A Emilia y Maribeth
La mujeres periodistas a lo largo de la historia han contribuida a cambiar la representación social de las mujeres ser ciudadanas y sujetas de derecho, son dos de las grandes luchas que las comunicadoras han dado en el campo informativo es así que «Le Figaro» y «Mujer y Hoy» contribuyeron a hacer de las costarricenses ciudadanas.
Este logro no hubiera sido posible sin el trabajo y esfuerzo de la periodista y abogada Ángela Acuña Braun.
Ángela nació en Cartago el 2 de octubre de 1888. Cursó primaria en la escuela Julia Lang y secundaria en el Colegio Superior de Señoritas entre 1901 y 1905.
Hija de una familia adinerada, Ángela estudió en Europa y es ahí donde inspirada por los discursos de las sufragistas inglesas, se despertó en ella el deseo de luchar por las mujeres costarricenses y latinoamericanas.
Regresó a Costa Rica a los 24 años e ingresó al Liceo de Costa Rica siendo la única mujer para poder acceder al grado de bachiller.
El cursar un año en el Liceo le permitió matricularse en la Escuela de Derecho, lo hizo con honores y en 1925 se convirtió en la primera mujer costarricense y centroamericana en obtener la Licenciatura en Derecho.
Esta primera victoria, le dio argumentos para luchar por la participación con equidad en la vida educativa, social, económica y política de las mujeres.
Entre las grandes luchas de Ángela podemos citar los derechos del niño en el Derecho Moderno, el derecho al voto y a la participación política de las mujeres y reformas a los códigos en materia del estado civil de las y los niños nacidos fuera del matrimonio y la prostitución.
Las preocupaciones de Ángela giraron en torno a dos grandes ejes: la defensa de las mujeres, la niñez y la lucha por los Derechos Humanos.
En el campo del derecho, estas inquietudes se vertieron en amplios estudios comparativos de las Constituciones del continente y de los diferentes códigos civiles, para comprender el trato legal que se daba a las mujeres americanas. Asimismo, se especializó en la organización de escuelas para niñas y niños delincuentes.
Otros estudios ahondaron en temas que actualmente forman parte de las grandes preocupaciones de la sociedad: la situación de las/os hijas/os naturales (concebidas/os fuera del matrimonio), la prostitución desde el punto de vista social, la educación sexual, la mujer ante el Estado, la mujer en la vida pública, y la delincuencia infantil, entre otros.
Ángela representó a Costa Rica como embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA), integró en dos ocasiones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y durante 13 años fue delegada ante la Comisión Interamericana de Mujeres.
Ángela fundó la primera Liga Femenina de Costa Rica, de la cual fue presidenta y perteneció a la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas, la cual también llegó a presidir.
Fue una de las principales gestoras de la lucha por alcanzar el voto femenino, misma que culminó en 1950 cuando – por primera vez – una mujer sufragó en la Tigra de San Carlos.
El voto constituyó una victoria fruto de un largo proceso, que incluyó decididas intervenciones en la prensa por parte de Ángela y otras mujeres ya preparadas en la Universidad de Costa Rica, tres solicitudes anteriores presentadas por Acuña al Congreso de la República en 1929, 1931 y 1934, las cuales fueron rechazadas y una gran presión para que los derechos ciudadanos de las mujeres fueran incluidos como temas de agenda en la Asamblea Constituyente de 1948.
Otro triunfo de Ángela Acuña fue conseguir el permiso necesario para que a partir de 1941, las abogadas pudieran desempeñarse como juezas y alcaldesas, y la fundación en Centroamérica de numerosas instituciones en apoyo a las mujeres.
En el campo periodístico, Ángela se destacó por la fundación de la primera revista femenina del país – El Fígaro – y del primer periódico Mujer y hoy. Además, colaboró en el Diario de Costa Rica, La Hora, La Nación, La República, en las revistas Repertorio Americano, Cordelia, Educación y Brecha; así como en revistas mexicanas, cubanas, peruanas, argentinas y colombianas.
Durante su vida Ángela recibió importantes distinciones, entre las cuales destaca su declaratoria como Mujer de las Américas por parte de la Unión de Mujeres Americanas (1957), la entrega de un pergamino por parte del Comité Pro celebración del 25 aniversario de la obtención de los Derechos Públicos y la obtención del Benemeritazgo de la Patria el 28 de septiembre de 1982.
Ángela Acuña murió a los 95 años de edad en la ciudad de San José, el 10 de octubre de 1983 y nos heredó a las mujeres del mundo la búsqueda por el respeto a los derechos humanos de las mujeres y el Premio Nacional de Periodismo que se otorga a las y los periodistas de Costa Rica que galardona a los mejores trabajos en pos de la difusión de una imagen positiva de las mujeres, y que otorga el Instituta Nacional de las Mujeres de Costa Rica.
*Periodista mexicana
06/EC/LR