Por segunda ocasión en el pasado trimestre, sufrió un asalto la revista Forum, vinculada a la defensa del recién liberado general Francisco Gallardo y a la creación de un ombudsman militar en México.
Juan Manuel Valero Gómez, diseñador de la revista mensual, y el prensista Manuel Hipólito de la Rosa, encontraron a primera hora del pasado lunes, señales de alguien habría forzado las chapas de la cortina metálica para entrar a la oficina, denunció en misiva el director de Forum, Eduardo Ibarra.
«Estas cubiertas, una especie de bisagras de acero protegidas con un candado, fueron colocadas para reforzar la seguridad después del asalto que sufrieron nuestras oficinas el 4 de diciembre del año pasado,» continúa el periodista.
La denuncia de este nuevo incidente se consignó como una ampliación en el expediente del robo decembrino, con el número 18/3801/01-12.
El saliente procurador capitalino Bernardo Bátiz comisionó hace tres semanas a la fiscal Mireya Gómez Ríos para atender en forma particular los hechos del 4 de diciembre, pero hasta el momento no se han hecho anuncios sobre el avance de la investigación.
Desde el pasado 8 de diciembre, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez solicitó por escrito al procurador capitalino medidas cautelares para los editores de Forum y sus familiares, protección a las oficinas y los trabajadores del mensuario.
«La respuesta hasta hoy ha sido el silencio», declaró Eduardo Ibarra, persona cercana al general brigadier Francisco Gallardo.
El 4 de diciembre pasado se llevaron dos monitores y sus respectivos discos duros, dos impresoras y todos los discos compactos, disquetes y zips que contenían el archivo periodístico cibernético, amén de programas de diseño, estados contables y anuncios comerciales.
De tales datos se desprenden un patrón semejante a otros despojos que organizaciones de derechos humanos en México y otras regiones denuncian como una táctica de hostigamiento.
Ibarra abundó: «La semana pasada recibí un mensaje electrónico agraviante, suscrito por David Casco, quien además utilizaba el nombre de Jorge Luis Sierra, especialista en el estudio de las Fuerzas Armadas.» Y una semana antes, vivió un episodio de acoso telefónico a su domicilio personal.
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