Alba Luz Marroquín Galdámez, quien perdió a su hijo de seis meses y medio de gestación por los golpes que recibió durante el operativo policial de desalojo en el ejido El Armadillo, municipio de Ocozocoutla, a principios de agosto, sigue sin atención médica y no ha recibido los restos de su hijo.
Ricardo Díaz Pérez, esposo de la afectada, señaló hoy que desde entonces se le niega atención médica en el único hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que se ubica en Ocozocoutla, por no ser derechohabiente y ellos carecen de recursos económicos para trasladarse a la capital y pagar un médico.
Ricardo Díaz Pérez manifestó también a Cimacnoticias que los médicos del hospital regional de Tuxtla Gutiérrez se negaron a entregarle el cadáver de su hijo; en un principio le dijeron que porque no había cubierto la cuota de atención, y una vez cubierta ésta argumentaron que no había producto que entregarle.
A pesar de su estado, Alma Luz Marroquín no perdió el conocimiento durante el parto y asegura que él nació bien «y estaba completito; no era un feto como dicen los médicos».
Una enfermera, que se negó a dar su nombre por temor a represalias, confirmó la versión de Alma Luz Marroquín, y señaló que el neonato nació muerto, pero ya estaba totalmente formado, por lo que no existía razón por no entregárselo a sus familiares.
Según las políticas del hospital regional un neonato tiene que pesar más de 250 gramos al nacer, para que ya no sea considerado como feto. Este requisito, dijo la enfermera, fue cubierto por el hijo de Alma Luz Marroquín, lo cual niegan las autoridades del nosocomio.
«A mí me dijeron que ya dejará de ir a molestar al hospital con lo de mi hijo, que él ya estaba muerto y que no me lo iban a dar porque no había producto qué entregarme», señaló Ricardo Díaz Pérez.
Dijo que además de pagar la cuota del hospital tuvo que gastar más de 400 pesos en medicamentos para Alma, ya que los médicos le dijeron que ahí no contaban con ellos, aun con uno de los más usuales como es la ampicilina.
2003/SCH/GMT
