A pesar de que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó que durante 2007 el Producto Interno Bruto (PIB) latinoamericano creció un 5.6 por ciento, en la mayoría de los países de la región no ha habido repercusiones significativas en la actividad y el comercio internacional.
En su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2007, el organismo internacional indicó que, de confirmarse estos pronósticos, se completarían seis años de aumento consecutivo y el producto por habitante habría acumulado un incremento del 24 por ciento, equivalente a un 3.5 por ciento anual.
En la mayoría de los países de la región han seguido registrándose tasas elevadas de crecimiento, basadas principalmente en la demanda interna, en la que destacó el aumento del consumo privado y de la formación bruta de capital.
Así durante gran parte del año 2007 la región de América Latina y el Caribe enfrentó una elevada volatilidad de los mercados financieros, como consecuencia de la incertidumbre sobre el impacto de la crisis financiera estadounidense en la economía real de ese país y a nivel mundial.
Pese a ello, en comunicado de prensa, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Luis Machinea, advirtió que la situación actual no está exenta de riesgos. «La región tiene una ventana de oportunidades realmente extraordinaria como no se daba en décadas posiblemente, un contexto externo muy favorable, y nos da la impresión de que no está aprovechando como debiera esta oportunidad».
No la está aprovechando, porque no está haciendo lo suficiente para crear las bases para un desarrollo más sostenible. A la larga, si no somos capaces de mejorar un poco más la competitividad vamos a tener problemas para crear las bases sustentables para el crecimiento, recalcó.
Machinea subrayó que no hay una estrategia de largo plazo definida en asociación con el sector privado, no se están tomando medidas fuertes para mejorar la competitividad en la región, y la educación es cualitativamente deficiente.
De la misma manera, la Cepal advierte en su documento que existen algunas señales de alerta provenientes de la propia región, entre ellas la persistente baja del tipo de cambio real, el aumento de la tasa de inflación en varios países y un incremento generalizado del gasto público.
Además de estos riesgos, anota que la región no está haciendo lo suficiente para mejorar la competitividad sistémica, en particular teniendo en cuenta las necesidades de aumentar la inversión, en especial en infraestructura, es decir energía y transporte, incentivar la innovación e incrementar las capacidades de los recursos humanos, sobre todo mejorando la calidad de la educación.
De la misma manera el informe reporta, un superávit de la cuenta corriente, una nueva mejoría de los términos de intercambio, resultados positivos de las cuentas fiscales, menor desempleo, mayores reservas internacionales y reducción porcentual de la deuda externa en relación al PIB.
Además, afirma que se mantuvo el dinamismo de la inversión y aumentó significativamente el consumo privado. Todos estos elementos hacen que la región se encuentre mejor preparada para enfrentar un aumento de la volatilidad externa, afirmó la Comisión.
07/GT/GG
