acompañado a lo largo de su activismo comenzaron una campaña importante exigiendo su liberación, finalmente ella es liberada y todo concluye en su favor.
Espíritu Indómito
En la novela gráfica, Miss Davis: La vida y la lucha de Angela Davis, publicada en el 2020 se puede visualizar a una Angela Davis más fuerte aún. Acerca del desarrollo de la obra, comentan: “La novela gráfica publicada acerca al lector a la Angela Davis más revolucionaria, la que a su vuelta de Europa a finales de aquellos turbulentos años sesenta decide centrarse en su faceta como activista política, formando parte de Che-Lumumba Club, una facción afroamericana del Partido Comunista, y Black Phanters Party, organización en defensa de los derechos de la comunidad afroamericana”.
Nos muestra también cómo, en sus comienzos, Angela Davis tuvo que hacer frente al sexismo presente dentro del movimiento, que no veía con buenos ojos que las mujeres pudiesen tomar decisiones, y mucho menos liderar el movimiento. Para Davis ´las mujeres siempre han sido la columna vertebral del movimiento de justicia social´ y por tanto no deben de ningún modo someterse a los deseos masculinos de poder y liderazgo en el movimiento”.
“El acontecimiento central de este atractivo cómic se basa en la acusación a Davis de estar involucrada en el asalto a una corte en California, que acabó con la vida del asaltante, Jonathan Jackson. Estos hechos sucedieron durante un juicio en el que se acusaba a tres afroamericanos de asesinar a un guarda de prisión. Angela Davis fue señalada, pues el arma que se había empleado estaba a su nombre”.
“Su interés por los textos de existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre hace que termine estudiando filosofía en Alemania durante la segunda mitad de los sesenta del pasado siglo. Durante este periodo, escribió: ´If They Come in the Morning: Voices of Resistance´ en 1971, donde lleva a cabo un análisis del sistema penitenciario americano, exigiendo una mejora de sus condiciones y tildando a la institución penitenciaria de racista”, ya que en su visión no solo se dirige de manera de desproporcionada contra personas afrodescendientes, sino que también se suma el hecho de que es una institución heredada de la esclavitud.
Acceder al siguiente link, para ver la nota de CIMAC Noticias en la que se menciona a Angela Davis recibiendo la presea Frantz Fanon en el 2022, que otorga cada año la Asociación Filosófica del Caribe, organización de académicos e intelectuales dedicados al estudio y generación de ideas con énfasis particular en fomentar el diálogo Sur-Sur:
Pensamiento en acción
En diversas conversaciones, ha dejado claro un punto central para ella, que existen diferentes clases de feminismo:
“Yo creo que cuando hablamos de feminismo deberíamos hablar en plural. Es importante que quede claro que estamos hablando de un tipo de feminismo diseñado para mantener el status quo y las instituciones actuales; tendríamos que hablar de un feminismo revolucionario, y no solo para transformar las ideas de género, sino también de uno que intente cambiar las condiciones vigentes en el mundo”, puntualiza en su discursiva Angela Davis.
En la búsqueda de equidad e inclusión, subraya la activista: “No podemos asumir que el racismo es sobre todo un problema para aquellos que lo padecen. El racismo distorsiona y corrompe instituciones y mentes, crea una asunción de superioridad, produce el privilegio blanco».
“Hay quienes creen que el eslogan ´Black Lives Matter´ tiene una connotación particular, pero no podría ser más universal. Decir simplemente ´All Lives Matter´ es ignorar hasta qué punto las vidas negras y de color son objeto de racismo y represión”.
“Decir que las vidas negras importan, sin embargo, es proclamar que, en efecto, todas las vidas importan”, destaca la activista.
Ver en el siguiente link, la nota: Angela Davis, la revolucionaria perseguida por el FBI:
Angela Davis, ícono feminista del siglo veinte que dejó un legado de fortaleza y valor, a lo largo del camino andado ha dejado, varias frases que inspiran, como:
“No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”
“Recuerda que cada vez que aceptamos una injusticia, porque es marginal en comparación con otras, entregamos un pedazo de nuestra dignidad a quienes con el racismo siempre nos han tenido divididos y segregados”
“No puedes separar la paz de la libertad porque nadie puede estar en paz a menos que tenga su libertad”
“El grupo de las Panteras Negras se conoce en todo el mundo, pero la gente no sabe que la mayoría de los miembros eran mujeres”.