El parlamento del Chaco aprobó por unanimidad la ley Dumrauf, para incluir la educación sexual en las escuelas de la provincia con carácter obligatorio y en todos los niveles, tomando en consideración la edad del educando con sentido de gradualidad y especificidad, informó la diputada Irene Dumrauf, vicepresidente de la Comisión de Educación de la legislatura argentina.
El Ministerio de Educación será el órgano creador y fiscalizador del Programa Educación Sexual en las Escuelas, el cual tendrá un año de plazo para aplicarla, mediante un programa integral acorde con las leyes nacionales e internacionales vigentes.
La proposición, impulsada por Dumrauf, y acompañada por la diputadas Viviana Glibota, Marita Barrios, junto a las ex legisladoras Betina Vázquez, Carmen Delgado de Britos, Elena Gamarra, será aplicada un año después de su aprobación «a efectos de la formación y actualización docente y de todas las acciones necesarias para la inclusión del Programa Integral de Educación Sexual Integral en el sistema educativo provincial».
La definición de los contenidos específicos de la Educación Sexual Integral estará a cargo de un grupo interdisciplinario de funcionarios, especialistas, gremios docentes y sectores representativos de la sociedad, como iglesias, grupos étnicos, organizaciones no gubernamentales y otros que estime oportuno el Ministerio de Educación.
El Ministerio garantizará además la formación y actualización continúa en la materia para docentes y especialistas, espacios de información y reflexión dirigidos a la comunidad educativa, incorporándola en los planes de estudios de los Institutos de Nivel Terciario de Formación Docente públicos y privados.
De esta manera, se garantizará que la enseñanza de contenidos sobre salud sexual, definida como «la integración de los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, se efectúe de modo enriquecedor y realce, fundamentalmente, la personalidad, la comunicación y el amor, los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de género, promoviendo el respeto a la diversidad y que no genere discriminación.»
En cuanto a la normativa, dice Dumrauf: «pretende facilitar el desarrollo del pensamiento crítico, reflexivo; valores y actitudes que posibiliten encarar la sexualidad, como parte de nuestra identidad, como personas, de manera positiva, segura, proporcionando información específica sobre conducta sexual responsable y sin riesgo».
«Servirá además para promover conocimientos para la adopción de decisiones y comportamientos responsables sobre la procreación, la maternidad, la paternidad, prevención del embarazo adolescente, la mortalidad materna, el aborto y las enfermedades de transmisión sexual», dijo.
Ampliando sus conceptos, Dumrauf expresó que «para la prevención, se informará sobre maltrato, abuso sexual y delitos contra la integridad sexual y se fomentará la responsabilidad individual, familiar y social en el ejercicio de los derechos sexuales, reproductivos y el respeto mutuo entre géneros.»
Pretende también contrarrestar «mitos, falsas creencias y concepciones erróneas transmitidas por el proceso de socialización de los que son parte los pares de los destinatarios de la Educación Sexual Integral, los medios, y el currículo oculto. Y cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional la adaptación a su realidad socio cultural de los lineamientos curriculares, emanados del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología», sostuvo finalmente Dumrauf.
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