Ciudad de México.– María Corina Machado, lideresa opositora del régimen venezolano, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, informó el Comité Noruego del Nobel.
María Corina Machado se suma a la lista de las 20 mujeres que han obtenido el Premio Nobel de la Paz, un hecho considerado histórico debido a la brecha de género que persiste en este galardón, donde 92 hombres han sido reconocidos a lo largo de su historia, reflejando una marcada desigualdad en el reconocimiento público a las mujeres.
Aunque el Premio Nobel de la Paz existe desde 1901, hasta 1970 había sido casi exclusivamente un reconocimiento otorgado a hombres blancos con altos niveles educativos provenientes de Europa y Estados Unidos. Para ese año, solo tres mujeres habían ganado el premio: la austriaca Bertha von Suttner (1905), considerada pionera del pacifismo internacional, y las estadounidenses Jane Addams (1931) y Emily Greene Balch (1946), ambas vinculadas al movimiento internacional de mujeres por la paz.
Fue hasta la década de 1970 cuando comenzó una presencia femenina un poco más visible: Betty Williams y Mairead Corrigan lo recibieron de manera conjunta en 1976 por su movimiento pacifista en Irlanda del Norte, y Madre Teresa de Calcuta lo obtuvo en 1979 por su trabajo humanitario. Desde 1990, otras doce mujeres han sido reconocidas, lo que evidencia una participación femenina creciente pero aún desigual en uno de los premios más influyentes del mundo.
María Corina Machado, ingeniera industrial y ex diputada, fundó hace más de dos décadas la organización Súmate, dedicada a la observación electoral y al fortalecimiento democrático. Desde entonces ha mantenido una postura firme contra el autoritarismo, denunciando la militarización del país, la corrupción estatal y la violación sistemática de los derechos humanos.
Su liderazgo surge en medio de la crisis que atraviesa Venezuela, país que, según el Comité, “ha pasado de ser una nación relativamente próspera a un Estado autoritario que enfrenta una profunda crisis humanitaria y económica”. Actualmente, casi ocho millones de venezolanas y venezolanos han migrado de forma forzada, mientras la represión política ha provocado encarcelamientos arbitrarios, persecución judicial y fraudes electorales documentados.
Recordemos que fue a partir de 2023 cuando Machado decidió enfrentar de manera directa al Estado venezolano. Ese año se posicionó como candidata presidencial dese la oposición, pero el régimen de Nicolás Maduro ordenó su inhabilitación política para impedirle participar en los comicios.
A pesar de ello, no desistió y encabezó la estrategia electoral de la oposición, respaldando al candidato unitario Edmundo González Urrutia. Durante el proceso electoral, cientos de miles de venezolanos se movilizaron como observadores para documentar las actas de votación, aun bajo riesgo de detención, tortura o desaparición forzada.
El gobierno de Maduro ha sido caracterizado por oprimir y silenciar a quienes buscan removerlo del poder. En el último año, Machado se ha visto obligada a vivir escondida; a pesar de las amenazas contra su vida, ha decidido permanecer en Venezuela. Según el Comité Noruego, esta decisión “ha inspirado a millones”.
Pese a la represión, la oposición logró reunir pruebas del triunfo electoral opositor, mismas que fueron difundidas internacionalmente. Sin embargo, el régimen se negó a reconocer los resultados y se mantuvo en el poder. Machado continuó denunciando las irregularidades ocurridas durante las votaciones, lo que provocó un incremento de la represión en su contra.
Ante este escenario, Machado aseguró que el reconocimiento internacional representa un impulso que brinda energía y confianza a las y los venezolanos, tanto dentro como fuera del país, para continuar la lucha por la democracia que desde hace años se busca alcanzar.
Además, Comité Noruego del Nobel. consideró que el respaldo global demuestra que la comunidad internacional entiende y comparte la causa venezolana, y constituye un llamado firme para que la transición democrática se concrete de inmediato, tal como lo exigieron tras la victoria electoral del 28 de julio.
La lideresa reconoció que sus logros no son producto de esfuerzos individuales, sino del trabajo conjunto del pueblo venezolano, que ha mantenido su lucha ciudadana, así como del apoyo de aliados internacionales, cuya solidaridad consideró decisiva.
Señaló que el Premio Nobel de la Paz es un reconocimiento colectivo a la resistencia y determinación de su comunidad, además de un símbolo de los avances alcanzados y del camino que aún falta por conquistar.
Finalmente, subrayó que el pueblo venezolano entiende que no puede haber paz sin libertad, y que defenderla requiere una gran fuerza moral, espiritual y física. Expresó su confianza en que Venezuela será libre, y que este logro propagará coraje y esperanza en toda América Latina, porque la libertad, la democracia y la prosperidad son los pilares que unen a la región.
Asimismo, el comité, aseguro que el caso venezolano no es aislado, pues advirtió el avance global de regímenes autoritarios, la censura a la prensa y el uso del aparato judicial para perseguir opositores. “En 2024 se celebraron más elecciones que nunca antes en el mundo, pero cada vez menos fueron libres y justas”, afirmó.
“María Corina Machado ha demostrado que las herramientas de la democracia son también herramientas de paz. Representa la esperanza de un futuro donde la libertad no sea una aspiración, sino una realidad”, concluyó el Comité Noruego.