El cambio climático, producto de la contaminación, la deforestación para la plantación de monocultivos o para la ganadería extensiva, constituye una amenaza para las mujeres que recolectan leña y agua, entre otros productos, informó Karen Dubois.
La responsable del área social de la Fundación para la Conservación del Ecosistema (Fundaeco), en el departamento de Izabal, dijo a Cerigua que los recursos leña y agua, entre otros, cada vez se alejan más de las comunidades, por lo que las mujeres deben invertir más tiempo en esas actividades, lo que implica que tienen menos tiempo para ellas.
Aunque en algunas comunidades se han llevado a cabo proyectos para mejorar los ingresos de las mujeres, ellas no se apartarán fácilmente de sus quehaceres tradicionales, como la recolección de recursos naturales para el hogar; y aunque esta sea una tarea, también es un medio a través del cual salen de las cuatro paredes de su casa, conocen su entorno e identifican la problemática de su alrededor, anotó.
La contaminación del agua pone en riesgo la salud de las mujeres y de sus familias, que a pesar de que tengan agua en sus casas, deben invertir tiempo en la purificación y manejo adecuado del vital líquido; esto demuestra que el aporte de las mujeres a la conservación de los recursos naturales es fundamental, destacó Karen Dubois.
Cada vez los ríos están más secos y contaminados y se han convertido en una amenaza para la humanidad, sobre todo durante el invierno, resultado de la mano destructiva del ser humano, concluyó la ambientalista.
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