El parto en casa es una opción segura que evita una cesárea innecesaria, siempre y cuando se realice con la atención de una partera capacitada, para dar una atención oportuna, antes y después del alumbramiento, afirma Gabriela Zebadúa, una de las 33 parteras tradicionales reconocidas por la Secretaria de Salud (SS).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se practican un 8 por ciento de cesáreas en cada institución tanto en nivel privado como público, sin embargo en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reporta la práctica de este método en un 75 por ciento, lo cual, excede lo estipulado por la OMS.
En entrevista con Cimacnoticias Gabriela Zebadúa, especialista en parto en agua, afirmó que el alumbramiento natural, permite a la madre descubrir sus capacidades de dar vida, ya que ella tiene el cuerpo diseñado para dar a luz sin la intervención de procedimientos quirúrgicos, por ello recomendó la psicoprofilaxis perinatal.
Éste es un método de nueva generación, seguro para el parto, que incluye técnicas y conocimientos que favorecen un alumbramiento natural para los padres y el bebé, además de que ofrece mayores beneficios a las mujeres que lo eligen.
La psicoprofilaxis perinatal consiste en practicar un parto en agua, ya sea en casa o en un hospital certificado, para lo cual los padres deben preparase previamente mediante un curso con especialistas en el tema. La también instructora de este método indicó que durante el curso se recibe información acerca del embarazo, parto, post-parto y lactancia.
El parto en agua evita una cesárea pues debido al curso previo, la mamá puede decidir cómo parir y en que condiciones hacerlo, «esto le da más confianza» al no necesitar de medicamentos, anestesia ni atención hospitalaria.
PSICOPROFILAXIS PERMITE PARTO NATURAL
Esta técnica regresa a lo natural ya que el agua caliente le da libertad de movimiento a la futura mamá, sirve como analgésico natural; el calor relaja los músculos del piso pélvico y reduce la producción de adrenalina, hormona que interfiere en el avance de la dilatación, acortando así la duración del proceso, explicó la especialista.
Además de ello, el agua contrarresta la fuerza de gravedad y disminuye la estimulación sensorial, aumentando la producción de endorfinas, lo que calma las molestias y hace olvidar el paso del tiempo, eso significa que «es un bloqueo espiritual que baja el estrés», afirmó.
El padre también se beneficia de forma significativa, ya que es respetado como el otro protagonista de lo que está sucediendo, en el nacimiento participan ambos, puntualizó.
En el curso psicoprofiláctico se le enseña a la futura madre a confiar en las habilidades de su cuerpo para entender y participar activamente en el trabajo de parto. Por ello esta es una alternativa natural que presenta notables ventajas sobre otros métodos tradicionales.
El curso esta dividido en 22 temas, entre ellos, toma de decisiones, trabajo de parto en la calle, técnicas para manejar el dolor y responder a él, lo que permite que se vaya dando un cambio saludable de actitud para lograr que se pueda gozar del trabajo de parto.
Prácticamente cualquier mujer puede alumbrar mediante este método, sin embargo, las mujeres que no llevaron un control prenatal, sin cuidado de los niveles de azúcar y de la presión arterial, con más de 2 cesáreas, de más de 45 años y menores de 19 años, son las que tienen un mayor riesgo y un bajo porcentaje de lograr el parto mediante la psicoprofilaxis, aunque con los cuidados necesarios es posible.
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