Una trabajadora del Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano («Metro»), Xóchitl García Nieto, demandó al dirigente del sindicato de esa empresa, Fernando Espino Arévalo, por lesiones y amenazas cometidas en su contra durante un festejo de trabajadores y directivos, el pasado 25 de octubre.
Ese día, durante una fiesta organizada por el Sindicato Metropolitano y el «Metro», en el salón Gran Forum, García Nieto fue rodeada por unas diez personas, entre ellas Jesús Pérez Negrón –secretario de Fernando Espino Arévalo–, para luego ser amenazada, tirada al suelo y golpeada a patadas.
Al mismo tiempo, otros trabajadores –al igual que Xóchitl, integrantes del sindicato democrático contrario a Espino Arévalo, también diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI)– eran golpeados por orden del dirigente sindical. Finalmente, la trabajadora y sus acompañantes fueron expulsados del lugar.
Xóchitl sufrió lesiones en los brazos, tórax y piernas, las cuales fueron certificadas por el médico legal de la agencia del Ministerio Público en Coyoacán.
Taquillera con cerca de 20 años de labores en el metro, García Nieto presentó la demanda COY-3T1/2479/02-10 por los delitos de lesiones y amenazas en contra de Fernando Espino Arévalo, Jesús Pérez Negrón, Héctor Ugalde, Simón Pérez Olguín, Carlos Blanco González, todos ellos «localizables» en la sede del sindicato, y en contra de quien o quienes resulten responsables.
Los otros trabajadores agredidos son Juan Manuel Torres, quien sufrió lesiones en el cuello; Leandro Jiménez, Hilario Ibarra, Guadalupe Castro, Atilano «N», y Bello «N», entre otros.
En entrevista con cimacnoticias, Xóchitl García Nieto manifestó temer por su vida y la de sus tres hijos, toda vez que, indicó, Espino Arévalo y su gente allegada «son capaces de todo» para amedrentar a las y los trabajadores contrarios a las prácticas antidemocráticas de la cúpula sindical.
Explica que ella junto con otras compañeras que editan el boletín «La Red de Género», ha defendido el derecho de las taquilleras ha ascender escalafonariamente, garantía que, asegura, ha ignorado Espino Arévalo, quien «se dedica a promover ascensos o mejores plazas entre sus familiares e incondicionales».
García Nieto denunció las condiciones denigrantes en las que laboran unas cuatro mil mujeres (de un total de 12 mil 500 sindicalizados de base) en el Sistema de Transporte Colectivo «Metro».
Enumeró que además del hostigamiento y acoso sexual del que son víctimas por parte de la dirigencia sindical, las mujeres carecen en su contrato de licencia por maternidad, tienen las prestaciones que otorga el ISSSTE a excepción del servicio médico, y se les retiene el otorgamiento de días económicos.
Además, si participan en el sindicato independiente, a las mujeres se les cambia «arbitrariamente» de su lugar de trabajo.
Xóchitl García Nieto advirtió que al interior del sindicato de Espino Arévalo «crece el descontento» por veinte años de prácticas «corruptas, caciquiles y corporativistas» de la cúpula.
Recordó que la violencia en contra de las trabajadoras por parte de las huestes de ese líder tiene varios ejemplos, como el sonado caso de la taquillera María Isabel Valverde Martínez, quien en 1999 fue violada por representantes sindicales, luego de padecer tiempo atrás hostigamiento y agresiones físicas.
Por lo anterior, García Nieto expresó que es necesario que a Espino Arévalo se le desafuere para que se pueda proceder penalmente contra él.
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