Reunidos en asamblea, representantes comunitarios de Soledad Atzompa consideraron necesario solicitar, a través de organizaciones civiles del país, la intervención de tribunales internacionales para esclarecer el homicidio de la señora indígena de la comunidad de Tetlacinga, presuntamente victimada por militares, acto considerado por organizaciones civiles como el más grave feminicidio cometido en las últimas tres décadas en Veracruz.
Convocados por el cabildo de Soledad Atzompa, este martes asistieron al menos 150 representantes comunitarios de esa localidad, quienes se reunieron con integrantes de la Red de Organizaciones Civiles de Veracruz, con el propósito de analizar el caso de la señora nahuatl de 73 años violada y torturada por presuntos elementos del Ejército el pasado 25 de febrero.
Bajo la premisa de que el delito no quedará impune, integrantes del Consejo de Desarrollo Municipal, jefes de colonia y habitantes de comunidades analizaron la posibilidad de recurrir a Amnistía Internacional y a los tribunales internacionales de aplicación de justicia, en caso de que las autoridades mexicanas no garanticen una correcta aplicación de la justicia. Y para ello se hace acopio de información sobre el caso.
Julio Atenco Vidal director, de obras públicas del Ayuntamiento de Soledad Atzompa y líder natural en ese municipio, señaló que este asunto cada vez se hace más confuso debido a diferentes opiniones en cuanto al diagnóstico médico sobre la causa de la muerte de la señora, y todo apunta que pretenden exculpar al Ejército Mexicano.
Previo a la asamblea, externó que desde la capital del país han surgido rumores que lo pretenden inculpar como responsable de conformar una guerrilla con el apoyo de organizaciones extranjeras y, peor aún, para que él mismo aparezca como responsable del crimen en contra de «nuestra hermana mayor».
Tanto el ejército como el gobierno federal, agregó, tienen intenciones perversas para desprestigiar a las y los indígenas. Y, peor aún, en ese mar de contradicciones, incluso el personal técnico y científico de la CNDH ha vertido informes dispares a las declaraciones de su presidente José Luis Soberanes.
Mencionó que el crimen de la indígena «no es un crimen solitario o circunstancial de unos pervertidos sexuales, no sabe si la violaron con pene, pero sí hubo una agresión con un objeto vía anal y ello va más allá de una perversión sexual. Es casi diabólico el objetivo de quien cometió el crimen, pues buscaron provocar un enfrentamiento entre el pueblo y el ejército».
Atenco Vidal explica que el pueblo de Soledad Atzompa vive un proceso de reconstitución, de una lucha en defensa de su autonomía, autoridad, lengua y cultura, de defensa de su ley interna. Quizá la intención del gobierno es desarticular el proceso de reconstitución del pueblo, porque este agravio no fue solo a la familia de la anciana sino fue un agravio a la comunidad de Tetlatzinga, al pueblo de Soledad Atzompa».
Finalmente, Atenco Vidal expuso que México debe saber que los habitantes de la sierra de Zongolica no permitirán que este hecho quede impune, Atzompa es un pueblo organizado, originario, pacífico, trabajador, no es un pueblo violento, está en proceso de reconstitución como sujeto colectivo y luchará por sus derechos.
EL ASESINATO MÁS GRAVE DE LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS
Solidarizadas con la comunidad de Soledad Atzompa, las representantes de la Red de Organizaciones Civiles de Veracruz (ROCVER), entre ellas María Montserrat Díaz, del colectivo Feminista de Xalapa; Guadalupe Rebolledo, secretaria de enlace de ROCVER, y Patricia Benitez Pérez, del Centro de Servicio Municipal Heriberto Jara, manifestaron su rechazo hacia la actitud asumida por el Ejército Mexicano, que aparentemente pretende encubrir a los militares presuntos responsables de la muerte de la señora de Soledad Atzompa.
Para María Montserrat Díaz, la violación y muerte de la señora se circunscribe en una situación mucho muy grave, por darse en una zona indígena y con características políticas determinadas que pueden tener ciertas implicaciones.
Nuevamente surge la percepción de que las mujeres son el escudo, ahí donde la violencia institucional llega, y son utilizadas para ser el canal de expresión de esa violencia, primero por tratarse de mujeres y seguido por una circunstancia que tiene que ver con una violencia institucional de parte del Ejército Mexicano, según arrojan las investigaciones, dijo.
Coincidieron en señalar que es necesario el respaldo jurídico de instituciones internacionales hacia la familia de la víctima. Este caso es uno de los más graves registrados contra las mujeres en las últimas décadas y sienta un precedente de todo lo que está sucediendo en el país, en aquellas zonas en donde se introduce el ejército, como Chiapas, Guerrero y ahora en Veracruz.
Por ello, remarcaron, urge una aplicación de la justicia, que se hagan las investigaciones conducentes y se busquen los canales necesarios para su procuración. Y que en caso necesario se recurra a tribunales internacionales, pues hay experiencias en este sentido que indican que ese puede ser un camino.
Aquí en Atzompa hay muchas agravantes, las mujeres viven situaciones difíciles, pero también viven discriminación respecto a la pobreza, edad, etnia y de género, y en ese contexto se cruza este crimen, es el peor de los que tienen conocimiento en 30 años, pero sobre todo cobra gravedad porque fue perpetrado presumiblemente por una institución como es el Ejército, dijeron las mujeres.
07/LCM/GG
