Ciudad de México.— En 2016 México fue partícipe de una de las campañas digitales con mayor trascendencia para visibilizar el acoso sexual callejero contra las mujeres donde la etiqueta utilizada fue: #MiPrimerAcoso la cual solo inundó las redes sociales, sino que develó que no importaba la edad, el físico, o el color de piel, todas las participantes tenían una experiencia que contar.
Un 23 de abril de 2016, la cuenta @e_stereotipas, impulsada por las feministas Catalina Ruiz Navarro y Marcela Zendejas, lanzó en Twitter un llamado urgente a todas las mexicanas:
“¿Cuándo y cómo fue tu primer acoso? Hoy a partir de las 2pmMX usando el hashtag #MiPrimerAcoso. Todas tenemos una historia ¡Levanta la voz!”. Eso fue suficiente para impulsar todo un movimiento de mujeres quienes ya no querían callar ante la violencia que vivían día con día.
Catalina Ruiz Navarro fue quien impulsó la campaña narró en su columna #MiPrimerAcoso la historia detrás del Trending Topic publicada en el medio Vice, que la idea original nació de la feminista brasileña Juliana de Faria cuando realizó una campaña llamada “Chega de Fiu Fiu o Basta de Fiu Fiu” (Basta de silbar a las mujeres cuando caminan por la calle), siendo de las primeras campañas en hablar del acoso en espacios públicos en el país. Ocho mil mujeres de Brasil compartieron sus historias e hicieron eco rechazando el acoso.
En octubre de 2012, una niña de 12 años que concursaba en el programa MasterChef Junior Brasil fue cosificada y sexualizada por los televidentes. Comentarios machistas y violentos inundaron las redes sociales llegando incluso a comentar que estaba “muy grandecita” y “era violable”. Esto desató el enojo del movimiento feminista y desde la organización civil de Think Olga fundada por Juliana de Faria emprendió una campaña masiva en internet con el hashtag #MiPrimerAsedio logrando reunir 200 mil publicaciones.
Estando en un foro feminista sobre los efectos del virus Sika en Brasil, Catalina Ruiz Navarro escuchó por primera vez sobre la campaña y vio la necesidad de replicar la campaña en América Latina.
Sin embargo, la publicación de la campaña #MiPrimerAcoso en abril de 2016 no fue un momento aleatorio, sino que se enmarcó en la Primavera Violeta. Se trató de una de las manifestaciones feministas más concurrentes en México que movilizó a mujeres de 40 ciudades y tuvo lugar el 24 de abril de ese año.
La marcha #24A hizo historia no solo por denunciar la violencia machista que azota al país, sino porque surgió en un día no conmemorativo como el 8 de marzo o el 25 de noviembre. También porque se convocó desde redes sociales con el hashtag #VivasNosQueremos e hizo revuelo en internet abonando a que incluso mujeres no alineadas con el movimiento feminista se unieron para exigir una vida libre de violencia.
De la primavera violeta al maremoto feminista: cinco años del #24A – cimacnoticias.com.mx
Los resultados
Tras la convocatoria de Estereotipas, Twitter y Facebook se llenaron de publicaciones compartiendo sus historias a través del hashtag; sin embargo, las organizadoras también recibieron por mensajes o correos cientos de experiencias que mujeres compartieron en anónimo no solo de acoso en espacios públicos, sino historias de violencia sexual que hasta ese momento habían mantenido en secreto.
«Solo podemos sentir respeto y tristeza por la cantidad de historias que han llegado y siguen llegando. Por supuesto, el éxito del hashtag se debe a las miles (¿o millones?) de mujeres que tuvieron la fuerza y la valentía para contar sus historias, que a su vez inspiraron a otras para tener ese valor y no quedarse calladas. Para muchas, fue la oportunidad de desahogar lo que habían callado por años, y al leerlas, muchas empezaron a recordar y reconocer sus propias experiencias de acoso» -Catalina Ruiz Navarro
La organización Distintas Latitudes realizó un análisis de 19 mil 607 tuits de la campaña y encontró importantes patrones de violencia sobre la edad del primer acoso, las agresiones denunciadas, los espacios donde ocurrieron y quienes la cometieron. Dentro de los resultados hallaron que 4 de cada 10 historias difundidas no correspondían a casos de acosos, sino de abuso sexual.
De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) el acoso sexual «se manifiesta a través de una conducta física o verbal de connotación sexual no consentida ejercida sobre una o varias personas, en espacios y medios de transporte públicos»; mientras que, el Código Penal Federal determina el abuso sexual como «comete el delito de abuso sexual quien ejecute en una persona, sin su consentimiento, o la obligue a ejecutar para sí o en otra persona, actos sexuales sin el propósito de llegar a la cópula.»
Asimismo, en las experiencias de abuso sexual se pudieron relacionar con delitos mayores como pederastia, violencia sexual o corrupción de menores. Pese a la confusión de términos, Distintas Latitudes puntualizó que no les corresponde a las víctimas identificar correctamente el delito, sino sus defensores y las autoridades, ya que de no hacerlo se generaría un problema de ineficiencia en la integración del delito.
Otro problema ligado a esto fue que, para 2016, alrededor de 16 entidades y el Código Penal Federal, el acoso sexual no estaba tipificado. Ahora, la situación ha cambiado, pues en 26 entidades ya se tipifica como delito, mientras que en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Colima, Hidalgo y Tabasco no está considerado y tampoco a nivel federal.
En cuanto a las edades, se encontró que el 42.3% de las mujeres tenían entre 6 y 11 años de edad cuando vivieron acoso por primera vez, aunque los 8 años se volvió la edad promedio. No obstante, también se encontró diversas variantes en las edades, por ejemplo, 28 mil 672 mujeres lo vivieron entre los 0 y 15 años, 22 mil 985 entre los 16 y 30 años, 8 mil 162 entre los 31 y 45 años y 2 mil 022 entre los 46 y 60 años.
Respecto al agresor, el 3% de las veces fue un familiar, el 21% un conocido y el 76% un desconocido, todos mayores de 18 años. El que una agresión de acoso sexual a una mujer proviniera de un desconocido se replicó en varias historias. Los tocamientos fueron las agresiones más comunes con un 37%, pero a esta le siguieron masturbaciones, insinuaciones y exhibiciones de los genitales.
Finalmente, Distintas Latitudes detalló que el 43% de las historias ocurrieron en la calle, incluso cuando el agresor se encontraba en un vehículo como bicicleta, motocicleta o automóvil. En segundo lugar, se encontró el transporte público. Aquí las mujeres vivieron tocamientos lascivos, frotamientos y testigas de masturbaciones, aunque también se registró fotografías y videos tomados sin su consentimiento o hacer insinuaciones o eyacular sobre ellas. Por último, la escuela se posicionó en el tercer lugar.
Cimacnoticias se dio a la tarea de investigar la edad en la que sus lectoras vivieron acoso sexual por primera vez, por lo que te invitamos a responder la siguiente encuesta.




