Ciudad de México.- Ante la crisis de desapariciones que vive México y la negación por parte del Estado, organizaciones y colectivos de familias buscadoras presentaron un informe alterno ante el Comité contra la Desaparición Forzada (CED) de la ONU, en el que exponen la alarmante y creciente magnitud de este fenómeno donde proponen crear una Comisión de Esclarecimiento Histórico para identificar patrones de violaciones sistemáticas, detener las desapariciones, devolver los cuerpos a sus familias y llevar a los responsables ante la justicia.
Asimismo, plantean comunicar a la Corte Penal Internacional la información reunida por el Comité y los indicios que sustentan la aplicación del artículo 34 de la Convención en el caso mexicano, con el propósito de iniciar una investigación preliminar por posibles crímenes de lesa humanidad conforme al Estatuto de Roma.
Para entender este panorama hay que señalar que en México, entre enero de 2006 y octubre de 2025 se contabilizan más de 133 mil personas desaparecidas; en cuanto a las desapariciones de mujeres se reportan 30 mil 163 mujeres desaparecidas, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
No hay que olvidar que la impunidad que prevalece en el país permite que los casos de desaparición vayan a la alza. De acuerdo con cifras recopiladas por el informe, aumentaron los casos de mujeres desaparecidas en los 32 estados del país. En nueve estados, este incremento fue de más del 20%.
El rango de edad en el cual se concentra la mayoría de los casos de niñas y mujeres desaparecidas continúa siendo el de 15 a 19 años, representando el 21% de estos casos, por lo que las colectivas apuntan que la trata de personas y feminicidio podrían ser dos delitos encubiertos detrás de las desapariciones de mujeres, adolescentes y niñas; sin embargo, estos casos se han visto eclipsados por la atención mediática centrada en la guerra contra el narcotráfico.
«La violencia sexista y la violencia adultocentrista operan para imponer esta forma de violencia, sometimiento, utilización o borramiento de las mujeres y adolescentes mujeres».
Hay que recordar que dicho informe se derivó luego de que, el pasado mes de abril, el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU decidió activar el artículo 34 en México, tras argumentar que las desapariciones en este país son un tema «preocupante», pues son sistemáticas y generalizadas, por lo que se solicitó al Estado mexicano a entregar información al organismo para conocer el panorama del país.
Mujeres desaparecidas a nivel estatal
Una de las entidades más peligrosas para las mujeres es el estado de México que tiene, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) al 4 de agosto de 2025, 14 mil 434 personas desaparecidas y no localizadas, lo que supone un 22,85% del total de desapariciones en el país, de las cuales 5 mil 628, corresponden a mujeres.
Pese a que en esta entidad se ha documentado ciertos puntos en donde se encuentra con frecuencia restos de mujeres, como el Gran Canal así como en otras zonas de aguas negras, no ha habido intervención para identificar restos óseos, ni un plan de búsqueda firme por parte de la entidad.
No obstante aunque se señala que, el estado de México cuenta con dos Alertas por Violencia de Género (AVG). La primera decretada en el año 2015 y la segunda en el año 2019, debido al alza de feminicidios y violencia machista en la entidad, no ha visto mejoras sustanciales para las mujeres.
En la Ciudad de México, la proporción de mujeres desaparecidas es significativamente más alta comparada con otras entidades, pues de acuerdo con el RNPDNO, existían 11 mil 520 personas desaparecidas en la Ciudad de México entre febrero de 1990 y febrero de 2023, de éstas, 55% son hombres y 45% mujeres.
En estados como Tabasco, el 21-22% de las desapariciones de mujeres y niñas corresponde a adolescentes de 15 a 19 años, con mil 215 casos hasta 2025. Entre 1981 y octubre de 2024, se reportaron 299 desapariciones de menores, de las cuales 207 eran mujeres. También hay 102 personas migrantes desaparecidas, sobre todo de Honduras, Cuba y Nicaragua.
En Nuevo León, se observó que entre 2016 y 2023 la incidencia de desapariciones se incrementó casi al triple, esta entidad ocuparía el quinto lugar a nivel nacional en esta materia, detrás de Jalisco, Tamaulipas, Estado de México y Veracruz, lo que derivó en un incremento notorio de desapariciones de mujeres y adolescentes mujeres.
Infancias
De acuerdo con el análisis del RNPD al 14 de marzo de 2025, cada día se reportó a 28 niñas, niños y adolescentes como desaparecidos durante 2024. Desde que se tiene registro, 112 mil 579 niñas, niños y adolescentes han sido reportados en esta situación y una de cada seis de estas personas continuaba desaparecida o no localizada (17 mil 349 en total).
El reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos delictivos es un delito que se ha agravado. En los estudios realizados se van descubriendo nuevos rasgos y magnitudes en función de los factores de riesgo y vulnerabilidad que viven los niños y adolescentes, además de los cambios operativos y estratégicos de algunas organizaciones delictivas.
Por ejemplo, además de los grandes cárteles, también hay familias delictivas y pandillas que los llevan directamente a las actividades criminales. Se calcula que entre 145 mil y 250 mil niñas, niños y adolescentes están en riesgo de ser víctimas de esta práctica criminal. El involucramiento de niños, niñas y adolescentes es visto como una suerte de “inversión” por los grupos delictivos, aprovechando la necesidad de pertenecer, la búsqueda de protección, poder, drogas y otros lujos.
El temor y las amenazas de ser reclutados o ser utilizados para trata por grupos delincuenciales o del crimen organizado pueden ser un factor causal para que niños y niñas migren irregularmente o vivan desplazamiento forzado.
Errores de registro
Pese a que estas cifras, principalmente retomadas de la RNPD, nos pueden mostrar un panorama de lo que se vive en México, es importante precisar que, de acuerdo al informe, hay errores en la información porque se han detectado nombres incorrectos, ubicación incorrecta del lugar de desaparición y otros datos inexactos.
Además, hay falta de precisión en las estadísticas como las cifras oficiales de personas desaparecidas que pueden no ser precisas, con estudios que revelan que personas desaparecidas no están incluidas en el registro. También se han identificado inconsistencias metodológicas que dificultan la comparación de datos y la identificación de tendencias.
El desafío del RNPD radica en la falta de actualización y consistencia porque enfrenta problemas en la presentación de datos, lo que dificulta la búsqueda de personas desaparecidas. También se han reportado problemas de gestión, incluyendo la falta de personal capacitado y la escasez de recursos para la búsqueda, así como dificultades para acceder a la información, lo que en algunos casos impide que las familias puedan realizar sus propias búsquedas