Inicio Aporte de Eulalia Guzmán deja huella en antropología mexicana

Aporte de Eulalia Guzmán deja huella en antropología mexicana

Por Anaiz Zamora Márquez

Activista, feminista, académica, docente y precursora de la participación de las mujeres en la antropología, Eulalia Guzmán Barrón es una de las mexicanas que rompió esquemas y sin embargo ha quedado olvidada en la reconstrucción de la historia del país.    
 
Este 1 de enero se cumplieron 30 años del fallecimiento de una de las primeras antropólogas mexicanas, quien abrió camino para que más mujeres estudiaran esta disciplina.
 
Eulalia Guzmán nació el 12 de febrero de 1890 en el árido poblado de San Pedro Piedra Gorda (hoy Cuauhtémoc), en el estado de Zacatecas, según consta en la biografía que escribieron Mari Carmen Serra Puche y Manuel de la Torre Mendoza, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
 
En 1898 ella y su familia se trasladaron a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades de vida.
 
Desde pequeña Eulalia rechazó los modelos tradicionales de su época y se negó al “destino natural de una mujer que era el hogar”. A los 14 años de edad decidió seguir una carrera magisterial, que la llevó a relacionarse directamente con el activismo de finales del siglo XX a favor de las mujeres.
 
ACTIVIDAD POLÍTICA
 
En 1906 su nombre se sumó al de Hermila Galindo, Luz Vera y Laura N. Torres en el grupo fundador de la agrupación política “Admiradoras de Juárez”, cuyo objetivo era la emancipación política de las mujeres con la obtención del derecho al voto. Como parte de este “club”, Eulalia entró en contacto con otras organizaciones feministas y liberales.
 
Desde 1919, y se desconoce hasta cuándo, formó parte de la célula fundadora y dirigente del “Grupo Violetas del Anáhuac”, generado a partir de la Sociedad Filomática de México, agrupación “filosófica y filantrópica”. Fue en el seno de esa asociación donde Eulalia conoció a personajes como el muralista Diego Rivera.
 
Como integrante del programa de posgrado de la Universidad Nacional, en 1929, junto con la escritora Rosario Castellanos y la primera mujer embajadora Amalia Castillo Ledón, Eulalia –quien llegó a hablar cuatro idiomas– organizó un grupo de mujeres universitarias en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
 
“Consciente ya de la importancia de la proyección y del apoyo internacional a sus actividades, la joven Eulalia consiguió para la sociedad el reconocimiento de la Federación Internacional de Mujeres Universitarias (IFUW, por sus siglas en inglés)”, se indica en la biografía de Guzmán Barrón.
 
TRAYECTORIA ACADÉMICA
 
De acuerdo con el artículo publicado en la revista “Cuicuilco”, escrito por la investigadora española Carmen Ruíz Martínez, al mismo tiempo que Eulalia Guzmán dedicaba parte de su vida al activismo político, estuvo involucrada en múltiples espacios culturales y científicos.
 
“Sin embargo, la carrera de Eulalia como arqueóloga, profesora y educadora se vio de alguna manera cuestionada e invalidada después de un controvertido hallazgo que protagonizó en 1949”, ya que ese año la antropóloga declaró haber descubierto los huesos de Cuauhtémoc, el último emperador azteca, en la ciudad de Ichcateopan, estado de Guerrero, lo que fue cuestionado por diversos antropólogos.
 
La trayectoria de Eulalia antes de ese suceso estuvo llena de éxitos, por ejemplo, a fines de 1914 el presidente Venustiano Carranza la comisionó a viajar a Estados Unidos para conocer nuevos métodos de enseñanza de geografía e historia.
 
En 1922 fue comisionada por el entonces rector de la Universidad, José Vasconcelos, a asistir como representante del país al Primer Congreso Panamericano de Mujeres, en Baltimore, EU, y luego al Segundo Congreso Internacional de Educación “Moral y Enseñanza de la Historia”, en Ginebra, Suiza.
 
Ya como ministro de Educación, Vasconcelos la nombró jefa del primer Departamento de Alfabetización en el país.
 
Eulalia Guzmán destinó gran parte de su trayectoria académica a la antropología; fue una de las dos mujeres que formaron parte de la primera generación de antropólogos en México en el siglo XX.
 
Diversos historiadores y académicos coinciden en que la trayectoria de la maestra Guzmán quedó “invisibilizada” dentro de la historia y aportaciones de la antropología mexicana. 
 
Eulalia Guzmán Barrón murió el 1 de enero de 1985 en la Ciudad de México. Recientemente el Instituto Nacional de Antropología e Historia creó un acervo histórico de la maestra que se compone de 3 mil 235 expedientes, que incluyen información sobre las exploraciones realizadas en sitios arqueológicos de los estados de Oaxaca, Guerrero, Morelos y Chiapas.
 
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