Aún cuando en el ámbito internacional México ha ratificado diversos convenios y tiene «una imagen buena respecto a derechos humanos», al interior del país estos derechos y sus mecanismos no están funcionando y actualmente la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) está tomando una actitud «que no ayuda a proteger los derechos de las mujeres ni de las personas en general».
Así lo señaló Elizabeth Plácido, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir y Cladem México, durante la reunión que sostuvieron diversas organizaciones con el titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Florentín Meléndez, durante su reciente visita a México.
Uno de los temas que preocupa a las organizaciones de mujeres sobre la situación de la población femenina en nuestro país es la reciente actuación del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, en el tema del aborto.
Al respecto, Plácido dijo al Presidente de la CIDH que la acción de inconstitucionalidad 146/2007 que presentó la CNDH violenta los derechos fundamentales «en prejuicio de las mujeres» y lo cual es un llamado de alerta sobre la visión que la institución tiene de los derechos humanos de las mujeres.
«Las actuaciones y declaraciones del Ombudsman dejan ver una visión desarticulada de los derechos humanos y deslegitima a las mujeres como sujetas de derecho»
Plácido señaló que al establecer la CNDH que el derecho a decidir sobre el número de hijas e hijos que se desea tener «es un derecho individual de ejercicio conjunto, pues cada integrante de la pareja en común acuerdo formará una familia», reduce el ejercicio de este derecho a limitar la reproducción al ámbito de la familia y no como una decisión individual.
Asimismo, indicó que la acción de inconstitucionalidad que presentó la institución «pretende crear un derecho a favor del hombre sobre el cuerpo de la mujer al obligar a una mujer a asumir su embarazo no deseado».
Lo anterior, dijo al representante de la CIDH, aún cuando las implicaciones biológicas, físicas, emocionales y jurídicas de un embarazo forzoso «son irreparables» y la interrupción del embarazo «no afecta el goce del hombre, a futuro, de su derecho a la libertad reproductiva».
Elizabeth Plácido señaló que la actuación de la CNDH en el tema del aborto «nos alarma» junto con el papel que tomó en el caso de Ernestina Ascencio, presuntamente violada y asesinada por militares en Zongolica, Veracruz, o la descalificación de las recientes declaraciones de Amnistía Internacional con relación a Oaxaca.
Dicha descalificación fue en el sentido de señalar las declaraciones como exageradas, lo que según Plácido, provocan que la institución se debilite «y no cumpla con su objetivo de promover los derechos humanos y el de emitir recomendaciones que protejan a las y los quejosos, e impedir que vuelvan a repetir futuras violaciones».
Finalmente, Elizabeth Placido señaló: «nos parece lamentable que la actuación del Ombudsman vaya en contra de las interpretaciones y estándares más altos de protección de los derechos humanos»
Por ello, pidió el presidente de la CIDH que dentro de los futuros informes que realice con relación a México incluya un apartado sobre la actuación de la CNDH y los derechos de las mujeres.
07/HVR/GG
