Inicio Alianza por la Calidad deteriora aún más el trabajo magisterial

Alianza por la Calidad deteriora aún más el trabajo magisterial

Por Guadalupe Cruz Jaimes

La Alianza por la Calidad Educativa (ACE) deteriora «aún más» el empleo de un millón 700 mil docentes en el país, de los cuales el 63 por ciento son mujeres, quienes pierden la seguridad en el trabajo y la posibilidad de obtener mayores salarios.

Así lo informó Lilia Abarca Laredo, maestra normalista, integrante de la Dirección de Política Nacional de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), durante el Seminario Precarización Laboral y Calidad de Vida: últimas en el empleo, primeras en el despido, que se celebró el viernes pasado, en la Cámara de Diputados.

Durante su participación en el seminario, convocado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la Fundación Friedrich Ebert y la Red de Mujeres Sindicalistas, Abarca Laredo comentó que la ACE, pactada por Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo, secretaria vitalicia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), en 2007, deja sin seguridad en el empleo alrededor del 48 por ciento del personal magisterial.

«El problema es que el 48 por ciento (de docentes sin plaza en propiedad) no tendrá derecho a carrera magisterial porque no tiene seguro el empleo. Sólo los que tienen plaza en propiedad, los demás están fuera», indicó.

Y aunque la sindicalista reconoció que las y los maestros en México no han sido un gremio privilegiado, refirió que en la década de los noventa, «teníamos la seguridad en el empleo con una plaza docente, de tal forma que al egresar de la Escuela Normal cualquier persona ya tenía asignada en propiedad una plaza inicial y la podía conservar».

Ahora con la ACE, cada dos años se verán obligados a ingresar al Sistema Nacional de Certificación Docente, con el cual a través de 80 reactivos de opción múltiple se evaluará al magisterio y decidirán si reúnen las aptitudes para obtener una plaza docente o conservar la que poseen, «sin importar la antigüedad y trayectoria de las y los maestros», señaló la profesora, militante de la CNTE.

DISFRAZA EL DESEMPLEO ABIERTO

Con ello, el magisterio entra «en un proceso franco de inseguridad laboral», aseguró Lilia Abarca, durante el seminario inaugurado por Rosario Ortiz Mallagón, diputada federal del PRD e integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara baja.

De igual modo, afirmó que la ACE «disfraza el desempleo abierto para las y los docentes, ya que recientemente han registrado nombramientos «hasta por una quincena». Por ello, señaló que es prioritario que «se le dé marcha atrás» al convenio pactado por la secretaria del SNTE y Felipe Calderón.

La sindicalista refirió que la Alianza «precariza aún más» las condiciones laborales de millón 700 mil docentes, de los cuales las mujeres representan el 63 por ciento, que anteriormente laboraban largas jornadas, bajo presión y la mayoría de ellos con bajos salarios.

De los cientos de miles de docentes, dijo Abarca Laredo, sólo los que poseen la categoría A, es decir, 5 mil 132 maestros, gozan de los mejores salarios, mientras que la mayoría, alrededor de 438 mil 630, percibe los más bajos.

GREMIO FEMINIZADO

Cabe mencionar, que las y los trabajadores de la educación, considerado «un gremio feminizado», atiende en el país a alrededor de 32.2 millones de estudiantes de educación básica, media superior y superior vinculadas a la Secretaría de Educación Pública (SEP), indicó la integrante de la Dirección Política Nacional de la CNTE.

En educación básica el 79.4 por ciento son mujeres, media superior 8.5 por ciento y educación superior 9.3 por ciento, sólo en escuelas de la SEP, que no contempla las universidades públicas del país.

En tanto, el 12.8 por ciento son trabajadoras de educación artística, tecnológica y deportiva, y de ellas la mayoría se ocupan en el ámbito artístico y tecnológico.

En el nivel preescolar el 91 por ciento son mujeres, en primaria 2 de cada 3 son mujeres y en los siguientes grados educativos «hay mayor equilibrio» entre los sexos.

A decir de la sindicalista, las jornadas laborales de las trabajadoras de la educación no culminan con las 24.5 horas que laboran frente a grupo semanalmente, ya que por los bajos salarios «muchas recurren al subempleo, venden cosas desde sus domicilios» para poder solventar sus gastos. Ello, aunado a las labores en el hogar.

09/GCJ/LAG/GG

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido