Se estima que entre 20 y 50 por ciento de los embarazos que ocurren en los adolescentes son no planeados, por ello, la Secretaría de Salud pondrá en marcha un programa piloto en los estados de Tlaxcala y Zacatecas para ofertar a los jóvenes métodos anticonceptivos (parches e inyecciones), en el marco de la Tercera Semana Nacional de Salud, informó la dependencia en un comunicado.
La SS lo dio a conocer durante el foro para impulsar la iniciativa del Día Nacional para la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, celebrado el viernes pasado, donde asistieron organizaciones de la sociedad civil e instituciones gubernamentales como Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
Enfatizó Hernández Ávila que se deben diseñar estrategias para facilitar el acceso a los métodos anticonceptivos y, a la vez, promover una cultura institucional de respeto a sus derechos sexuales y reproductivos, en este sentido, dijo, va dirigida la estrategia que se incluirá en la Tercera Semana Nacional de Salud.
Puntualizó que por ser un programa piloto inicia sólo en dos entidades, sin embargo, se prevé implementar en todo el país el próximo año, una vez analizados los resultados.
Destacó que las y los adolescentes tienen necesidades específicas en materia de sexualidad, por lo que se deben establecer programas efectivos que permitan superar las barreras sociales y culturales que los hacen vulnerables.
Es así como la presente administración lleva a cabo un programa de acción específico en salud sexual y reproductiva para los adolescentes, donde se establecen objetivos, metas, estrategias y acciones que deberán de tomar en cuenta para su aplicación todas las instituciones que integran el Sistema Nacional de Salud.
Precisó que en materia de salud, el embarazo en los adolescentes es un gran reto al representar mayores riesgos y muerte para la madre y el bebé. La inmadurez biológica de la mujer en esta edad conlleva con mayor frecuencia a presentar parto prematuro, muerte fetal, bajo peso al nacer y trabajo de parto prolongado, entre otras,
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud enfatizó que una adolescente tiene un riesgo de muerte materna de tres a cinco veces mayor que una mujer que se embaraza después de los 20 años. Aunado a esto, agregó, se debe considerar que estos embarazos suceden en condiciones fuera del matrimonio, resultado de relaciones forzadas, lo que conlleva a diversas repercusiones psicológicas como la depresión.
Resaltó la amplia experiencia que nuestro país ha tenido en materia de planificación familiar, es así como después de tres décadas se han obtenido logros importantes como es la reducción de la fecundidad y el incremento en la cobertura de anticonceptivos.
Sin embargo, reconoció que este impacto no ha sido homogéneo, ya que hay grupos de población como el de adolescentes, que se mantienen en el rezago, en el que la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos se incrementó de 26 por ciento en 1997 a 36 por ciento en 2006.
Señaló que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que más del 33 por ciento de la carga de enfermedad y cerca del 60 por ciento de las muertes prematuras en adultos están asociadas con conductas que inician durante la adolescencia como es el tabaquismo, el consumo de alcohol y prácticas sexuales sin protección.
Por lo anterior, es necesario e inaplazable instrumentar de manera decidida una estrategia integral y multidisciplinaria para mejorar la salud reproductiva de los jóvenes, bajo tres ejes rectores: respeto a sus derechos sexuales, perspectiva de género y la participación activa de los adolescentes, dijo el funcionario de Salud.
Finalmente, destacó que una de las inversiones más redituables es la prevención, sobre todo durante esta etapa, pues ello permitirá mejores condiciones de vida y desarrollo de las futuras generaciones del país.
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