La jerarquía de la iglesia católica romana cobra nueva fuerza para echar atrás los logros de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), que comprometen a los países a garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, se denunció hoy en el segundo día de trabajos de la Mesa Global Cuenta Regresiva 2015.
Se llamó la atención también sobre la persistencia de prácticas atentatorias contra la integridad de las mujeres como la mutilación genital femenina o los crímenes de honor en Asia, de acuerdo con información dada a conocer en el foro en el que participan 700 promotores de la plataforma de acción de la CIPD signada hace10 años.
«Pagamos los fundamentalismos religiosos con la vida de las mujeres» aseguró Eunice Brookman, directora de IPAS para África, donde la iglesia católica genera estrategias de presión política, aunque la mayoría de la población es musulmana.
El Vaticano se opuso a las propuestas de El Cairo desde que se plantearon en la CIPD en 1994, explicó Frances Kissling, directora general de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
«Tenemos que tener claro que se opone a todos los métodos modernos de anticoncepción», pero también al aborto o a la anticoncepción de emergencia aún en caso de guerra o violación y a la reproducción asistida, añadió.
«O sea, el Vaticano es antisalud reproductive», abundó Kissling quien señalo también que el fundamentalismo viene de la administración Bush y de pequeños grupos de Estados Unidos que hoy quieren exportar su ideología conservadora al mundo en desarrollo.
Las presiones se sienten también en Europa, denunció la europarlamentaria belga Ann Van Lancken, al entrar por los países nuevos de la Unión Europea con gobiernos conservadores como Eslovaquia o Polonia.
«No están ganando la batalla contra la plataforma de acción CIPD, pero están influenciando el debate», sostuvo la diputada socialista que defiende los cambios legislativos sobre aborto seguro para salvar la vida de las mujeres.
Los fundamentalismos y la fuerza de la cultura en la salud reproductiva fueron dos temas ampliamente discutidos hoy en la Mesa Global Cuenta Regresiva 2015 en que la sociedad civil genera estrategias para la próxima década en el cumplimiento de los acuerdos signados en el Cairo.
Reunidos en el Centro Convenciones Reina Isabel II de la ciudad, continua la actividad de cerca 700 especialistas en población, incluyendo aquellas personas que fueron clave en la negociación de El Cairo en 1994.
La mayoría son mujeres de más de 30 años, aunque hay un 20 por ciento de jóvenes y también otro porcentaje igual de varones.
Auspiciado por IPPF, Family Care International y Population Action International (PAI), Cuenta Regresiva 2015 es la celebración de la agenda de El Cairo, en la que 186 países reconocieron por primera vez el derecho a la sexualidad y al placer de las mujeres.
Las mujeres y los hombres aqui reunidos buscan el reconocimiento a la diversidad que se refleja en los pasillos donde abundan jóvenes de minifalda y tatuaje así como otras con pantalón y mascada ceñida a la cabeza.
Dialogan en pequeños espacios o en grandes salas sobre los impactos de la globalización en la sociedad al tiempo que narran su «primera vez» o cómo fue su educación sexual.
Las feministas latinoamericanas se sumaron a esta reunión, en la que han celebrado ampliamente sus logros durante las conferencias de Puerto España, Chile, México y San Juan Puerto Rico, donde la agenda de El Cairo se ha visto amenazada en distintos momentos por Estados Unidos.
Algunas de ellas son la brasileña Sonia Correa, a nombre de Dawn, María Consuelo Mejía, ex directora de Católicas por el Derecho a Decidir y actual oficial de programas de IPPF, Gabriela Rodríguez, directora de Afluentes, la diputada federal Marta Lucía Micher y la senadora colombiana Piedad Córdoba, entre otras participantes en las mesas que tendrán conclusión mañana.
2004/MRLR/SM
